Héctor planeaba llevar a comer a su esposa para celebrar el Día del Amor y la Amistad, pero en el restaurante que eligió, en la zona del centro de la Ciudad de México, le dijeron que las reservaciones se agotaron desde hacía dos semanas.
“Lo que me aterra es que seguramente en otros lugares me dirán los mismo”, comentó Héctor a La Razón, consciente de que lo más seguro sería que tuvieran que ir a hacer fila en algún lugar para poder pasar.
Y, en efecto, los restaurantes del Centro Histórico, en especial los ubicados sobre la calle Madero, estaban a reventar y afuera de ellos había filas enormes de parejas, muchas con flores o regalos en las manos, que querían ingresar.
Diego y Sofia vinieron a la capital a celebrar este día, son originarios de Iguala y no esperaban las aglomeraciones de que encontraron: “Sabemos que este día todo está un poco más lleno, pero comenzamos a desesperarnos, tenemos casi 40 minutos esperando para entrar”, comentó la chica mientras estaba formada.
En algunos restaurantes la desesperación venció al amor, pues hubo quienes descartaron sus planes de comer juntos para realizar “algo más tranquilo”.
Julieta acudió a un restaurante de la calle de Regina con siete de sus amigos, lo cual, complicó el que el grupo consiguiera un lugar donde estuvieran juntos.
“Llevamos tres lugares a los que intentamos entrar, en uno nos dicen que sólo podemos sentarnos separados, porque no hay espacio, en otro que esperemos hasta dos horas y en el último está carísimo, exageraron los precios, mejor nos iremos a casa de uno de nosotros a organizar nuestro plan”, compartió.
En las calles se resaltaban los colores rojos y rosas en los regalos que portaban las parejas que caminaban de la mano y en los puestos fijos y semifijos.
Afuera de las escuelas no faltaron los puestos que vendían dulces, cartas, tazas, así como gran cantidad de artículos alusivos a este día, y muchos estudiantes ya llegaban preparados con grandes globos y peluches.
Ana Laura vende peluches, brochetas de dulces alusivos al 14 de febrero y tazas en la calle República de Colombia en la colonia Centro de la alcaldía Cuauhtémoc.
Sin dejar de atender a los clientes, aseguró: “A diferencia de otros años, en éste hubo más movimiento, las ventas fueron mejores, pero no como esperaba”.
Quienes de plano hacían su agosto eran los globeros, los cuales ofrecían piezas desde 25 pesos -miniaturas- hasta los gigantes, de 400 pesos.
Isaí adquirió un globo de aproximadamente 50 por 50 centímetros a un costo de 250 pesos y comentó que para este 14 de febrero planeaba gastar un total de dos mil pesos.
Compartió: “Pienso comprar un ramo sencillo de flores porque por la fecha aumentaron los costos, además, falta la cena, el año pasado gasté aproximadamente mil 700 pesos, para este año solo destinaré 500 pesos más”.
AM
