El Congreso de la Ciudad de México aprobó el dictamen que envió la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, para modificar el contrato de modernización de la Línea 1 del Metro y con ello permitir al consorcio chino CRRC termine la obra, la cual conectará con el Tren Interurbano.
El dictamen lo presentó la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública que encabeza la diputada de Morena, Valentina Batres Guadarrama, quien mencionó que la modificación no afecta al erario ni aumento en la deuda pública, es decir, no se solicitó más presupuesto para culminar la obra, únicamente que se dé más tiempo para concluir el proyecto, que va de Cuauhtémoc a Observatorio.
“El dictamen dice muy claramente que no se modifica el monto máximo contratado que son aproximadamente 38 mil millones de pesos, el plazo total del contrato que son 19 años tampoco se modifica, ese tiempo estaba dividido en tres fases, lo que se modifica es en la primera fase que comprende cuatro años”, explicó la mandataria.
Capturan a 3 integrantes de la banda en la CDMX
La morenista detalló que la única etapa que se modifica del proyecto planeado para los siguientes 19 años es la primera, que corresponde a la implementación y originalmente constaba de cuatro años, pero ahora se extendió a cinco.
Lo anterior refiere a la modificación del contrato de prestación de servicios a largo plazo, con folio STC-CNCS-195/2020, el cual contempla la modernización integral de trenes, el sistema de control y vías de la Línea 1 del Metro, la cual comenzó su intervención el 11 de julio de 2022.
Brugada Molina justificó en el documento que en caso de no aprobar la ampliación habría riesgo de la fragmentación del sistema de transporte público, lo que reduciría su eficiencia y efectividad; además, afectaría la continuidad del proyecto que busca reducir desigualdades estructurales en el acceso a la movilidad.
El diputado del PAN, Diego Garrido López, consideró que este cambio es resultado de falta de previsión, lo cual consideró que es preocupante, ya que es una secuela de la administración de Martí Batres Guadarrama; sin embargo, confió en que la actual mandataria concluya el proyecto de manera correcta.
“Queremos dejar muy claro que fue responsabilidad de la administración pasada la incompetencia y la ineficacia que hoy nos tiene con este retraso de la Línea 1 del Metro, pero también le vamos a dar el beneficio de la duda a la nueva administración, a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada”, abundó.
Esto, porque el consorcio CRRC Zhuzhui Locomotive y CRRC (Hong Kong) Co. Limited, encargadas de la etapa 1 de la Línea Rosa, entregaron ésta con retrasos. El Gobierno local las sancionó con mil 500 millones de pesos por incumplir la fecha de entrega.
El legislador de Movimiento Ciudadano, Royfid Torres González, compartió que la remodelación del Metro se trata de una responsabilidad en el ejercicio público, recordó que anteriormente realizó un recorrido en el área de intervención junto con la Comisión de Movilidad y para entonces no identificaron retrasos.
“Me parece correcto la actuación de la Jefa de Gobierno de solicitar el regularizar en términos administrativos todo lo que recibió de retraso de esta obra, pero también aclarar cuáles son las razones, se nos decía en la comisión que en el dictamen venía claramente establecida, cuáles habían sido los las causales de estos retrasos, en el dictamen no viene absolutamente nada relacionado viene en la solicitud”, reclamó.
El 28 de febrero de 2023, cuando Claudia Sheinbaum estaba el frente de la Jefatura de Gobierno, el director del Metro, Guillermo Calderón Aguilera, prometió que en diciembre de ese año concluiría la segunda fase del proyecto, pero no ocurrió.
“La segunda fase se concluye en diciembre de este año (2023), ya hubo una curva de aprendizaje, más de 23 empresas directamente incorporadas ya están adiestradas con sus equipos, con su logística, los aparatos de vía de la segunda fase ya están en camino. Claro que hemos aprendido y agilizado todos los tiempos”, declaró.
Yoselin, quien utiliza a diario la Línea 1, dijo a La Razón que el retraso afecta a los capitalinos, ya que cientos de personas utilizan dicha ruta diariamente, lo que aumenta los tiempos de traslado; además, consideró que el proyecto debió estar a cargo de empresas nacionales.
“Se me hace más difícil, porque tengo que buscar otras rutas de transporte para llegar; se me haría más fácil si estuviera abierto el Metro. Esperemos que sea verdad lo que dicen, que no sea como una excusa, ya que es otro medio de transporte (el Tren Interurbano) que le puede facilitar la movilidad a otra gente.
“Últimamente ha habido revueltas por cosas chinas que han estado en México, ojalá el Gobierno le ponga empeño y presión para que acaben rápido y no sólo sean excusas. Yo digo que se podía buscar a otra empresa, porque justamente la presidenta (Claudia Sheinbaum) dice que quiere involucrar marcas mexicanas y deberían darles la oportunidad”, opinó.
César Jiménez, quien utiliza la Línea Rosa una o dos veces por semana, consideró que es molesto que las autoridades hagan promesas que no tienen la certeza que pueden cumplir, especificó que comúnmente ocuparía la L1 para llegar a la estación Juanacatlán, la cual está sin operación.
El joven agregó que son impredecibles los lapsos de tiempo que se invierten en el Metro, ya que frecuentemente hay fallas, retrasos o desalojos, aunado a ello, dijo que el Tren Interurbano y el Metro deberían trabajarse en proyectos distintos y tener su independencia.
“Si utilizamos el transporte es por facilidad de traslado, pero ante todo esto, lo único que tenemos son molestias, es molesto porque tenemos que usar transporte alternativo, y no sólo eso, se provoca más caos en las calles, llegamos más tarde, tenemos que agilizar actividades, incluso levantarnos muchísimo más temprano para poder llegar medianamente puntual.
“Si realmente la empresa ha fallado y tiene mala reputación, yo creo que sí tendría que ser una buena opción el rescindir el contrato y contratar a una nueva empresa que sea más seria y más formal”, subrayó César.