Desde el mediodía de ayer, la Guardia Nacional tomó el control de la seguridad en las instalaciones del Metro con seis mil 60 elementos que se combinarán con la Policía Bancaria e Industrial y con la Policía Auxiliar, tras el anuncio que hizo por la mañana la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Durante la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum apuntó: “Han venido ocurriendo en los últimos meses episodios que nosotros catalogamos como fuera de lo normal, que no son lo que normalmente ocurre en el Metro”.
Mencionó que luego del accidente del pasado sábado se tuvo un problema en la Línea 3 de una zapata del tren; al siguiente día hubo un incidente en la Línea 8 y el miércoles, una falla en la Línea 5.
Explicó que por ello le solicitó al Presidente de la República la presencia de la Guardia Nacional en el Metro, para resguardar la seguridad de los usuarios en los próximos meses.
Sheinbaum no descartó un posible “sabotaje” en el Metro y comentó: “Ahora me informan, por ejemplo, que en este momento se está desalojando una estación de la Línea 3 y que hubo un problema en la Línea 7. Los usuarios del Metro, los habitantes de la ciudad, saben que esto no es normal”.
La Jefa de Gobierno reveló también que luego del accidente de la Línea 3 del Metro, intentaron sustraer ilegalmente la caja negra de uno de los convoyes siniestrados.
“Les voy a platicar otra cosa, el día del accidente, que me perdone aquí la Fiscalía, pero la caja negra del Metro, tuvieron que, o más bien la encontraron policías de investigación en una camioneta; ya habían saqueado la caja negra, todo esto pues hace que la Jefa de Gobierno asuma su responsabilidad de proteger a los usuarios del Metro”, afirmó.
Sheinbaum Pardo reiteró que es falso que no se le haya dado mantenimiento al sistema. Aseguró que el año pasado se invirtieron cerca de 18 mil 800 millones de pesos y para este año la cantidad aumentó a 19 mil 700 millones de pesos.
Agregó que adicionalmente se consiguieron 37 mil 500 millones de pesos para “la completa rehabilitación de la Línea 1 del Metro; se están adquiriendo 29 trenes y se está cambiando completamente todo lo que queda en el túnel, las vías, el balasto, los durmientes, etcétera, para hacer completamente una nueva Línea 1”. Este crédito, precisó, se pagará en los siguientes diez años.
Por su parte, el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a la ciudadanía que no caiga en una psicosis por este tipo de incidentes.
“Decirles a los ciudadanos de la capital de la República, a los que utilizan el Metro del Estado de México, de la Ciudad de México, a todos los usuarios, de que lo que más nos importa, lo que más nos interesa y estamos obligados a hacerlo es garantizar la seguridad de todos. Y lo que queremos es que no haya psicosis, que encima de todos los problemas cotidianos tengan la preocupación de algún accidente en el Metro y que pueda ser provocado, no”, manifestó López Obrador.
Enfatizó que si al envío de la Guardia Nacional al Metro “lo llaman militarización o como le llamen, asumimos la responsabilidad, porque vale más prevenir que lamentar”.
ONG y oposición rechazan “militarización” del STC-M
El despliegue de la Guardia Nacional (GN) en el Metro de la Ciudad de México generó reacciones de inconformidad entre algunos organismos defensores de los derechos humanos y legisladores de oposición, así como opiniones encontradas entre usuarios de este sistema de transporte.
Amnistía Internacional llamó, mediante un mensaje emitido en sus redes sociales, a “respetar y garantizar que las labores de seguridad pública sean realizadas por instituciones civiles”.
Junto a la frase, “no a la militarización”, la organización dijo que con el despliegue de más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional en el Metro “se atenta contra el principio de excepcionalidad, abonando al proceso de normalizar la militarización del país”.
A su vez, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh) consideró el despliegue “preocupante”, por ser patente que esta corporación (la Guardia Nacional) “reproduce las inercias castrenses de opacidad y uso excesivo de la fuerza”.
El organismo hizo un llamado a que la Comisión de Derechos Humanos capitalina sea un contrapeso “frente la militarización de la ciudadanía”.
En tanto, la bancada del PAN en el Congreso local acusó a las autoridades de “militarizar” al Metro, mientras que Movimiento Ciudadano señaló que su presencia “no resuelve el problema de fondo”.
A su vez, la diputada federal del PAN Ana Valenzuela atribuyó los percances en el Metro a recortes presupuestales y no a “cosas fuera de lo normal”, mientras que el diputado de Movimiento Ciudadano Salomón Chertorivski calificó como una “irresponsabilidad” la medida, al argumentar que el problema no se resuelve “con cortinas de humo”.
Por otro lado, algunos usuarios del Metro se dijeron “conformes” con la llegada de la GN, pero otros consideraron la medida “poco útil” o incluso una amenaza para su integridad.
Karla, quien utiliza todos los días la Línea 2 para viajar desde Cuatro Caminos hasta el centro de la capital, se dijo “conforme con que las autoridades tomen cartas en el asunto”, particularmente ante “la gran cantidad” de incidentes que se han reportado en los últimos días.
Rosario Canchola, otra ciudadana que hace uso de la línea azul, expresó a La Razón que la GN abonará “a tener un ambiente menos hostil”, aunque dijo que “no es una garantía” de que ya no vaya a haber más accidentes. “¿Al final ellos qué pueden hacer si se cae el Metro o si se quema?”, cuestionó.
En cambio, Jonathan consideró que la llegada de la GN no será de utilidad, como sí lo sería darle más mantenimiento.
“Nadie me cuenta, yo lo he visto, llevo más de 20 años usando el Metro, prácticamente cada día me subo, y sí se nota que el servicio está lento, que ha habido muchos accidentes, muchos percances, es mucha falta de mantenimiento la que tiene”, consideró.
Causan desconcierto entre usuarios
Aunque el despliegue estaba previsto para las 14:00 horas, desde casi una hora antes comenzó el flujo de elementos de la Guardia Nacional a un ritmo de entre tres o cuatro por cada estación del Metro.
En Constitución de 1917 en la Línea 8, se vio a decenas, provenientes del cuartel ubicado sobre el Periférico, en la alcaldía Iztapalapa, abordar trenes para dirigirse a donde habían sido destinados.
En la estación Bellas Artes se apostaron en principio dos, uno en cada dirección, pero pronto llegaron más. Algunos permanecieron de pie otros hicieron recorridos a lo largo del andén.
La gente observaba entre asombrada y desconcertada a esos elementos —hombres y mujeres— uniformados impecablemente con camisola de manga corta gris y pantalón negro y con un tolete como única arma.
“Qué estarán vigilando”, se escuchó a un hombre decirle a otro, tras acercarse a uno de los miembros de la Guardia Nacional, que aguantaba estoicamente las miradas.
Para otros usuarios los nuevos vigilantes pasaron inadvertidos y también hubo quien se acercó a hacerles preguntas.
Así transcurrió el primer día de labores de los más de seis mil elementos de la corporación federal, integrada fundamentalmente por militares, que fueron desplegados para la vigilancia del Metro.
Su principal función será “contribuir a reforzar la seguridad”, señaló el Sistema de Transporte Colectivo en un comunicado, en el que también confirmó que los guardias nacionales no portarán armas de fuego.
El organismo aclaró que la llegada de la GN no implicará la salida de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) y de la Auxiliar de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), sino que “reforzarán las acciones de seguridad” que ya realizan estos elementos.
Por separado, la SSC indicó que los cinco mil 853 elementos de las policías complementarias de la capital trabajarán “en coordinación” con la GN.