Autoridades han clausurado 40 negocios

Sacan del mercado más de 21 mil productos para vapear y fumar

La Agepsa suspende a dos comercios ubicados en el Centro Histórico por ofrecer este tipo de artículos; la doctora Sofía Romo alerta sobre los daños al sistema respiratorio

Personal de la Agepsa, durante la revisión de un negocio de vapeadores.
Personal de la Agepsa, durante la revisión de un negocio de vapeadores. Foto: Especial

Durante la actual administración, la Agencia de Protección Sanitaria (Agepsa) ha clausurado 40 establecimientos por la venta de vapeadores y artículos similares y ha asegurado más de 21 mil artículos de este tipo.

Antes del mediodía, los elementos de la agencia llevaron a cabo un operativo de revisión en la Plaza Izazaga número 89, donde clausuraron un local del piso 16 por riesgo sanitario, lo que provocó que se interrumpieran las ventas.

El segundo local que la autoridad clausuró fue en la Plaza del Artesano en República de Uruguay número 75.

En ambos negocios los encargados vendían vapeadores, cartuchos, cargadores, entre otros artículos, relacionados con el consumo de tabaco y otros; además, solían ser puntos de distribución para otros estados de la República, pues los compradores aseguraban que en estados como Zacatecas no se consiguen.

A dichas plazas también acuden jóvenes a comprar al menudeo y otras personas que se surten al mayoreo para después vender en otros lugares, ya sea en tianguis, negocios y hasta por Internet.

El coordinador de Alimentos y Bebidas y de otros Servicios de la Agencia de Protección Sanitaria, Gabriel Ramírez, expuso que en lo que va de la administración han retirado 21 mil 500 vapeadores, cargadores y cartuchos.

En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora el 31 de mayo, el funcionario explicó que quienes más consumen vapeadores son los menores de edad, por lo que exhortó a este sector a evitar esta práctica.

La médica cirujana Sofía Romo Dueñas, egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana, comentó en entrevista con La Razón que los vapeadores surgieron como una estrategia supuestamente menos dañina para dejar de fumar, pero no es así.

La profesional de la salud resaltó que instituciones como la Secretaría de Salud y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no recomiendan como estrategia sustitutiva.

“Aparte de que contiene nicotina, que precisamente es la sustancia adictiva, tampoco ayuda a quitar el hábito de fumar; además, las sustancias que calienta y aeroliza tiene muchos componentes nocivos incluso que se consideran cancerígenas”, expuso.

Sentí cambios bruscos, me cansaba rápido y cada que vapeaba me quedaba una sensación rara. Cuando fui al doctor me dijo que se trataba de una fuerte infección y lesión por el consumo
Escarlet, Exconsumidora de vapeador

La especialista resaltó que entre las cosas que tienen los vaporizadores hay glicerina, nicotina, propilenglicol, agentes saborizantes y a lo que se le conoce como vapor no lo es, sino se trata de aerosoles, los cuales tienen sustancias como plomo, compuestos orgánicos o partículas ultrafinas que se relacionan con problemas de salud relacionadas a los pulmones.

Romo Dueñas comentó que los vaporizadores están a la venta en el mercado desde 2007, pero se popularizaron en 2013; sin embargo, no se ha hecho un estudio de seguimiento a largo plazo para definir los riesgos que puede haber.

“El 30 de agosto de 2019 la CDC emitió una alerta por muchos pacientes que empezaron a tener enfermedades respiratorias severas.

“Llamaron a esta enfermedad lesión pulmonar asociado al cigarrillo electrónico y al vapeo, ya que puede causar neumonía, incluso ha habido muertes registradas por este uso”, mencionó.

Esta alerta se expandió por todo el mundo y no tardaron en aparecer casos en Canadá, Japón, Brasil, Argentina, Ecuador, Barcelona y México.

De acuerdo al último informe del CDC de Estados Unidos, del 17 de enero de 2020, reportó a nivel internacional dos mil 668 pacientes hospitalizados con lesiones pulmonares causadas por el vapeo y 57 fallecidos, de quienes 76 por ciento era menor de 35 años; además, 82 por ciento reportó usar productos con THC y 57 por ciento, productos con nicotina.

Romo Dueñas añadió que Sedesa emitió una alerta por la presencia de acetato de vitamina E, el cual es un irritante pulmonar que puede causar inflamación en el sistema respiratorio, así como trombosis, lo cual, se produce cuando se forma un coágulo de sangre en una o más venas profundas del cuerpo.

Coincidió en que quienes más consumen este tipo de productos son los jóvenes, ya que se ha vendido como un producto inofensivo, además, alertó que induce el hábito de fumar a quienes no solían hacerlo.

“Es llamativo porque tiene sabor, colores, sabe rico o este tipo de cuestiones que pueden atraer a nuevos reclutas que pueden tener lesiones pulmonares. Me he enterado de casos que se atienden en instituciones públicas donde ha habido gente que padece varias consecuencias”, indicó.

La médica cirujana expuso que quienes tienen más riesgo de tener lesiones pulmonares a largo plazo son niños, adolescentes y mujeres embarazadas. Sin embargo, todos los consumidores pueden padecer secuelas como inflamación en el tejido pulmonar.

“Realmente no tiene tanto tiempo en el mercado y ya se empiezan a presentar lesiones graves, por lo que es probable que en unos años, a mediano plazo, se empiecen a registrar más casos de las secuelas ya conocidas como neumonía y otras que podrían surgir, ya que ahorita no hay información suficiente, tenemos que hacer un seguimiento por décadas”, finalizó.

El CDC propuso una definición operacional sobre los casos de enfermedad pulmonar asociada con el uso de cigarrillos electrónicos-vapeadores denominada Evali, por sus siglas en inglés.

Escarlet fue una consumidora temporal del vapeador, ya que rápidamente comenzó a sentir cambios en su cuerpo y su condición física, sólo consumió dos que eran de tipo desechable; es decir, no contaban con cartuchos de recarga.

El costo de sus productos fue de 600 pesos cada uno, por lo que gastó mil 200 pesos, pero le salió más caro su tratamiento médico.

“Compré el primero, porque me pareció práctico, además algo que me gustó fue que no dejaba el olor impregnado a diferencia de los cigarros normales, cuando estaba por terminarme el primero me dio una tos extraña, acompañada de un dolor en el pecho, pero no lo relacioné con el vapeador, sino con algún cambio climático”, contó a este diario.

Cuando compró el segundo vapeador se percató que eran estos artículos los que le causaban que su condición física fuera a la baja, además la tos se volvía más severa, así como los dolores en el pecho; a la par comenzó a ver información en redes sociales acerca del daño de éstos.

“Me llamó mucho la atención que una youtuber que vapeaba quedó con respirador permanente por utilizarlo, entonces me espanté, porque la tos era cada vez más seca, sentí cambios bruscos, me cansaba rápido y cada que vapeaba me quedaba una sensación rara.

“Cuando fui al doctor me dijo que se trataba de una fuerte infección y lesión por el consumo”, recordó la joven, quien ya no accede a estos productos.