Vecinos de la colonia Lindavista, de la alcaldía Gustavo A. Madero, manifestaron su oposición al proyecto del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (Invi) de construir una torre de ocho pisos con 56 departamentos en el número 714 de la calle de Managua.
Se prevé que el edificio sea levantado en un predio en donde actualmente hay una casa abandonada. De concretarse la obra en ese lugar, donde sólo vivía una familia, ahora vivirán 56, pero sólo habrá 10 lugares para estacionamiento.
Isadora Arredondo, integrante de la Comisión de Participación Ciudadana Lindavista II, contó a La Razón que los vecinos de la zona sufren desde hace años afectaciones en el drenaje, en el abasto de agua potable y en la movilidad, entre otros problemas urbanos, y ahora temen que derivado de la obra que pretende iniciar el Invi se incrementen los conflictos.
“Los vecinos decidimos meter oficios en el Invi, el Invea, Seduvi y en la alcaldía, porque deseábamos conocer la opinión de Aurea López, que es la directora de Vigilancia y Verificación de la demarcación, ya que sabíamos que no había permiso de construir”, aseguró Isadora.
Arredondo especificó que desde el pasado 12 de junio enviaron un escrito al alcalde Francisco Chíguil y otro a Aurea López el 11 de julio; sin embargo, no han tenido respuesta de ninguno de los dos.
La única respuesta que han tenido fue de un funcionario del Invi, Ignacio Portillo Torres, quien en una reunión con gente de Seduvi, les dijo que se oponen a la construcción del edificio “por intereses personales” y porque son “unos burgueses, acostumbrados a la riqueza”.
La integrante de la Comisión de Participación lamentó la declaración de Portillo Torres y expresó que su lucha es legítima, en la zona sólo hay agua de 8:00 a 10:30 de la mañana. Los vecinos afectados han pedido en reiteradas ocasiones a las autoridades correspondientes que presenten los estudios que muestren que la construcción es legal y apta para la zona.
Por otro lado, Isadora Arredondo subrayó: “Pagamos una cantidad de impuestos como si viviéramos en una buena colonia y la verdad de eso ya no queda nada”.
En tanto, el diputado local del PAN Diego Garrido defendió la petición de los inconformes y comentó: “No queremos que se viole el uso de suelo, por eso pedimos que la autoridad reciba a los vecinos y dé una explicación, que se detengan las construcciones en Lindavista”.
En un recorrido que hizo por la zona, aseguró que el “Cártel del Invi” está vivo y se quiere instalar en las alcaldías, sin importar el daño a la calidad de vida de los vecinos ni las afectaciones en movilidad, medio ambiente y reducción de servicios.
Garrido aprovechó para hacer un llamado al Jefe de Gobierno, Martí Batres, para que reciba a una comisión de vecinos de Lindavista y escuche los argumentos por los cuales, no son viables estas obras de impacto en la zona.
Además, resaltó que el alcalde de la demarcación, Francisco Chíguil, ignora las súplicas de los colonos: “El edil simplemente nos da el portazo, no hay diálogo, los concejales de oposición son minimizados y desde luego que el Gobierno central tiene que darnos una solución”.