Al caminar por calles de las alcaldías Iztapalapa e Iztacalco, en la Ciudad de México, sobre todo por las noches y los fines de semana, es frecuente encontrarse con negocios de venta de alcohol al aire libre.
En colonias como la Agrícola Oriental y la Agrícola Pantitlán, las llamadas “chelerias” son el pan de cada día, pues tienen relevancia tanto para los miles de ciudadanos que viven de este negocio, como para los consumidores.
Ambas alcaldías, junto con Milpa Alta, son las tres demarcaciones con los índices de percepción de consumo de alcohol en las calles más altos no sólo de la Ciudad de México, sino de todo el país, de acuerdo con la última entrega de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Durante el primer trimestre del año en curso, en Iztacalco —alcaldía gobernada por Armando Quintero—, 84.2 por ciento de los adultos mayores de 18 años que fueron entrevistados dijo haber presenciado o escuchado sobre el consumo de alcohol en calles ubicadas en los alrededores de su vivienda. Con este porcentaje, la demarcación se ubicó en el primer lugar a nivel nacional en cuanto a este tipo de conducta.
Esta cifra es cuatro puntos más elevada que la registrada durante el primer trimestre del 2022, cuando 80.2 por ciento de los habitantes de la alcaldía dijo haber visto a alguien tomando alcohol en las calles.
En el segundo puesto se ubica Milpa Alta, encabezada por la también morenista Judith Vanegas, en la que entre enero y marzo de este año, 83.1 por ciento de su población indicó haber visto o escuchado de consumo de alcohol en las calles cercanas a su domicilio.
En esta alcaldía, el aumento respecto al mismo periodo del año pasado fue más importante, con 11.5 puntos porcentuales más, toda vez que para marzo del 2022, 71.5 por ciento de su población refirió haberse enterado de esta conducta.
En tanto, Iztapalapa, gobernada por Clara Brugada —también del partido guinda—, se ubica en la tercera posición a nivel nacional, con 81.9 por ciento de su población encuestada que respondió afirmativamente haber visto consumo de alcohol en las calles.
En esta demarcación, el aumento con relación al primer trimestre del año pasado fue de 0.7 puntos porcentuales, toda vez que en marzo de 2022, el porcentaje de población fue 81.2 por ciento.
Estas tres alcaldías superaron a otras ciudades y municipios del país que hasta el año pasado ocupaban los porcentajes más altos en atestiguación de consumo de alcohol en las calles. De acuerdo con la encuesta del Inegi, en marzo de 2022 los tres primeros lugares los ocuparon la alcaldía Azcapotzalco, el municipio mexiquense de Ecatepec y la alcaldía Tláhuac.
Vecinos de la colonia Agrícola Oriental, en Iztacalco, ubicada en los límites con Iztapalapa, constataron que la venta de alcohol en las calles es “más que común” en esta zona de la capital, por lo que es frecuente ver a personas caminando sobre las aceras con bebidas alcohólicas en mano, incluso a plena luz del día.
Leticia López, vecina de esta zona de la ciudad, contó a La Razón que esta situación es “de toda la vida”, pues “más que cafeterías o que otro negocio, lo que más pega aquí es la venta de alcohol, por eso hay tantos locales o uno ve a la gente que se sale a tomar afuera de sus casas, vienen caminando y tomando, sí es muy común”.
En la alcaldía Cuauhtémoc, aunque no está entre las de mayor incidencia según la encuesta del Inegi, es muy conocida la zona de “chelerías” del barrio de Tepito, en torno a las cuales se venden y se consumen bebidas alcohólicas a plena luz del día.
En reiteradas ocasiones el Congreso local ha pedido que sean clausurados dichos negocios clandestinos, pero los mismos siguen operando.
La multa puede llegar a rebasar los 4 mil pesos
Consumir bebidas alcohólicas en la vía pública está considerado como una falta administrativa en la Ciudad de México, por lo que hacerlo implica sanciones para los habitantes.
En el artículo 28 de la Ley de Cultura Cívica local se prohíbe a los capitalinos “ingerir bebidas alcohólicas en lugares públicos no autorizados”; por ello, en caso de que las autoridades vean a alguien ingiriendo este tipo de bebidas en la calle están obligadas a aplicar las sanciones correspondientes.
El citado ordenamiento señala que por ingerir cerveza o cualquier otro tipo de bebida alcohólica en la vía pública sin autorización las multas económicas van de 11 a 40 unidades de medida de actualización, lo que equivale a tener que pagar entre mil 141 y cuatro mil 149 pesos.
Otras sanciones que están contempladas para quien incurre en este tipo de conductas son entre seis y 12 horas de trabajo comunitario, como como limpieza de calles, o hasta 24 horas de arresto en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, conocido como El Torito.
En octubre del año pasado, el Gobierno central también prohibió la venta de bebidas embriagantes en los tianguis y mercados ambulantes de la ciudad, una actividad que suele ser muy común entre los capitalinos, principalmente los fines de semana.
De acuerdo con lo que se estipula en la Gaceta Oficial, las autoridades pueden retirar los permisos de comercialización a los negocios que incumplan con esta medida, la cual no sólo aplica para bebidas alcohólicas, sino también para la venta de medicamentos, de animales exóticos en peligro de extinción, pirotecnia y teléfonos celulares en estos espacios.
Cuando se detecta la apertura de una “chelería” o cualquier negocio que venda alcohol en calles y avenidas de la Ciudad de México, los primeros encargados de tomar medidas, aplicar sanciones o cerrar dichos negocios, deben ser las autoridades de las alcaldías donde se ubican los locales.
No obstante, en caso de que las demarcaciones territoriales no hagan algo al respecto, corresponde al gobierno central tomar medidas.