La fundadora de la organización Brigada Callejera Elisa Martínez, Elvira Madrid Romero, afirmó que en este momento tienen registro de al menos 300 mujeres trans y cisgénero víctimas por malos procedimientos estéticos con modelantes.
La activista dijo que actualmente lson acompañadas 148 mujeres trans y dos cisgénero en sus procesos legales y el resto es atendido en otras instituciones. El objetivo es que las personas que les inyectaron las sustancias tóxicas sean detenidas.
“Los cirujanos cobran sus 35-45 mil pesos, deben reparar el daño. Tenemos compañeras trans esperando por justicia. Hay un ‘doctor’ que repartía tarjetas en la zona de La Merced con su dirección, su teléfono y cobrando bastante dinero y no era un profesionista, no sabemos qué era, pero nosotros lo quisimos denunciar.
“A partir del año pasado incrementaron el número de compañeras cisgénero que se están aplicando este tipo de cosas”, dijo en entrevista con La Razón.
Madrid Romero mencionó que durante la pandemia por Covid-19, que inició en 2020, el sistema de salud se desbordó y las personas de la comunidad LGBT+ dejaron de recibir atención médica.
La situación, explicó la activista, provocó que algunos pacientes acudieran a la asociación civil, localizada en la calle Corregidora, de la colonia Centro, en la alcaldía Cuauhtémoc, a solicitar apoyo.
“El sistema de salud del Gobierno no estaba funcionando, nos impresionó que una de las atenciones más recurrentes fueron los modelantes que utilizan las compañeras trans, pues se inyectan aceite de comida, mineral, polímeros. Las veía con el cuerpo podrido, oliendo mal y sin que nadie las atendiera.
“En 2020 se morían, porque no las atendían, en pandemia perdimos alrededor de 150”, mencionó la defensora de los derechos humanos de las personas trabajadoras sexuales.
Madrid Romero explicó que Brigada Callejera brinda asesoría legal en este tipo de casos; no obstante, criticó, muchas carpetas de investigación que se abren por delitos como feminicidio, negligencias médicas, entre otras, no avanzan, pues las autoridades las ignoran, revictimizan o ceden a actos de corrupción.
“Quien tiene dinero es quien gana. Hago un llamado a las autoridades para que la justicia sea pareja para todas, no sólo de quien tiene de dinero; que se castigue a los doctores negligentes y además reparen los daños”, exigió.
Una de las 300 mujeres que esperan justicia, y de las 150 que son apoyadas por la asociación civil es Gretel Paredes, quien hace 11 años fue víctima de negligencia médica por parte del cirujano plástico Charbel Andrés Sosa Azar, quien le puso un implante de mamas y le hizo una rinoplastia que dañó su salud, pues ahora tiene problemas para respirar.
“Me inyecté modelantes por primera vez a los 13 años, el cirujano me los quitó y me dejó toda tasajeada de los senos, la nariz me la estuvo taladrando durante cuatro horas, el dolor era horrible en el tabique de la nariz”, recordó.
La mujer trans denunció a Sosa Azar ante la Fiscalía General de Justicia capitalina, pero, afirmó, la ignoraron, revictimizaron y la intentaron hacer retirar la denuncia, pues el sujeto presume tener dinero y contactos en la política.
Contó que quienes la atendían en la Fiscalía le indicaron que no contaban con peritos en cirugía plástica, por lo que la mandaron a otros hospitales donde tampoco recibió ayuda y era discriminada.
“Ese señor me desgració la vida, ya no puedo respirar, en la noche me estoy ahogando, a mí antes me gustaba mucho hacer ejercicio, ahorita ya no puedo hacer muchas actividades, por eso, exijo justicia, porque en mi persona sigo mal física y emocionalmente.
“Quiero llegar hasta las últimas consecuencias y si algo me llega a pasar responsabilizo a ese carnicero”, dijo.
La médica cirujana que atiende a las víctimas en Brigada Callejera, Victoria Tenango Soriano, consideró que hay que hacer visible que la medicina no es inclusiva, que hace falta hacer trabajo de inclusión de género, pues la población trans es grande y no tiene atención adecuada.
Explicó que la enfermedad de modelantes tiene características muy propias y ha estado presente desde hace muchos años por el desconocimiento de las sustancias que las personas se aplican, o bien, porque son engañadas.
“Lo más frecuente que encontramos aquí es aceite de cocina, de guayacol, aceite mineral, los cuales a veces se hacen pasar por colágeno autorizado.
“En algunas ocasiones los procedimientos los hacen ellas mismas o cosmetólogas y en muy pocas situaciones por médicos generales”, compartió.
En 2023 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios alertó que el uso de sustancias modelantes no absorbibles o no biodegradables usadas en cirugías plásticas, estéticas o reconstructivas aumentaron, pero no dio cifras.
Entre las sustancias detectadas por la autoridad federal están la silicona líquida o en gel, vaselina líquida o sólida, peptonas, silicona industrial, aceites para motores, entre otras.
Victoria Tenango dijo que las consecuencias de la enfermedad son varias, el cuerpo reacciona inmunológicamente y pide expulsar las sustancias, por lo que se inflaman crónicamente las áreas afectadas. También se generan úlceras y producen olores desagradables.
Tania Urrutia tiene una úlcera en el pie y una fuerte infección en su cadera debido a los modelantes que se puso y en 2019 las sustancias comenzaron a carcomerle la piel y al no tener recursos para operarse en el Hospital General de México, recurrió a operarse con un supuesto cirujano.
La mujer ahora espera atención médica para que le retiren las sustancias de los senos, ya que lucen duros y negros debido a que los líquidos buscan expandirse a otras zonas de su cuerpo, lo cual es un riesgo que podría ser mortal.
“No me atendieron como se debe, los doctores sólo me limpian y es todo lo que me hacen. Yo no tenía dinero para pagar una cirugía de 70 mil pesos y me operé con un cirujano cerca de mi casa y quedé muy mal, nosotras por vanidad nos inyectamos polímero”, contó.
En sus 35 años, Brigada Callejera ha logrado que las autoridades detengan a 150 presuntos responsables por malos tratamientos estéticos, pero, a decir de Madrid Romero, aún quienes esperan justicia como Gretel Paredes y Tania Urrutia.