En el coloso del Cerro del Fortín

Vibra el alma de Oaxaca con sus 16 etnias y el pueblo afromexicano en la Guelaguetza 2023

Más de 15 mil personas, locales, nacionales e internacionales disfrutaron de la Guelaguetza 2023, que recuperó sus orígenes indígenas y populares

Vibra el alma de Oaxaca con sus 16 etnias y el pueblo afromexicano en la Guelaguetza 2023.
Vibra el alma de Oaxaca con sus 16 etnias y el pueblo afromexicano en la Guelaguetza 2023. Foto: Especial.

Hombres y mujeres forjados en el trabajo y en el arte, de 16 etnias y el pueblo afromexicano, llegaron a la Verde Antequera a mostrar su cultura. Con una vibrante muestra de danzas, bailes, música y bellísimas vestimentas tradicionales de colores infinitos como el espíritu de Oaxaca, llenaron de alegría el corazón en la Guelaguetza 2023.

En la edición matutina de la fiesta histórica que recuperó sus orígenes indígenas y populares, los pueblos y comunidades de Oaxaca están juntos de nuevo y con su alegría desbordante hicieron estallar de algarabía el alma de más de 15 mil asistentes, visitantes locales, nacionales e internacionales que abarrotaron el coloso del Cerro del Fortín en una fiesta de colorido inigualable.

Desde la madrugada del lunes cientos de personas hicieron fila para ingresar al Auditorio Guelaguetza y fueron atendidos con pan y café, porque esta fiesta nadie se la puede perder.

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La Diosa Centéotl 2023, la chatina de Santiago Yaitepec, Leticia Santiago Guzmán presidió la gran fiesta con su trono fabricado especialmente por artesanos oaxaqueños, fue recibida por el público al inicio de la gran fiesta. Ella es la representación de la Diosa del maíz, a quien los pueblos prehispánicos rendían culto para lograr buenas cosechas.

Este sentido ritual se compaginó con las fiestas de la Virgen del Carmen, fusionándose después en la festividad que empezó en la llamada Rotonda de la Azucena, -donde con los años se construyó el Auditorio Guelaguetza-, en la primera fiesta para la ciudad de Oaxaca, origen de los Lunes del Cerro y de la Guelaguetza.

Las 16 delegaciones llegaron desde las costas, allende de los ríos, las montañas inmensas, los valles, cuencas y las planicies, de horizontes infinitos de belleza, desde la tierra donde Dios nunca muere, de la Tierra del Sol, desde los plantíos inmensos de piñas para ofrendar a sus hermanas y hermanos su Guelaguetza, el espíritu de hermandad, de pueblos diferentes, diversos y orgullosos de sus tradiciones y culturas, pero hermanos.

En punto de las 10 de la mañana arribó el gobernador Salomón Jara Cruz y la Presidenta Honoraria del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Oaxaca, Irma Bolaños Quijano; en compañía del secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués; las secretarias de Cultura, ‎Alejandra Frausto Guerrero, y de Energía, Norma Rocío Nahle García; el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, así como integrantes del gabinete legal y ampliado.

La gran fiesta inició con la chirimía. Empezó la fiesta, con el Jarabe del Valle anunciaron la presencia de las bellas Chinas Oaxaqueñas, zapotecas de los Valles Centrales, con los monos de calenda y los marmoteros. Sus canastas adornadas con flores, sus faldas largas de colores brillantes, largas trenzas negras y pañoletas sobre el pecho, con sus imágenes de la Virgen de la Soledad sobre el corazón.

Las Chinas dieron la bienvenida a las miles de personas asistentes bailando con el torito. Ellas son las encargadas de recorrer las calles de la Verde Antequera en las fiestas patronales y religiosas con la música de las bandas tradicionales.

Luego llegó Huautla de Jiménez de la región de la Sierra de Flores Magón, donde la gente canta entre montañas inmensas, y la espiritualidad se vive en todo su esplendor en las fiestas de los Días de Muertos, en los panteones donde velan a sus ancestros y donde todavía se usan los hongos alucinógenos como parte de la medicina tradicional, para reencontrar a las almas perdidas.

La música acompaña a las oaxaqueñas y los oaxaqueños desde su nacimiento hasta la muerte, en las fiestas grandes de los pueblos, de los santos, bautizos, bodas y velorios. Cada ocasión es acompañada con comida especial, moles de variedad infinita de chiles y condimentos, panes, chocolate, café, bebidas tradicionales.

Huautla presentó el Recibimiento de los Novios, ceremonia ritual en la que se lava la cabeza y las manos de la pareja para que lleguen purificados a la ceremonia religiosa en el templo católico. Ataviadas con sus tradicionales huipiles blancos con bordados y listones de colores y sus largas trenzas negras bailaron los sones mazatecos, como la Flor de naranjo, en honor a los recién casados.

San Sebastián Tutla, zapotecos de los Valles Centrales, presentaron la Rendida de Culto, Calenda y Mayordomía, festividades que, en honor de San Sebastián Mártir, en la que se hace una procesión de imágenes religiosas, esta vez con la Cofradía del Santísimo Rosario con sus estandartes que representan a los barrios del municipio y sus marmotas, adornadas con las figuras de vírgenes y santos patronos de la comunidad.

En entrevista con la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (Cortv) el gobernador Salomón Jara Cruz invitó a los oaxaqueños, visitantes nacionales e internacionales a asistir las festividades que se realizan en diversas localidades, “es un pueblo en verdad generoso, vengan a acompañarnos a la Guelaguetza y a disfrutar de las mayordomías”. Celebró que miles de asistentes disfruten de las expresiones de los pueblos de Oaxaca.

Destacó que, a los pueblos del estado “nos unen muchas cosas, la gastronomía, la música, las tradiciones y la cultura representativa y única de Oaxaca y que compartimos con el mundo en esta Guelaguetza”.

Por primera vez en 91 años de historia de esta gran fiesta, en esta Guelaguetza histórica e incluyente se presentó la delegación de chinantecos de San Lucas Ojitlán de la Cuenca del Papaloapan, con la Vida del Hombre y la Mujer en el Campo. Distinguidas con sus huipiles bordados en telar de cintura de intensos colores y figuras en rojo, guinda y azules. Bailaron descalzas al ritmo de la marimba.

La fiesta siguió con la delegación de Santa Catarina Juquila de la Costa, chatinos que trajeron sus Chilenas, Sones y Juegos de Santa Catarina Juquila; acompañadas con música y zapateado, las mujeres giraron sus largas faldas coloridas agitando las pañoletas, luciendo sus trenzas negras con listones de colores. Juquila es uno de los santuarios religiosos más importantes del país y cada año millones de personas acuden a festejar a la Virgen.

Las parejas de bailarines dialogaron con sus versos picarescos que las costeñas garbosas y morenas contestaban con sus rimas de doble sentido y fueron aplaudidos con la quema de los toritos.

La Guelaguetza es la madre de todas las fiestas tradicionales: Torruco Marqués

Entrevistado por la Cortv, el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, destacó que la Guelaguetza es la madre de todas las fiestas tradicionales de todo el país, “veo personas que vienen de muchos países y están impresionados con esta gama de colores y sonidos de todas las regiones de este estado tan destacado, lleno de tradición, cultura y gastronomía. No hay una fiesta que reúna tanta cultura y tradición como la Guelaguetza”.

Anunció que Oaxaca estará presente en la segunda edición de los Pueblos Mágicos en los Ángeles, y que se pondrán en marcha 20 nuevas unidades de los Ángeles Verdes para reforzar la seguridad en las carreteras, especialmente en las que construye el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Llegaron los zapotecos de San Melchor Betaza con sus sones y jarabes

De las montañas de la Sierra de Juárez llegaron con su vestimenta blanquísima, sus largas trenzas negras tejidas con listón de lana negro, soyates de palma, faja para el trabajo pesado, y cubierto con ceñidor de color rojo hecho en telar y teñido con grana cochinilla, llegó la delegación de San Melchor Betaza con Sones y Jarabes de Betaza.

Los Ikoots de San Francisco del Mar del Istmo de Tehuantepec presentaron sus tradiciones con Homenaje luctuoso y Martes Santo y la danza de La palomita, y Son del toro, danzas que aquí se presentan son acompañadas por flauta, tambor, sonaja y caparazón de tortuga.

Guelaguetza incluyente: Alejandra Frausto

La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, destacó que en esta Guelaguetza se presentan por primera vez culturas que nunca habían tenido la oportunidad de ver, “este es el espíritu de comunalidad, las culturas de Oaxaca nunca han estado tan valoradas como ahora. Nos honra estar aquí en el cumpleaños del maestro Francisco Toledo” y destacó que el éxito de las fiestas es parte del gran trabajo del gobernador para que los propios pueblos y comunidades eligieran a quienes participan.

Destacó que esta fiesta se transmite por los medios públicos del estado, como el Canal 22, Canal 11 y la Cortv.

Los zapotecos de Santa María Tonameca de la región de la Costa, con Mayordomía de la Bandera del 12 de mayo y 16 de agosto llenaron de energía y algarabía el escenario del Auditorio. Tonameca significa en Náhuatl "Tonahili" (Sol o día) y "Mecalt" (lugar de origen) el cual puede ser traducido como “Lugar donde la gente del sol vive”. Santa María se refiere a la Virgen de la Asunción, la patrona de la municipalidad.

De la Tierra del Sol llegaron las y los mixtecos que recordaron cuando el primer astronauta mexicano llegó al espacio y cantó la Canción Mixteca, mundialmente reconocida y a la que han dado fama miles de emigrantes. Las mujeres de Huajuapan de León bailaron al ritmo del vuelo de las faldas coloridas, enormes y largas que ondearon mostrando el júbilo que fue acompañado por aplausos del público.

El corazón se llenó de gozo y los ojos se humedecieron, no de dolor, sino de sentimiento de fraternidad, de orgullo de ser hijo e hija de esta tierra prodigiosa.

La majestuosa y soberbia Danza de la Pluma de los zapotecos de la Villa de Zaachila de los Valles Centrales se hizo presente para la sorpresa y algarabía de quienes asistieron al auditorio, con sus deslumbrantes penachos de plumas, espejos, sonajas y sus trajes multicolores tradicionales. La Danza de la Pluma es una danza de conquista en la que se rememora el diálogo de indígenas y conquistadores.

El pueblo afromexicano de Collantes de la región de la Costa, con la Danza de los Diablos es la muestra de la unión de la cultura y música de los esclavos traídos por los españoles con los pueblos indígenas de esa región y su origen se ubica en el Virreinato, en el que se bailaba como un ritual dedicado al dios africano Ruja, al cual los esclavos le pedían ser liberados del yugo español, acompañada de armónica, quijada de burro, bote y charrasca. La Minga, el personaje femenino con máscara de muñeca es la única que lleva su falda amplia.

También por primera vez, se presentó el pueblo nahua de la delegación de Santa María Teopoxco de la región Sierra de Flores Magón, con el Rito del Matrimonio. Es una de las delegaciones que por 90 años fue marginada de las fiestas de la Guelaguetza. El misticismo y la religiosidad de este pueblo se mostró en su baile de mujeres descalzas con faldas negras de lana.

La delegación de Santo Domingo Tehuantepec, con Vela Sandunga deslumbró con los vestidos de las tehuanas orgullosas engalanadas con brillantes joyas de oro de filigrana oaxaqueña.

Las mujeres de San Juan Bautista Tuxtepec de la Cuenca del Papaloapan con sus inigualables huipiles bordados por manos de mujeres artesanas arrancaron las ovaciones de la audiencia con la coreografía de Flor de Piña, creada por la maestra Paulina Solís, quien falleció el pasado domingo 9 de julio. Las bailarinas ofrecieron un sentido homenaje a su memoria y de Karina León Gaytán, integrante de la delegación quien también falleció recientemente.

Y ya llegaron los de Ejutla de Crespo de los Valles Centrales, con el Jarabe Ejuteco contagiando de alegría a los presentes, mientras que la delegación de Santiago Pinotepa Nacional de la Costa, con Chilenas, Sones y Juegos, y un verso con el que reconocieron a la creadora de la coreografía Flor de Piña de la delegación hermana de San Juan Bautista Tuxtepec, arrancaron las ovaciones de las personas asistentes.

El corazón se llenó de gozo y alegría, de hermandad, en una fiesta incomparable en la que los pueblos de Oaxaca bailaron, danzaron y compartieron, juntos de nuevo, una histórica Guelaguetza 2023.

JVR

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