El trasplante del nuevo ahuehuete que será colocado en el Paseo de la Reforma deberá hacerse con tiempo y de manera científica para garantizar su supervivencia, advirtió Saúl Alcántara, coordinador de posgrado de diseño, planificación y conservación de paisajes y jardines de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En entrevista con La Razón, el experto aseguró que sustituir el árbol era “necesario”, toda vez que el ejemplar que fue colocado en junio del 2022 llegó “al límite de la vida”.
No obstante, precisó que se requiere llevar a cabo un trasplante científico, con metodología, y en el que no sean “los tiempos políticos” los que marquen la pauta en su colocación.
“Tiene que llevar bastante tiempo el banquear éste —prácticamente durante un mes—, habrá que podar el nuevo, limpiarle las hojas para que no pierda tanta agua, preparar sus raíces y preparar todo el sitio; hay que cambiar el suelo, porque el actual está contaminado. Es decir, lleva todo un gran proceso”, indicó el especialista.
Explicó que antes de traer el nuevo ejemplar, la Glorieta de Reforma —en la que por más de un siglo habitó una palmera canaria— tendría que estar totalmente adecuada para recibirlo, con suelo nuevo que contenga nutrientes y microorganismos que le den fortaleza, con un buen sistema de riego y totalmente limpia.
“Al árbol debería de cuidársele muchísimo el cepellón; esto es, donde se confinan las raíces con la tierra; no debe golpearse, no le debe entrar aire a más raíces, debe de llegar intacto, porque cualquier problema con las raíces, el árbol lo va a resentir”, indicó.
El experto destacó que el traslado requiere de una infraestructura muy grande, para que se traslade desde el Vivero Nezahualcóyotl en Xochimilco —donde se encuentra actualmente, junto con otros más de 100 ejemplares—, en una plataforma baja, y apoyarse con eslingas, sin cuerdas, y subirlo con “mucha tensión”. Respecto a la plantación, explicó que no se debe hacer solamente un agujero, sino que se deberá preparar una cepa especial para su colocación.
Además, el especialista consideró que el riego que se le dio al ahuehuete que recién se quitó de la glorieta no es el adecuado para garantizar la supervivencia del árbol, por lo que antes de traer el nuevo ejemplar, tendrían que hacerse modificaciones.
“El riego no puede ser superficial, porque se evapora el agua y, si se hace en el día y penetra algo de agua, puede pudrir las raíces porque está muy caliente; tiene que hacerse o muy temprano o muy noche, pero el riego tiene que hacerse a profundidad, abajo, en donde están las raíces, prácticamente para poder tener humedad en todo el cepellón, no nada más en la parte superficial”, expuso.
Respecto al ahuehuete que fue retirado este fin de semana para que reciba tratamiento en el vivero de Xochimilco, el especialista lamentó que, a simple vista, el árbol ha perdido calidad de vida e, incluso, dijo, es posible que ya ha llegado al límite de vida; esto, pese a que las autoridades han indicado que el ejemplar continúa vivo y que podría rebrotar esta primavera.
Habrá que podar el nuevo, limpiarle las hojas para que no pierda tanta agua, reparar sus raíces y preparar todo el sitio; hay que cambiar el sueloSaúl Alcántara<br>Coordinador de posgrado de diseño, planificación y conservación de paisajes y jardines de la UAM
“Como todo ser vivo, habría que hacer los estudios. Yo no he podido entrar a la glorieta; ya entrando, habría que ver si la corteza del tronco o de las ramas ya se desprendió.
“Si se desprendió, el árbol ya está muerto. Otra cosa que hacemos es una pequeña incisión en la corteza para ver el cambium; es decir, el tejido vegetal que está entre la corteza y el centro del tronco”, explicó.
Pese a que el primer árbol no pegó en la glorieta, a ocho meses de su llegada a la ciudad, Saúl Alcántara consideró “óptimo” que las autoridades hayan elegido volver a plantar un ahuehuete, toda vez que es un representante de la cultura mexicana, además de que esta especie fue elegida por votación por los capitalinos, luego del retiro de la palmera.
“Es cosmogónico. Yo creo que es el árbol más bonito del mundo y aparece en códices prehispánicos y virreinales; entonces, es un árbol muy importante para la identidad y la cultura del México antiguo y del México de hoy”, opinó.
El ahuehuete fue retirado de la glorieta la madrugada del sábado pasado. El hecho causó sorpresa entre los capitalinos, pues, aunque las autoridades habían anunciado su retiro, no dieron a conocer una fecha exacta en la que se llevaría a cabo este procedimiento.
Al respecto, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México dio a conocer que expertos de diversas universidades y especialistas en la materia conformarán un grupo para así podergarantizar la supervivencia del nuevo árbol en el espacio.
Es importante mencionar que el nuevo ejemplar es “hermano” del primer ahuehuete que se colocó en la glorieta y también fue donado a la Ciudad de México por Viveros Regionales en el estado de Nuevo León, junto con otros 124 ejemplares de la misma especie.