Jaqueline Palmeros, quien encontró restos óseos de su hija Jael Monserrat Uribe Palmeros después de cuatro años y medio de su desaparición, reclamó que, durante el primer día de búsqueda para dar con el resto del cuerpo, las autoridades no aportaron los refuerzos suficientes.
En entrevista con La Razón, Uribe Palmeros recordó que el jueves 23 de enero, los representantes de colectivos de búsqueda se reunieron con la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, el secretario de Gobierno, César Cravioto, así como con la fiscal, Bertha María Alcalde Luján, y prometieron aportar todos los recursos para encontrar el cuerpo de Monserrat, así como formar un gabinete de búsqueda en el que incluyeran a algunos de ellos.
“En cuanto al caso de Monse prometieron que ellos nos darían todos los recursos humanos y materiales para esta búsqueda exhaustiva. Tristemente me doy cuenta que no es así”, compartió con La Razón.
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Jael Monserrat desapareció el 24 de julio del 2020, tenía 21 años y dos hijos cuando fue vista por última vez en el cruce de Eje 5 y La Viga, de la colonia Apatlaco, en la alcaldía Iztapalapa. Debido a ello, su madre formó el colectivo Una Luz en el Camino para buscarla y ayudar a otras familias a encontrar a sus desaparecidos.
El pasado 17 de enero Alcalde Luján informó a la familia de Jael Monserrat que los restos encontrados en la Cuarta Brigada Regional Ajusco, dos meses antes, eran 99.9 por ciento compatibles con el ADN de la familia. Jaqueline Palmeros llamó a las autoridades a aportar más elementos a la búsqueda que continuará hoy y finalizará mañana.
“El polígono es muy amplio y la verdad es que no tenemos el personal suficiente, ni siquiera lo que nos imaginábamos, hay más familias y solidarios que personal que son los que deberían estar buscando, eso me tiene molesta, me tiene triste, porque si fuera algún hijo de alguna persona funcionaria no sería así la búsqueda”, dijo.
De acuerdo con el informe Buscar entre el dolor y la esperanza; hallazgos de fosas clandestinas en México 2020-2022, elaborado por la Universidad Iberoamericana, en dicho periodo la prensa reportó al menos siete fosas clandestinas en la capital con nueve cuerpos.
El análisis detalla que si bien en 2020 la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México presentó información sobre las fosas clandestinas halladas, para 2021 y 2022 los datos entregados vía transparencia por el órgano fueron “insuficientes”. Ayer, elementos de la Policía de Investigación (PDI) del órgano local participaron en la búsqueda de restos de Monserrat Uribe.
Respecto a los involucrados en la desaparición, quienes fueron detenidos en enero del 2023 y liberados por la jueza Belem Bolaños en julio del 2024, Jaqueline Palmeros expuso que está en un proceso de apelación y les fue asignada una sala para la siguiente audiencia, por lo que espera que el proceso avance y se haga justicia.
“Con los restos que se encontraron y se confirmaron que era de Monse, me imagino la situación legal sea otra, así debería de ser, pero eso ya lo definirán las autoridades correspondientes, mientras invito a la sociedad a que se una a la búsqueda porque nos faltan muchas manos y muchos ojos”, sostuvo.
En la búsqueda que se llevó a cabo este 27 de enero en el Llano del Vidrio, en el Ajusco, en Tlalpan, mismo en el que hace más de 10 años el grupo delictivo Los Camacho utilizó para enterrar a las víctimas a quienes plagiaban, así lo contó en 2024 su líder, José Omar Romero Esquivel, El Canario, ante el Ministerio Público.
En la jornada de búsqueda de ayer participaron alrededor de 150 personas, principalmente los familiares de colectivos de personas desaparecidas y voluntarios, así como personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, PDI, la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural, Guardia Nacional, Marabunta, Bomberos, Marina y Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Dos grupos hicieron: uno para tareas pesadas, como bajar a la colina a rapel para recolectar basura o escombro, así como quitar maleza y subir cubetas de tierras en la zona cero y alrededor de seis metros a la redonda; el otro, para cernir la tierra para buscar restos y separarlos.
Elementos de la Fiscalía local, Marabunta, Guardia Nacional y Bomberos buscaron cada uno en una parte de la zona y llenaban cubetas con tierra que, posteriormente, eran revisadas cuidadosamente por otros voluntarios.
Entre la tierra encontraron ropa, huesos de animales, zapatos, accesorios para cabello, un pedazo de una credencial de un menor de edad, varios casquillos de nueve milímetros; sin embargo, no hubo restos humanos; al finalizar la búsqueda después de siete horas se colocaron los restos encontrados sobre pedazos de plástico.
Mariana, quien es parte de la Organización Civil Marabunta, expuso que identifican si los huesos son de humano o de animales por sus formas y texturas, pero, aclaró, se deben revisar minuciosamente, pues suelen ser similares y llegan a confundirse.
“Hay huesos aparentemente largos que podrían confundirse con partes de los brazos o piernas, pero si lo mides con tu cuerpo queda muy corto y, por ejemplo, los extremos de los huesos de los niños son cartílago y conforme uno va creciendo eso se vuelve hueso, entonces descartamos que huesos pequeños bien formados sean de niños”, explicó.
La mujer dijo que, por lo general, los huesos de humano suelen ser porosos a diferencia de los de animales y cuando llegan a encontrar sólo fragmentos, en su interior pueden identificar de qué tipo es. Añadió que es común que se confundan los huesos pequeños con partes de las manos debido a que la morfología es similar.
Evert, quien es voluntario, trabaja en temas de derechos humanos y acude a las búsquedas con las familias, consideró que tanto en los trabajos generales para hallar restos, así como en los específicos, hay poca coordinación con las autoridades, pues no aportan elementos ni herramientas suficientes.
“Falta mucha coordinación, es más fácil cuando tienes una carpeta de investigación y la Fiscalía puede tener un perímetro delimitado, pero no hay abasto, dicen que por el tipo de flora y fauna los huesos no pueden ir más de 50 metros.
“El Ajusco tiene algo muy particular, hay un crucero que da a la carretera que va a Huitzilac, un municipio pesadísimo de Morelos, hay un montón de paso de cosas ilegales, por esa misma carretera sales a Zempoala en el Estado de México, es un triángulo donde vienen a dejar cuerpos de todos lados y necesita haber mucha coordinación interinstitucional que no existe”, apuntó.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de 2020 a 2024 las autoridades localizaron a 370 personas sin vida, de las cuales 83.7 por ciento era hombre, es decir 310; mientras que se localizaron 60 cuerpos de mujeres, lo que corresponde a 16.2 por ciento del total.
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FGR