Cae la medianoche del jueves 6 de agosto. Uno tras otro —y en medio de la pandemia—, llegan clientes al París Bar de la Zona Rosa, Ciudad de México. La música, las risas y el sonido de los tacones de las bailarinas se pueden escuchar desde la entrada. Es uno de los establecimientos que opera incumpliendo las reglas de la “nueva normalidad”, que contemplan que en semáforo naranja los centros nocturnos no deben abrir; por otra parte, los restaurantes deben brindar servicio sólo hasta las 22:00 horas y sin música ambiental.
Pero el París Bar no es el único que opera fuera del Programa de Protección y Resguardo de Personas con Covid-19, anunciado desde el pasado 26 de junio por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. En tres recorridos, La Razón detectó que existen otros dos establecimientos que operan de forma clandestina.
En la esquina de las avenidas Tamaulipas y Nuevo León, en la Condesa, donde antes cientos de personas saltaban de bar en bar, los locales como el Artic Bar o la discoteca Savú mantienen sus puertas cerradas; sin embargo, a la vuelta de la esquina, un sujeto entrega tarjetas de clubes nocturnos que están abiertos.
La primera y más inmediata opción es La Tequilería, un local ubicado en la Avenida Tamaulipas. Aunque la marquesina donde se lee La Perla de Occidente está apagada y la cortina cerrada, en la terraza se escucha el ambiente de la fiesta.
Tras unos breves golpes en la puerta, ésta se abre y un mesero invita a pasar a la terraza, donde alrededor de 20 personas bailan y beben al ritmo de la música.
En el lugar se ofrecen bebidas y de acuerdo al sujeto que entrega las tarjetas y que estaciona los autos, el lugar permanece abierto hasta las dos de la madrugada.
Después de las 10:00 pm, en las calles de Génova y Florencia de la Zona Rosa, taxistas y volanteros preguntan a los paseantes si quieren ir a otro lugar, donde venden “alcohol hasta las 5:00 am”.
“¿Quieres chicas?”, “¿buscas un bar o un table dance?”, grita un taxista, quien brinda también tarjetas de Black Royce, un club de bailarinas en Naucalpan, Edomex.
Ante esta situación restauranteros y empresarios de centros nocturnos han manifestado su inconformidad, pues existen establecimientos que siguen las normas para prevenir más contagios.
Uno de ellos es Walter Meyenberg, dueño del bar Hanky Panky, quien el pasado 3 de agosto expresó en una videoconferencia: “Es difícil salir a la calle y ver que no todos cumplen. Nosotros seguimos los protocolos… yo de verdad no veo la luz”.
En CDMX existen al menos 58 mil restaurantes, bares y antros; muchos de estos siguen sin abrir y otros más han quebrado. A nivel nacional, la Cadena de Restaurantes de México de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentado (Canirac) estima una afectación de 95 por ciento en el sector.
Los negocios que busquen reabrir bajo otro giro deberán registrarse a partir de este 10 de agosto en la plataforma covid19.cdmx.gob.mx/medidassanitarias, cuyo trámite es gratuito.