Basura Cero, programa insignia en la materia

Durante la firma del Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico, la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Marina Robles García, compartió que el programa Basura Cero es uno de los ejes estratégicos que ha permitido reducir 25 por ciento el volumen de residuos urbanos que se envían a los distintos rellenos sanitarios con que cuenta la capital.

Durante su participación, Robles García reconoció el fortalecimiento de esta lucha por parte del Congreso de la Ciudad de México, ya que se logró generar la primera Ley de Economía Circular del país con enfoque integral, gracias a lo cual más de 700 tiendas de autoservicio han respondido y transformado paulatinamente el uso de plásticos.

Esta ley, resaltó la secretaria, inspiró a casi cerca de 100 mil personas a participar en el acopio de más de 300 toneladas de pilas y motivó la inclusión de formas de gestión y consumo responsable en los planes de estudio de bachillerato, impulsados por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de la capital.

Añadió que gracias a la disposición de los ciudadanos, se capacitó a más de 13 mil locatarios de mercados y tianguis, a quienes se ha ofrecido 35 mil pláticas para incentivar la separación y mejora de gestión de los residuos.

Otro de los logros de Basura Cero, dijo, fue mejorar las plantas de composta del Gobierno capitalino para abastecer de biofertilizantes a las zonas agrícolas de la ciudad, con la producción de 17 mil toneladas de composta.

Marina Robles indicó que uno de los resultados de este esfuerzo fue la remediación y el reciclaje en el parque Cuitláhuac: “Este lugar aprovechó tanto residuos de la construcción como materiales plásticos en la construcción de su infraestructura, transformando un tiradero de residuos en uno de los parques más grandes y bellos del oriente de la ciudad”, enfatizó.

La funcionaria añadió que en locaciones como las barrancas del poniente, vasos reguladores, canales, humedales del suroriente, cauces de ríos y viejos tiraderos a cielo abierto, se retiraron miles de toneladas de residuos y han sido transformados en sitios de uso público que dignifican a los habitantes y al ecosistema.