Susana Dorantes tiene un puesto en el bazar navideño que se instala cada año a las afueras del mercado Río Blanco en la alcaldía Gustavo A. Madero. Este año, en que su familia cumple 12 de ofrecer artículos de temporada, las ventas son mejores que en los tiempos de la pandemia del Covid-19, comentó.
En éste y otros bazares y tianguis navideños de la Ciudad de México el flujo de gente aumenta a medida que se acerca la Nochebuena, al grado de que ya se observan aglomeraciones que, de acuerdo con Susana, se intensifican mucho en la noche.
Mientras atendía a sus clientes, la comerciante contó a La Razón: “A pesar de que el año pasado ya era más activo, las ventas no se habían recuperado totalmente por la pandemia, este año la gente tiene más ánimo y al menos yo, casi he duplicado mis ventas”.
En el puesto de la mujer de 68 años de edad hay listones navideños, escarcha, esferas y luces, entre otras cosas para decorar, además de que ella también hace adornos bajo pedido, que cuestan de 250 a mil 700 pesos.
El pequeño Edwin, de siete años, al igual que centenares de pequeños, miraba con asombro la gran cantidad de juguetes que se exhibían en los puestos; los señalaba y le decía a su mamá: “Yo quiero ése, se lo voy a pedir a los Reyes”.
Karla, la madre de Edwin, compartió que ya habían recorrido distintos bazares y supermercados para ver las diferentes opciones: “Es curioso que nos dejamos llevar con la finta que en los bazares les saldrían más baratos los juguetes a los Reyes Magos, pero en algunas cosas es todo lo contrario”.
Otros visitantes se concentraban a comprar árboles de Navidad naturales. Los más pequeños, de aproximadamente un metro y medio de altura, costaban alrededor de mil 200 pesos, mientras que los más grandes, de hasta cuatro metros y medio, valían 12 mil pesos.
A pesar de que no hay cifra exacta de los bazares navideños que se instalan en la Ciudad de México, los que más destacan por su tamaño son los del Palacio de los Deportes, la colonia Romero Rubio, la Central de Abasto, el Monumento a la Revolución y los adyacentes a los mercados de Sonora, La Merced, Jamaica y el del centro de Coyoacán. Todos estos lugares y las decenas de tianguis instalados afuera de los mercados públicos lucen saturados de gente.
En la lateral de Anillo de Circunvalación, entre la estación Merced del Metro y la avenida Fray Servando Teresa de Mier, caminar se convierte en una gran odisea, debido a la gran cantidad de gente que busca artículos de temporada.
En decenas de puestos se pueden adquirir árboles de Navidad artificiales, figuras inflables alusivas a la Navidad, escarcha, esferas y piezas para el Nacimiento, entre otros productos.
Pero estos sitios de oferta de artículos navideños también se han convertido en un centro de operaciones de asaltantes, quienes aprovechan los tumultos para bolsear o en algunos casos observan a sus víctimas y las siguen hasta que salen del bazar para asaltarlas con violencia.
A Diego lo abordaron junto con su esposa y su hija cuando salían del mercado Rio Blanco. Ya habían hecho sus compras, por lo que se dirigieron a su automóvil, en una de las calles aledañas, en donde un franelero les había cobrado anticipadamente 60 pesos “por tiempo libre”.
Compartió: “Casualmente en la esquina de la misma calle nos salen dos tipos con palos pidiendo que bajáramos los vidrios, no nos resistimos porque las cosas materiales no importan, pero no me hubiera perdonado que le hubieran hecho algo a mi familia”.
Diego dijo sospechar que los mismos franeleros están coludidos con los asaltantes: “Seguro ellos les dan el pitazo y les han de dar su parte, en otros años nos habíamos enterado de este tipo de asaltos, pero nunca nos había tocado”.
Enrique también fue víctima de robo pero en el Mercado de Jamaica, en la alcaldía Venustiano Carranza. A pesar de que se alcanzó a dar cuenta, sus pertenencias las hicieron perdedizas en cuestión de segundos, debido a la gran cantidad de gente que había.
El joven recordó que cuando sintió que le sacaron su cartera y su celular de la bolsa de su chamarra actuó rápidamente e identificó al ladrón, pero cuando los policías lo revisaron ya no tenía sus pertenencias. En segundos se las pasó a un cómplice, pero eso no se pudo demostrar.
Una señora que fue testigo del hecho se le acercó a Enrique y le dijo que el sujeto, al que los policías terminaron por dejar ir, era el mismo que la había robado a ella, pero que detrás venía su cómplice, que era quien recibía las cosas robadas.
Vigilan 12 mil policías
En tanto, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) tiene en marcha el “Operativo Fiestas Decembrinas 2023”, el cual estará vigente hasta el próximo lunes, y en el que participan 12 mil 359 elementos que realizan labores de seguridad y vigilancia en torno a los eventos que tienen lugar en las 16 alcaldías.
Del total de efectivos desplegados, seis mil 822 son de la Policía Auxiliar y están apoyados por 988 patrullas, 22 ambulancias y 16 motoambulancias del ERUM, así como 37 motocicletas y un helicóptero Cóndor, mediante el cual se realizan sobrevuelos de supervisión, disuasión y prevención.
Los efectivos de la SSC supervisan centros comerciales, tianguis, mercados, centros turísticos, las cuatro estaciones centrales de autobuses, estacionamientos públicos, los distintos servicios de transporte público, así como espacios donde la ciudadanía concurra para realizar compras, alimentarse o distraerse.
Otros de los puntos donde se concentra el operativo es en eventos masivos, como encendidos de alumbrados públicos y árboles de Navidad, bazares navideños, romerías y actividades culturales y recreativas.