La definición de la candidatura del Frente Amplio por México para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México se atoró este viernes y ha detonado un clima de incertidumbre entre los aspirantes del PAN, PRI y PRD, donde algunos ya advierten un posible rompimiento en caso de que no se respete el acuerdo que la oposición firmó para asegurar un proceso democrático de designación.
En conferencia de prensa, el aspirante priista y alcalde con licencia de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, explicó que las dirigencias nacionales del FAM se han demorado en entregar el aval que tendrían que haber otorgado desde las 18:00 horas a él, al perredista Luis Espinosa Cházaro y al panista Santiago Taboada, para que puedan arrancar con sus precampañas.
Manifestó preocupación y desconcierto, pues dijo no entender qué es lo que negocian las dirigencias “sin los interesados en la mesa”, si cada partido sólo tuvo el registro de un candidato, pues señaló que “no puede estar por encima de un proceso abierto y democrático una negociación”
“Debemos de dejar a un lado las intenciones mezquinas de algunos grupos que tienen intenciones personales y que pueden dañar la competitividad que tenemos en la ciudad”, señaló.
Reclamó que se siga aplazando la definición, ya que esto ha puesto en desventaja a la oposición frente a Morena, que desde hace dos meses comenzó su propio proceso y ya tiene una figura definida: Clara Brugada.
“En caso de no caminar este proceso interno juntos generaría un sentimiento antidemocrático en la sociedad y nos llevaría a perder la posibilidad de gobernar la ciudad… Esto le da ventaja a Morena, porque el Frente no está pintando”.
Tras mencionar que el Frente emitió un nuevo acuerdo en el que se apunta que podría haber una “negociación”, el alcalde con licencia cuestionó “¿a qué le tienen miedo?” y exigió que se les permita a los tres aspirantes confrontar sus ideas y proyectos para que la ciudadanía decida quién encabezará la oposición.
Para el PRI, dijo, es una oportunidad de recuperar la capital y la credibilidad que perdió con gobernantes anteriores; además, dijo que de los tres es el más competitivo, tiene menos negativos, ha gobernado más veces la ciudad y no está envuelto en ningún escándalo.
Tras afirmar que habla a nombre de él y del perredista Espinoza Cházaro, insistió en que “seria un descalabro terrible que no nos permitan que la gente pueda determinar lo que estamos eligiendo… nos llevaría un rompimiento”.
También cuestionó que algunos personajes de la propia alianza arremetan contra él y lo acusen de estar del lado de Morena, sólo por no atacar al Presidente, a la exjefa de Gobierno, Claudia Sheibaum, y tener una relación cercana con Clara Brugada y el exsecretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
“Los buenos gobernantes no gobiernan para los partidos, gobiernan para la gente y en el momento que se acaban los procesos democráticos nosotros estamos con la responsabilidad de darle resultados a la ciudadanía… Si ese es el problema, ¿qué gobierno queremos? es el enojo de mi propia alianza, ¿qué queremos?”, exclamó.
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Leo