Personal de la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno de la Ciudad de México (Sobse) retiró ayer la dovela que cayó de la obra del Tren Interurbano México-Toluca, en la alcaldía Álvaro Obregón el pasado 16 de enero, durante una serie de maniobras que llevaron aproximadamente tres horas, ya que se trataba de una pieza de gran tamaño.
La estructura que cayó pesaba aproximadamente 90 toneladas y se desplomó accidentalmente sobre tres autos que estaban estacionados sobre calzada de las Minas en la colonia Acueducto, dos de los cuales quedaron completamente destruidos.
Para realizar los trabajos de retiro de la dovela se utilizó una grúa tipo pluma que aguanta hasta 200 toneladas, la cual poco a poco capturó la enorme pieza de concreto de tres metros de altura por 11 de largo y 2.5 de ancho, una labor en la que participaron al menos 50 trabajadores de la construcción, bajo la supervisión de varios ingenieros civiles.
Las autoridades del Gobierno capitalino dieron a conocer que la dovela será destruida, ya que debido a la caída de una altura de diez metros se dañó irreparablemente y ya no es útil al proyecto.
Durante el retiro de la pieza permaneció en la zona una ambulancia para dar primeros auxilios, en caso de que fuera necesario, así como elementos de seguridad, quienes vigilaban que ningún vecino pasara al área restringida.
Cabe recordar que el día del incidente, el secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Esteva Medina, prometió que la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil revisaría los inmuebles que están en los alrededores, para verificar que no se encuentren en riesgo.
El pasado martes, el funcionario aseguró que se realizó el pago correspondiente a los propietarios de los dos vehículos que quedaron destrozados por la caída de la dovela.