El número de personas detenidas por presuntamente comerciar cocaína en la Ciudad de México aumentó 46.6 por ciento al pasar de 950 en 2019 a mil 393 en 2023, en comparación con las detenciones por venta de marihuana, reportó la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
En el Sexto Informe de Gobierno, la dependencia detalló, además, que subieron 17.9 por ciento las remisiones por la oferta del narcótico, el cual afecta principalmente el sistema nervioso central y que es considerado como uno de los más peligrosos por la adicción que provoca.
De enero a julio de 2024, la SSC reportó que en las remisiones ante el Ministerio Público por la venta de cocaína la cifra fue de 292, mientras que en el caso de detenidos fue de 532.
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Acerca del incremento en las detenciones por la venta de cocaína, el analista político, David Saucedo, explicó que influyen varios factores, entre ellos, que actualmente hay una competencia entre los grupos de macrocriminalidad, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa, la Familia Michoacana, así como mafias locales como la Unión Tepito.
“El negocio de la droga sigue siendo el transporte y comercialización hacia Estados Unidos, pero con tal de evitar gastos operativos, sobornos a las autoridades locales, se está distribuyendo a mayor frecuencia y a mayor volumen a nivel local”, comentó a La Razón.
El experto en seguridad recordó que cuando gobernó el PRI en el país presuntamente había un acuerdo entre las autoridades y el narcotráfico, el cual consistía en que no se vendieran drogas de manera masiva en México, pero a raíz de que cambió la administración se desarrollaron mercados locales de consumo, los cuales no existían anteriormente.
David Saucedo comentó que en los últimos años aumentó el reclutamiento de menores de edad y, por consecuencia, la distribución, así como el consumo de sustancias ilícitas en infancias. Explicó que las células delictivas optan por reclutar a dicho sector, porque es imputable y las penas son cortas o incluso se absuelven cuando cumplen la mayoría de edad.
“Está disminuyendo la edad de consumo y también el género, antes eran mayoritariamente hombres los consumidores, pero ahora hay un porcentaje más creciente de mujeres, en segundo lugar, las drogas sintéticas registran un avance.
“Los cárteles reclutan niños y niñas, porque pueden dedicarse al sicariato, halconeo, y en el caso de que sean detenidos no tienen una pena que los deje fuera de la actividad criminal; muchos de estos niños provienen de zonas marginadas y de hogares disfuncionales sin acceso a la justicia, los niños en situación de calle son reclutados por una baja compensación económica, además, muchos de ellos ya tienen adicciones y les pagan con droga en especie”, mencionó.
El negocio de la droga sigue siendo el transporte y comercialización hacia Estados Unidos, pero con tal de evitar gastos operativos, sobornos a las autoridades locales, se está distribuyendo a mayor frecuencia y a mayor volumen a nivel localDavid Saucedo, Experto en seguridad
David Saucedo sostuvo que la cocaína y la marihuana aún son las drogas que más se consumen, pero otras, como la metanfetamina y el crack, tienen un precio competitivo en el mercado, lo cual permite el incremento del consumo.
“De fentanilo casi no hay reportes ni registros en función de que sigue siento todavía un consumo reducido y circunscrito a ciertas ciudades, entre ellas la zona metropolitana de la Ciudad de México, donde se distribuye el fentanilo, pero mezclado con otras drogas para potenciar su efecto alucinógeno e inducir una adicción más fuerte”, advirtió.
De acuerdo con el Sexto Informe de Gobierno, la SSC reportó una baja en las detenciones por narcomenudeo de marihuana, al pasar de tres mil 553 a dos mil 675 de 2019 a 2023, y hasta julio de este año registró mil 732 detenciones.
El documento detalla que de 2018 a 2024 con corte a julio se aseguraron sólo 14.2 kilos de cocaína, tres mil 523 kilos de marihuana, 16 mil 439 pastillas psicotrópicas y 12.8 kilos de otras drogas, esto como resultado del Operativo Móvil para disminuir la incidencia de los delitos de alto impacto social en las 16 alcaldías.
David Saucedo comentó que, si bien hay clínicas de rehabilitación privadas, no todos los consumidores tienen acceso a ellas, sólo a los anexos; sin embargo, consideró que llegan a convertirse en puntos de venta o reclutamiento.
“Muchos anexos son fundados por personas que tuvieron algún contacto con el consumo de drogas y se rehabilitan, en algunos casos se trata de negocios y funcionan como ONG, hay clínicas con giros comerciales y algunos que se convirtieron en refugio de delincuentes o semilleros de reclutamiento o puntos de venta, muchos cárteles se apoderan de los anexos para darles este giro”, expuso.
Kaleb, consumidor de cocaína, dijo a este diario que gasta cerca de mil 200 por semana en esa droga, además, otros 800 pesos en LSD, marihuana, alcohol y cigarros, lo que representa un monto aproximado de ocho mil pesos mensuales.
“Estoy acostumbrado a consumir casi diario marihuana, cigarros y poco alcohol, los fines de semana (jueves a domingo) aumento un poco el consumo de ambas y también cocaína. Me gustan los LSD, pero de ésos varía el consumo, puedo comerme dos a la semana o uno al mes, definitivamente mi gasto fuerte es en el perico”, dijo.
El hombre de 36 años comentó que comenzó a consumir drogas cuando era adolescente, primero probó el alcohol y cigarros, después la marihuana y casi al mismo tiempo la cocaína, años después experimentó con otras drogas, pues ya no tenía que buscar vendedores.
“De cuando era adolescente a ahorita ya hay una diferencia abismal en el acceso a las drogas. Antes le encargaba a un amigo que iba a Tepito, pero a mí me daba miedo meterme ahí, todo era como clandestino, pero ahora incluso la he llegado a pedir por paquetería”, mencionó.
Kaleb ha intentado dejar de drogarse, pero sólo redujo el consumo por tiempos cortos, pues compartió que la abstinencia le provoca sudores fríos, calenturas, ansiedad e incluso ataques de pánico.