Lamentan “normalización” del fenómeno

Urgen a combatir el trabajo de niños en las calles de la Ciudad de México

El diputado del PAN Luis Chávez busca que gobierno y Congreso enfrenten juntos el problema; Carlos ha pasado tres de sus nueve años de edad vendiendo dulces en vía pública

Algunos de los pequeños deben trabajar en las calles, al lado de sus padres. Foto: Cuartoscuro

Carlos —nombre ficticio— ha pasado tres de sus nueve años de vida vendiendo dulces en el Centro Histórico. Nunca ha ido a la escuela, pero ha desarrollado otras habilidades: “Me la sé para andar en las calles, me aprendí todos los nombres de memoria, porque en la mayoría he trabajado”.

Aunque el pequeño desearía ocupar su tiempo en otras actividades “como lo hacen otros niños”, diario trata de vender lo más que puede para poder comprarse algo de comer y compartir con sus compañeros, quienes también viven en situación de calle.

“Mi papá golpeaba a todo mundo y mi mamá siempre en el vicio; me harté de eso y me vine a buscar suerte, lo único que lamento fue haber dejado a mi hermanita en esa casa”, contó Carlos, y añadió que nadie de su familia lo buscó, por lo que cree que dejar su casa “fue la mejor decisión”.

Carlos es uno de los miles de niños que trabajan todos los días en las calles de la Ciudad de México, los cuales, a decir de legisladores y especialistas, se han vuelto invisibles al grado de que no hay cifras oficiales.

Ante esto, el diputado local del PAN Luis Chávez García anunció que promoverá acciones para que el Gobierno capitalino y el Congreso se ocupen conjuntamente de combatir este fenómeno, al que está asociado el delito de trata con fines de explotación laboral.

El legislador apuntó que “se sigue normalizando que niños y adolescentes trabajen, pese a que organizaciones como World Vision México, Save The Childred, Red por los Derechos de la Infancia en México y Unicef han señalado que esto tiene múltiples consecuencias negativas.

Añadió que según el Inegi, se estima que la mayoría de los infantes que laboran comenzaron entre los seis y los ocho años de edad, además de que uno de cada cuatro de estos niños no recibe remuneración económica alguna.

Chávez García destacó que los sectores de comercio, servicios, agropecuarios, industrial y de construcción, son los más frecuentes en donde se encuentran menores laborando.

A su vez, la investigadora de la organización Early Institute, Renata Díaz, señaló que a los niños que trabajan se les vulneran varios derechos y se ve afectado su desarrollo.

“En la primera infancia el desarrollo del cerebro crece exponencialmente y cuando los menores se enfrentan a vulnerabilidades, tienen efectos en su desarrollo cognitivo”, aseguró.

En ese tenor, Renata Díaz especificó que cuando un infante se expone a trabajar, pierde o disminuyen sus derechos de alimentación, vivienda, servicios de salud y una vida digna.

Consideró que esta situación debe cambiar y señaló que “en vez de que sólo quitemos la pobreza, lo que se debe hacer es tratar de incentivar que los niños tengan educación”.

La especialista planteó que es necesario que los esfuerzos de las instituciones se dirijan más al sector infantil, para que los programas sociales que actualmente existen beneficien más a este segmento.

Agregó: “Tener más comedores comunitarios es una idea excelente, porque si los niños no tienen una buena alimentación, se hace un efecto dominó y se empieza a afectar la salud, por lo que necesitamos que las autoridades lancen un paquete de apoyo de emergencia para que los niños puedan satisfacer sus necesidades”.

Renata Díaz reiteró que es importante invertir en la primera infancia, ya que no solamente se trata de cifras, sino de miles de menores que están en pobreza extrema.

De acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, el trabajo infantil se incrementó a raíz de la pandemia de Covid, en especial en mercados públicos.