La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina recibió de manos de comunidades indígenas y afromexicanas el bastón de mando, como símbolo del apoyo de los pueblos a su gestión.
Luego de trasladarse desde el Eje Central hasta el Zócalo capitalino, la mandataria llegó a bordo de un vehículo a la ceremonia frente al Palacio del Ayuntamiento, donde ya era esperada por las comunidades.
En el acto le fue entregado un huipil de pueblos indígenas y afroamericanos, una faja elaborada en telar por habitantes de Tláhuac; además que se le hizo entrega del fuego simbólico y un cirio encendido, para dar luz en su toma de decisiones.
El huipil es un atuendo tradicional de los pueblos de Xochimilco y fue entregado como forma de respeto y reconocimiento a los pueblos originarios de esa alcaldía.
En la ceremonia le colocaron una corona de flores y los representantes de las comunidades, le refrendaron su apoyo durante su gestión, pues aseguraron la acompañan en la transformación del país, y en el segundo piso de la cuarta transformación.
Los atuendos los portan los líderes de los pueblos y las flores representan la diversidad de las personas y creencias.
En el piso fueron creadas alfombras de aserrín de colores para encaminar sus pasos rumbo al nuevo cargo; al final, fue acompañada hasta sus nuevas oficinas por las mujeres y comunidades que la acompañaron en la ceremonia.
Al final del evento, Clara Brugada Molina formalizó la entrega-recepción de las oficinas del Gobierno de la Ciudad de México y posteriormente, se asomó junto a parte de su gabinete, por uno de los balcones donde se dio tiempo para saludar a la gente que la espero en la plancha del Zócalo.
Los asistentes ondearon pancartas y banderas, y en todo momento gritaron consignas a favor de la mandataria capitalina.
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