Cada casa de la Ciudad de México que cuenta con un tanque de gas licuado de petróleo (LP) podría tener riesgo de enfrentar una situación similar a la que se vivió este fin de semana en una vivienda de la colonia Pensil, en la alcaldía Miguel Hidalgo, donde una persona perdió la vida y 12 resultaron heridas tras la explosión de dos cilindros picados, reconoció la titular de Protección Civil capitalina, Myriam Urzúa.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares (Encevi) del 2018, en la región central del país, donde se localiza la Ciudad de México, el 85.2 por ciento de las viviendas hace uso de gas LP, mientras que el 5.8 por ciento utiliza gas natural; si el porcentaje se aplica al caso de la capital del país, serían alrededor de dos millones 347 mil viviendas (de un total de dos millones 756 mil 319, según el Inegi) las que cuentan con gas licuado de petróleo, ya sea en tanques fijos (estacionario) o no fijos (cilindros).
La titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, recordó a La Razón que todas las viviendas, o al menos la mayoría de ellas, tienen gas, ya sea natural o LP, y por ello subrayó que la revisión de tanques de gas LP es un trabajo en conjunto por parte de los habitantes, quienes deben revisar que los tanques no estén picados, que no se perciba olor a gas en sus domicilios y, en caso de requerir atención, llamar a las autoridades.
“Hay problemas en muchos lados. Si tuviéramos que hacer un mapa de puntos, pondríamos todas las viviendas que tienen gas LP, porque la idea en este caso es que tenemos que revisar nuestros tanques, tenemos que ver si no están vencidos; si es así, hacer el cambio; si sentimos olor a gas, hay que llamar al 911 y revisar todas las conexiones de gas que hay en nuestra casa”, advirtió.
Urzúa Venegas explicó que detectar este tipo de fugas es “una tarea de corresponsabilidad”; es decir, que cada persona tiene que hacer las revisiones pertinentes en sus hogares y, “por supuesto, la autoridad tiene que atender las llamadas, pero esto tiene que ver con la cultura de la prevención y la cultura de la prevención parte en nuestra casa”, dijo.
“Hay más de un millón y medio de viviendas en la ciudad; muchas de ellas tienen gas natural y las otras gas LP; todas tienen gas o la gran mayoría tienen gas. Por lo tanto, todas tienen que atender, cada una, los problemas al interior y avisar a PC tanto de la alcaldía como al Gobierno central, y hablar con proveedores de gas LP para cambiar sus tanques en caso de que estén vencidos”, explicó.
Respecto a la explosión de este sábado, ocurrida en una vecindad ubicada en Lago Ammer, la secretaria detalló que durante este domingo se trabajó en sacar el cascajo, limpiar la calle afectada y se dio inicio a la limpieza del terreno en el que ocurrió el hecho.
“Esta (explosión) ocurrió a causa de la filtración de la fuga de gas de un tanque de gas LP, que ya estaba vencido, que ya tenía picaduras, pero es una investigación que tiene la Fiscalía y ella nos dará ya cuáles fueron las causas concretas de lo que pasó”, destacó.
Los tanques en mal estado, viejos o con picaduras son frecuentes. El 27 de octubre, durante el arranque del programa de Gas Bienestar en la alcaldía Azcapotzalco, Gustavo Álvarez Velázquez, titular de Gas Bienestar, reconoció que “alrededor del 50 por ciento” de los tanques que se cambiaron por parte de este programa, sólo en la alcaldía Iztapalapa —donde se inició el programa—, “ya no sirven, tienen fugas o no sirve la válvula”, por lo que han sido chatarrizados.
Desde hace dos décadas, la capital del país ya estaba considerada entre las entidades con mayor incidencia de accidentes por gas.
De acuerdo con el informe “Modelación de radios de afectación por explosiones en instalaciones de gas”, elaborado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), en el 2001 el entonces Distrito Federal era la tercera entidad con mayor cantidad de accidentes, después del Estado de México y Michoacán; de acuerdo con ese estudio, la capital del país tenía el 19 por ciento de riesgo de este tipo de accidentes.
En México, el 79 por ciento de las viviendas se abastece por medio de tanques o cilindros de gas LP, según la Encevi del 2018.