Luego del cierre de Plaza Izazaga 89, hace poco más de un mes, los comerciantes que trabajaban ahí buscaron otros espacios para continuar trabajando, aunque presentan dificultades, como Alfredo, quien halló un nuevo espacio, pero perdió clientes y sus ventas bajaron hasta 40 por ciento.
El vendedor contó a La Razón que, tras el operativo de autoridades federales el 28 de noviembre, en el que decomisaron 262 mil 330 productos que entraron al país de manera ilegal, el inmueble cerró, pero días después se les permitió sacar la mercancía documentada.
Alfredo explicó que para vender en Izazaga 151 llegó a un acuerdo con los propietarios del local donde labora actualmente para que ambos ofrecieran artículos para celulares; sin embargo, tuvieron que rentar locales en los alrededores, los cuales fungen únicamente como bodega para guardar el resto de mercancía.
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“Aunque esta plaza se podría decir que es lo mismo, nosotros ya teníamos nuestros clientes allá (Izazaga 89) y ahora no saben dónde estamos, no es como que podamos colgar carteles allá para avisar dónde estamos, porque, a pesar de que los jefes tienen todo en regla, los policías luego sólo quieren chingarse a la gente y de esto dependemos muchas familias y tampoco nos dan otra alternativa”, dijo.
La Plaza Izazaga 151 cuenta con cinco niveles, donde aún permanece la venta de mercancía china, pues en varias tiendas había artículos de Hello Kitty, Disney, series en tendencia como El Juego del Calamar, incluso de cafeterías reconocidas como Starbucks.
En la página web de la inmobiliaria Plazas Izazaga especifica que es una cadena de cinco inmuebles, los cuales están ubicados en los números 38, 89, 99, 151 y Plaza Flamencos 9, en los cuales se pueden encontrar más de 10 mil artículos de todo tipo, como bisutería, de belleza, maquillaje, juguetes, de hogar, ropa, aparatos eléctricos, bicicletas eléctricas y herramientas.
“Más que simples plazas comerciales son un lugar de oportunidades para inversionistas, para crear o crecer tu negocio ya que son centros de reventa concentrado en cuatro edificios de más de 10 pisos, situado en la zona centro de la Ciudad de México”, describe el sitio.
Alfredo comentó que otros comerciantes emigraron a Plaza Flamencos 9, a un costado de la estación Pino Suárez de la Línea 2 del Metro, pero desconoce su situación actual, ya que supo que a algunos sólo les permitieron guardar su mercancía mientras encontraban otros espacios.
“Nos la pusieron bien difícil, más porque la clausura fue en temporada alta, en diciembre siempre se disparan las ventas y acá, aunque sí vendemos, perdimos días fuertes en lo que nos volvíamos a colocar y, ya aquí, no fue lo mismo porque allá estábamos en el primer piso y ahora hasta el quinto, luego la gente ya ni sube hasta acá, si antes teníamos 10 clientes ahora seis o menos, por decir un ejemplo”, dijo.
Actualmente, la Plaza Izazaga 89 permanece cerrada, aunque sin sellos de suspensión de actividades; en sus puertas sólo hay cartulinas en las que se anuncia que “la plaza permanecerá cerrada hasta nuevo aviso”. En noviembre pasado, el secretario de Economía federal, Marcelo Ebrard Casaubon, afirmó que aplicarían la extinción de dominio del inmueble.
Ayer, este diario informó que, de acuerdo con un estudio elaborado en 2021 por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México, el edificio registraba distintas irregularidades como daños por el sismo del 7 de septiembre de ese año, comercio en un uso de suelo autorizado para oficinas y, en pisos superiores un peso de hasta 350 kilos por metro cuadrado, aunque los permitidos eran 250.
Aunque en Plaza Flamencos 9 ayer había movimiento afuera por la descarga de mercancía, dentro del inmueble de nueve pisos había poca gente y muchos de los locales permanecían cerrados; en cambio, en el inmueble marcado con el número 38 era lo contrario.
Al entrar a Izazaga 38 lo primero que se percibía era una fila que dirigía a los elevadores, incluso había letreros para desahogar a las personas a los nuevos elevadores, los cuales tienen mayor capacidad, como si estuvieran diseñados para transportar mercancía, pero debido a la demanda de visitantes, las personas con discapacidad tenían que esperar más tiempo para entrar con sus sillas de ruedas.
Plaza Matrix Shopping, otra plaza comercial, ubicada en Izazaga 99, tenía letreros a las afueras para ofrecer locales en renta, ahí se fueron algunos de los vendedores de Izazaga 89, tal como Rosa, quien vende frituras, pero expuso que no muchos optaron por esta opción.
“Yo no tuve tanto problema, porque el dulce se vende rápido y donde sea, principalmente los cigarros, y aquí como no hay mucha gente, faltaba quien les acercara un antojito; los que tenían locales fueron los afectados, pero no muchos se vinieron para acá, yo supongo que por lo mismo de que este lugar no es tan popular como las plazas chinas”, mencionó.
El pasado 3 de diciembre, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, dijo que intensificará las acciones para combatir la venta de mercancía pirata con el objetivo de garantizar la legalidad y recuperar los espacios públicos en la Ciudad de México, pero no mencionó nada respecto a la seguridad del inmueble.
Desde que comenzó el reordenamiento en el Centro Histórico, la Secretaría de Gobierno acordó que después de la temporada fuerte de comercio en diciembre se retomarían las reuniones con liderazgos para llegar a acuerdos para el reordenamiento.
