Niñas y niños en situación de calle, así como de otros sectores vulnerables de la Ciudad de México, fueron sorprendidos por José Luis Escobar, El Pikos, y decenas de punks durante la madrugada del 6 de enero, pues ellos fueron los Reyes Magos que les llevaron no sólo juguetes, también libros, ropa, piñatas y otras diversiones con cuentacuentos y lucha libre.
El Pikos es un punk, quien cumplió 35 años consecutivos de convocar a la ciudadanía en general, pero en especial a la “banda punki” para donar ropa y juguetes, nuevos o de segunda mano, para repartirlos a grupos vulnerables, principalmente a hijos de trabajadoras sexuales, migrantes, indígenas, limpiaparabrisas, entre otros.
La noche del 5 de enero, alrededor de las 22:40, partió una gran caravana del Centro Cultural Under, ubicado en la colonia Roma, de la alcaldía Cuauhtémoc, la cual fue encabezada por un camión de carga de tres y media toneladas repleto de juguetes y ropa, éste fue previamente cargado por voluntarios, quienes destacaban por sus vestimentas negras de bandas de punk, por los estoperoles en sus chamarras de cuero, parches, mezclilla y cabellos de colores.
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El primer punto fue sobre avenida Chapultepec, en un baldío donde había varias familias y aproximadamente 40 menores de edad. Al lugar llegó un grupo de 80 a 100 personas, quienes colaboraban con las actividades, mientras unos se las ingeniaban para colgar la piñata, los niños salían emocionados, otros encamorrados, porque ya estaban dormidos y algunos admiraban los atuendos de sus Reyes Magos Punks.
Mariana, madre de dos niños, compartió con La Razón que este año únicamente recibirían aguinaldos de dulces que compró con lo que generó durante el día pepenando y revendiendo cosas. Dijo sentirse agradecida con la iniciativa de El Pikos, pues no sólo él y el resto de punks devolvieron la ilusión a los menores, también a los padres de familia.
“Es bien duro no poder darle a tus hijos lo que quieren o lo que merecen, porque es una ilusión bien bonita que no debería de ser un mal recuerdo para ningún niño; hay veces, como hace dos años, que mis hijos no recibieron nada, a pesar de que estaban más chiquitos y no sabían qué onda con todo este rollo. Una como mamá sí sabe y siente que les falla.
“Claramente sí existen los Reyes Magos, no importa la edad que tengas, siempre van a estar ahí como hoy vinieron aquí, ya lo han hecho en otros años y no sólo se trata de lo material, que claramente lo agradecemos y atesoramos siempre, pero también dejan a los chavitos bien felices y eso, estoy segura, que lo van a recordar cuando estén grandes, están sembrando muchas cosas”, compartió.
Los hijos de Mariana, de tres y cuatro años, recibieron prendas de ropa, juguetes y rompieron piñatas. En todo momento estuvieron felices conviviendo con los punks, cuya imagen les ha valido durante décadas de discriminación por su vestimenta, por sus ideales, su música, el pogo, así como por su posición política antisistema, pero también de autogestión.
No sólo se trata de lo material, que claramente lo agradecemos y atesoramos siempre, pero también dejan a los chavitos bien felices y eso, estoy segura, que lo van a recordar cuando estén grandes, están sembrando muchas cosasMariana, Madre de dos niños
Datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México, de acuerdo con información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, cerca de 655 mil 423 menores de entre 0 y 17 años de edad vivían en pobreza en 2022 en la Ciudad de México, y 47 mil 951 en pobreza extrema.
En ambos casos hay una disminución del número de menores en estas condiciones, ya que, en el primero bajó 24.2 por ciento entre 2016 y 2022; en el segundo, si bien repuntó 103.6 por ciento entre 2016 y 2020, año que coincide con la pandemia por Covid-19, para 2022 el número disminuyó 62.3 por ciento.
Los acompañantes de El Pikos se adaptaron a cada lugar para la entrega de los obsequios y para llevar a cabo las distintas actividades, ya que, por ejemplo, en Avenida Chapultepec una persona subió al camión de carga para sostener el lazo de la piñata, mientras otra trepó al techo de una vecindad.
Para la lucha libre, otro grupo descargó varios tatamis de las camionetas y los colocó en el piso para presentar el show de lucha libre, con el que resaltaron las risas y porras de todos los niños y sus familiares, por la presentación de dos combatientes: uno con una máscara con picos en la cabeza y el otro, con el rostro descubierto, pero con la “A” de Anarquía en su atuendo. También hubo quien repartió libros de texto infantiles, así como otro entregó ropa.
El colectivo llevó a cabo las mismas actividades en varios puntos de la Ciudad de México, algunos de ellos fueron en el Monumento a la Madre, en el Panteón San Fernando, campamentos migrantes; en Tlalpan y La Merced, con hijos de trabajadoras sexuales; Alameda Central, Garibaldi, entre otros.
Anita Fox, una de las pioneras de este proyecto, dijo en entrevista que este tipo de actividades son parte de la comunidad Punk, pues fomenta la ayuda mutua a otras personas y como equipo.
La mujer consideró que es importante acudir con dichos sectores vulnerables, ya que, por lo general, viven en condiciones precarias, han sufrido violencia, o sus padres de familia no tienen los recursos para solventar gastos.
“A mí me gusta que los niños tengan una sonrisa, por eso les traemos sus juguetes y ropa, para que la pasen bien este día. Llevo como 30 años viniendo, creemos en ayudar a las personas, nos ayudamos a nosotros mismos también haciendo esta labor.
“Esto ya se está replicando en algunos países de Centroamérica, la misma banda punki que ha contactado con El Pikos, ya el año pasado se inició en otros países, cada año es la colecta y entrega, estaría bien que se uniera más gente, y si no pueden venir aquí, que lo hagan en su propia comunidad, que es de lo que se trata, que no se centralice y que llegue a toda la gente que lo necesita”, afirmó esta reina maga punk.
