Cientos de niños que viven en situación de calle o en vulnerabilidad recibieron juguetes y ropa este 6 de enero, gracias a la iniciativa de José Luis Escobar, El Pikos, un punk, quien desde hace 35 años recauda obsequios para repartirlos el Día de Reyes en sitios identificados como focos rojos de la Ciudad de México.
Meses previos al tan ansiado día para los menores, El Pikos, quien llevaba los característicos estoperoles en su chamarra de piel y luce ahora una mohicana con la mitad del cabello desteñido, lanzó una convocatoria en varios puntos de la capital para que las personas donaran juguetes o ropa nuevos o de segunda mano en buen estado, libros, piñatas, aguinaldos y hasta despensas.
El punto principal de colecta este año fue la pulquería Insurgentes, pero también se recibieron artículos en las pulquerías La Risa, Dulce Tormento, el Centro Cultural Grand Under, Bar Mala Idea, librerías, auto lavados, entre otras.
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Diversos estudios y expertos en música consideran que a finales de los años 70 y a principios de los 80 llegó el movimiento punk a México gracias a los discos de música. Jóvenes punk, principalmente de barrios marginados de la capital y el Estado de México eran discriminados y violentados por las autoridades y estigmatizados por la sociedad.
José Luis Escobar dijo que la colecta nació en 1990, entre otros motivos, para demostrar a su madre que ser punk no es sinónimo de maldad y destacó que, por ejemplo, este año llevará actividades como lucha libre, teatro y cuenta cuentos a niñas y niños.
“Todo empezó por la represión de mi jefa, porque en los noventa había muchos pe... contra los punks y a ella no le gustaba verme con los pelos parados, siempre me tiraba mi ropa a la basura, entonces para que no vieran tan feo a los punks empecé a hacer la recolecta de ropa y juguetes, y de esa manera en el barrio, mi jefa y todos dijeron que no había bronca, que los punks no son oje...”, dijo a La Razón.
El Pikos afirmó que las bases importantes del punk son el apoyo y la solidaridad, por ello de 1990 a la fecha se han sumado decenas de personas a ayudar, de manera que, dijo, “sería imposible contar cuántos Reyes Magos son”, pues hay centros de acopio, asociaciones, ciudadanas, comunidad punk, centros religiosos, entre otros. A todos, aseguró, los une el deseo de llevar felicidad a las infancias en situaciones vulnerables.
De acuerdo con el estudio Pobreza infantil y adolescente en México, 2022, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia México, al menos 34.3 por ciento de las niñas, niños y adolescentes de la capital registró algún grado de pobreza.
“Siempre ha habido un trabajo chido de toda la banda punk de lograr y hacer cosas, siempre siendo coherentes con lo que decimos y predicamos, y sí, la gente ya tiene otra idea bien diferente de los punks y lo que queremos es que se replique esto, si todos hacemos de nuestra parte el mundo no estaría tan erizo”, sostuvo.
José Luis Escobar detalló que en años pasados los Reyes Magos Punk han repartido juguetes, ropa, aguinaldos y hasta rompieron piñatas con niñas y niños de los baldíos de Chapultepec, con las personas que se dedican al trabajo sexual, las personas trans, con los menores del Panteón San Fernando, en la Alameda Central, en Garibaldi, en campamentos migrantes, entre otros.
Raúl acudió a repartir juguetes durante la madrugada, contó a este diario que le llena participar en acciones como ésta, porque se ve reflejado en sectores que son estigmatizados, tal como lo fue la cultura punk en los años noventa.
Contó que otro beneficio de este tipo de eventos es que provocan que se reúnan con los amigos de antaño, incluso algunos que viven en otros países, viajan hasta México únicamente para repartir alegría y regalos a las infancias.
“Nosotros lo hacemos porque nosotros mismos vivimos esa situación del otro lado, la marginalidad, de lo que es no tener nada y ahora que mis hijas están grandes, yo les digo que sean siempre amables con las personas.
“El hecho de invertir un poquito de tu tiempo y llevar alegría a personas que posiblemente se la iban a pasar muy mal en Día de Reyes, se siente muy bien, comenzamos recolectando cosas en tocadas y después empezó a tomar más forma hasta que toda la gente empezó a juntar cosas y ahora hasta se llenan camiones”, dijo.
Añadió que es gratificante poder ayudar a padres de familia que desean alimentar la ilusión de sus hijos, pero que no tienen los recursos o la oportunidad de hacerlo; resaltó que las diligencias no son para ganar reconocimiento, sino para crear comunidad y por consecuencia, conocer personas con los mismos ideales.