Para pagar deudas económicas, Jorge Leonel “N” aceptó “hacer un jale” y ése fue asesinar al titular de la Unidad de Estrategia, Táctica y Operaciones Especiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Milton Morales Figueroa. Ya está preso, pero aún hay otras personas buscadas por este crimen.
El 21 de julio, el agente capitalino, quien cumplía su último día de vacaciones, acudió a la pollería “César”, en la calle Agua, de la colonia Los Acuales, en Coacalco, Estado de México. Ahí, Leo descendió de un auto, se acercó a Morales Figueroa, quien no tenía escoltas en ese momento, y le disparó.
“Lamento informar que, derivado de un cobarde ataque ocurrido en Coacalco, Estado de México, mi compañero y amigo comisario jefe, Milton Morales Figueroa, perdió la vida. En éste, como en otros casos que atendemos en la SSC, no habrá impunidad”, publicó en sus redes sociales el secretario de Seguridad, Pablo Vázquez Camacho.
Morales Milton era un importante agente de la SSC, pues estaba a cargo de investigar las redes criminales de los grupos de narcotraficantes en la capital. Los golpes que asestó a células delictivas que tienen su origen en la Ciudad de México y operan en la zona metropolitana de la capital y el Estado de México serían motivos para ser agredido.
Entre los cuestionamientos que medios de información hicieron a las autoridades capitalinas fue por qué Figueroa Morales no contaba, en el momento de su asesinato, con escoltas. Este punto también formó parte de las indagatorias.
Vázquez Camacho reconoció que el agente tenía un “dispositivo de seguridad de manera regular”, pero el día del crimen no contaba con él.
Además, el 22 de julio, durante la conferencia matutina del entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, confirmó que Morales Figueroa había sido investigado y seguido por sus atacantes.
“Evidentemente que hay un seguimiento, paso a paso, de estas acciones, de algún grupo o persona o personas que hayan participado. Prefiero ser muy prudente, porque lo más importante es que no haya impunidad”, mencionó.
El 30 de septiembre, la SSC, la fiscalía capitalina, así como las secretarías de Seguridad y las fiscalías del Estado de México e Hidalgo, emitieron un comunicado en conjunto para informar que de los 11 presuntos implicados en el asesinato del agente, ya sumaban nueve los detenidos.
Las autoridades informaron sobre la detención de Jorge Leonel “N”, a quien identificaron como el sujeto que disparó a quemarropa. El detenido, indicaron, ya había estado en el Reclusorio Sur por robo y luego de ser liberado reincidió en actividades delictivas.
Además de esta persona, los otros detenidos son Jesús Octavio “N”, alias El Pinto; Juan Carlos “N”; Rafael “N”, El Bombón, y Raúl “N”, apodado Racafa, y, su mano derecha José Manuel “N”, Manu y/o El 16, ambos ligados al Cártel Nuevo Imperio. Estos dos últimos sujetos fueron detenidos en 2023 tras las indagatorias de Morales Figueroa.
Ellos sumaron a Armando “N” (padre), Erick Gerardo “N” y Lorena Janeth “N”, previamente detenidos. Además, hay órdenes de captura en contra de Armando “N”, apodado El Gordo (hijo) y Edgar Adrián “N”, alias El Manco.
De acuerdo con las investigaciones, Jorge Leonel “N” acudió el 21 de julio a un taller mecánico, en Tezoyuca, Estado de México, en donde se encontró con El Pinto, Juan Carlos “N”, El Manco y El Bombón. Los dos primeros abordaron un auto junto a Jorge Leonel “N” y luego de interceptar a Morales Figueroa ordenaron al expresidiario atacar al agente.
Posterior al ataque, los criminales regresaron al taller mecánico para cambiar de auto y luego ir a un punto de la México-Pachuca, donde dejaron a Jorge Leonel “N” para que se ocultara.
Las investigaciones para esclarecer el crimen aún continúan, pues actualmente El Gordo y El Manco aún están prófugos de la justicia. Las autoridades indican además que El Manco y Juan Carlos “N” tienen una relación familiar.