En la última semana, la Secretaría de Salud capitalina ha reiterado su llamado a la población para acudir a aplicarse el refuerzo de la vacuna contra Covid-19 de la marca Abdala, a la par que continúa con la aplicación de primeras y segundas dosis para menores de entre cinco y 11 años de edad con el biológico de Pfizer.
“Se invita a la población mayor de 18 años, con más de cuatro meses de su última dosis, a acudir por su refuerzo con el biológico Abdala”, indicó ayer nuevamente la dependencia.
A su vez, reiteró la importancia de que niñas y niños de cinco a 11 años “cuenten con su esquema completo, para que estén protegidos en esta temporada invernal”.
El uso de la vacuna cubana como refuerzo contra el Covid-19 en la capital del país generó controversia a finales del año pasado, toda vez que el biológico no ha sido aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pocos días de que arrancó su aplicación en los Centros de Salud de la ciudad y en un contexto de poca afluencia en los módulos de vacunación, especialistas cuestionaron su uso.
Francisco Moreno Sánchez, especialista en infectología del Centro Médico ABC, fue uno de los que recomendó no ponerse esta vacuna, “porque se trata de un experimento con seres humanos”.
En diciembre pasado, el experto afirmó que el estudio se realizó “en una población que no recibió consentimiento informado”, es decir, no se les explicó de qué se trataba el estudio, lo cual, dijo, rompe con las normas básicas de bioética, como se hizo en la Ciudad de México con la ivermectina.
Moreno Sánchez también argumentó que la vacuna Abdala contiene hidróxido de aluminio como adyuvante, una sustancia que no se utiliza para otras vacunas contra el virus puesto que disminuye su eficacia.
A su vez, el experto Alejandro Macías compartió información en sus redes sociales, en la que aborda aspectos tanto positivos como negativos de la vacuna cubana.