Registra mayo 7 de 11 contingencias

Viven chilangos el año más contaminado desde el 2016

En cinco meses suman 25 días con restricciones por el ozono; el doctor Yoan Pérez alerta sobre los daños al sistema respiratorio por la polución en el Valle de México

Vista aérea de la capital del país con una mala calidad del aire, ayer.
Vista aérea de la capital del país con una mala calidad del aire, ayer. Foto: Cuartoscuro

La Zona Metropolitana del Valle de México acumuló 11 contingencias ambientales en menos de seis meses, lo que posiciona a 2024 como el año más sucio desde el 2016, por lo que especialista en la salud llama a tomar medidas para evitar enfermedades, principalmente respiratorias y del sistema digestivo.

El doctor Yoan Pérez, quien atiende un consultorio en la colonia Caracol de la alcaldía Venustiano Carranza, explicó a La Razón que las principales afectaciones por estos fenómenos se dan en sistema respiratorio y quienes son más vulnerables son los niños, o los asmáticos.

El profesionista comentó que los sectores vulnerables con enfermedades respiratorias podrían presentar dificultad para respirar, además, los cambios bruscos de temperatura provocan que se descompense el sistema inmunológico.

“Con el calor se favorece la propagación de virus tipo respiratorio, como por ejemplo la influenza, que no es común en este tiempo por el calor, porque generalmente es en el invierno, pero ahora mismo circula un brote de influenza muy importante y se debe a las contingencias”, explicó.

Yoan Pérez consideró que la influenza es atípica al circular fuera de tiempo y advirtió que ningún sector está exento de enfermarse, ya que la transmisibilidad es alta.

Agregó que otras enfermedades que detonan con las contingencias ambientales son la conjuntivitis, ya que se favorece y transmite en tiempos de calor y la salmonela, la cual es un virus que se transmite por vía digestiva.

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“Este virus aparece mayormente en alimentos que se descomponen por exposición a altas temperaturas, quizá como en las ventas ambulantes que sobran alimentos y los conservan de un día a otro sin una correcta refrigeración, esto puede producir un síndrome diarreico importante”, dijo.

El doctor mencionó que las diarreas provocan deshidratación y compartió que a diario atiende de entre 10 a 15 pacientes por las enfermedades antes mencionadas, por ello, recomendó lavarse las manos frecuentemente y en caso de comer en la calle, percatarse que haya buena higiene, así como evitar alimentos con base de huevo, harinas o embutidos, ya que en estos alimentos se desarrolla fácilmente la salmonela.

Además, Yoan Pérez sugirió lavar bien los alimentos que se comen crudos, como frutas y verduras; además, en caso de ser o estar cerca de una persona con gripe, influenza u otras similares, utilizar cubrebocas certificados.

“A diario atiendo infecciones respiratorias, diarreicas agudas, urinarias también son muy comunes, todas por exposición a las altas temperaturas y cambios bruscos del clima, todo está relacionado estrechamente con las contingencias”, comentó el profesional de la salud.

La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activó la más reciente contingencia ambiental el pasado sábado 25 de mayo, a causa de la alta concentración de ozono que alcanzó las 174 partes por billón en la estación de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.

Lo anterior, por las temperaturas mayores a los 30 grados Celsius y al débil viento en direcciones variables. Esto ha provocado el estancamiento de contaminantes y formación de ozono, por lo que la CAMe calificó la calidad del aire como “muy mala”. Ayer suspendió la medida.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, el puntaje para declarar contingencia ambiental era de 199 ppb, de 2015 a 2016 redujo a 185 y de 2016 a la fecha se acordó que sería de 155 partes.

En este año, mayo ha sido el protagonista de contingencias ambientales de este año y otros, pues de las 11 que las autoridades ambientales han activado, siete han ocurrido este mes.

El meteorólogo Aldair Felipe explicó a este diario que lo anterior beneficia a que la ciudad tome medidas preventivas y no esperar a que haya mayores concentraciones de ozono, lo cual permite llevar ventaja a años pasados.

El experto dijo que la finalidad de declarar contingencia ambiental es que se tomen todas las medidas preventivas, pues los ciudadanos pueden ser el factor de cambio para reducir las emisiones.

“Lo más probable es que todos aquellos que se encuentren susceptibles en el ámbito de la salud, perciban este impacto de las contingencias ambientales; es importante evitar en lo posible las altas exposiciones a la intemperie para inhibir el impacto”, explicó a este diario.

El especialista resaltó que la Ciudad de México es altamente susceptible, ya que de febrero a junio se establecen los sistemas anticiclónicos.