Se declara “listo” para el Viacrucis de Iztapalapa

Representar a Cristo es “una responsabilidad”, dice David

El joven celebra haber sido elegido, pues eso le permitirá transmitir un mensaje; Paulina García, la Virgen María, revela que su mayor reto será “reflejar el dolor de una madre”

David González y Paulina García, en sus papeles de Jesús y María, durante la reciente celebración del Domingo de Ramos. Foto: Especial

Representar a Jesús en el Viacrucis de Iztapalapa, una celebración que lleva 180 años de historia, significa una “gran bendición”, pero también conlleva una “gran responsabilidad”.

Así lo considera David Uriel González Martínez, un joven comerciante de 24 años de edad que fue el elegido en este 2023 para escenificar al personaje más importante de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Para él, conseguir este papel era un objetivo que se había fijado con antelación, pues lo considera “una buena oportunidad para transmitir un mensaje”. Y se dice “listo” para enfrentar el reto de aguantar todo lo que implica el Viacrucis.

“El reto es grande, pero creo que nos hemos preparado, sobre todo con mucha fe y encomendados a Dios para que salga de la mejor manera”, contó a La Razón.

Desde enero David se sometió a una ardua preparación física y mental para interpretar su papel, desde la memorización del parlamento, hasta el desgaste físico que generan los ensayos en el Cerro de la Estrella, consistentes en cargar una cruz de 70 kilos, similar a la que llevará en las espaldas el próximo Viernes Santo, la cual tendrá un peso de 100 kilogramos.

“Para mí es una gran bendición, en un momento me lo puse como un objetivo, no uno personal, sino más bien un objetivo para transmitir un mensaje… el parlamento, evidentemente es largo y debes saber darle buena interpretación, porque Jesús era una persona que expresaba un millón de emociones”, explicó.

El joven se preparó para “aguantar” el recorrido del día del Viacrucis, en el cual tendrá que avanzar por alrededor de 2.3 kilómetros con la cruz en la espalda.

Aunque nunca se suspendió esta tradición en Iztapalapa, en los últimos tres años se tuvo que realizar sin gente o en formato híbrido para evitar contagios de Covid-19, por ello, el regreso a la masividad de este año, implica, dice David, “un reto adicional”.

El joven consideró que los actores se entregan “con mucho amor y respeto”, por lo que pidió a los asistentes disfrutar de la celebración.

Otro de los personajes principales de esta icónica representación es el de la Virgen María, que este año estará a cargo de Paulina Quetzalli García González.

Con tan sólo 19 años, la joven explicó a este medio que la llena de “mucho orgullo” saber que la gente de Iztapalapa le ha dado continuidad a esta tradición.

“Representa para mí un gran orgullo poder representar a una mujer tan importante en esta historia de la humanidad; me da mucho orgullo que la gente de Iztapalapa siga esta tradición y sobre todo el respeto que le dan”, contó.

Para representar a María —una ilusión que tuvo desde pequeña—, la joven pasó por una preparación física y espiritual, que consistió en acudir al gimnasio todas las mañanas, cuidar de su salud, memorizar sus diálogos y asistir a misa todos los domingos.

“El mayor reto al que me enfrenté en esta preparación yo creo que es representar el dolor de una madre; nunca he tenido ni he perdido un hijo, pero debo representar el dolor que nuestra madre sintió en ese momento, porque a pesar de todo, era un ser humano”, explicó.