Instituto Nacional de Salud Pública

CDMX, primer lugar en este tipo de abuso

El 33.4 por ciento de las mujeres y adolescentes de entre 15 y 49 años de edad a nivel nacional han sufrido algún tipo de violencia obstétrica

CDMX, primer lugar en este tipo de abuso.
CDMX, primer lugar en este tipo de abuso. Foto: Especial

La capital del país es la entidad con el mayor número de reportes de mujeres que sufrieron algún tipo de maltrato durante sus labores de parto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública.

Según la dependencia, el 33.4 por ciento de las mujeres y adolescentes de entre 15 y 49 años de edad a nivel nacional han sufrido algún tipo de violencia obstétrica; de estas, el 30.5 por ciento son casos que ocurrieron en la Ciudad de México.

Las entidades con la mayor proporción de prevalencia de maltrato durante la labor de parto del país son la Ciudad de México y los estados de México, Tlaxcala, Morelos y Querétaro, según los datos disponibles.

Mientras que las entidades del país con menor proporción de prevalencia de maltrato durante la atención obstétrica fueron Sinaloa, Nuevo León, Chihuahua, Guerrero y Chiapas.

El Grupo de Información de Reproducción Elegida (Gire) califica como violencia obstétrica como una forma “específica de violencia contra las mujeres y otras personas con capacidad de gestar que constituye una violación de los derechos humanos”.

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), refleja que el tipo de violencia que más se ha denunciado por parte de las mujeres son gritos o regaños, durante sus embarazos o partos, con un porcentaje del 11 por ciento, seguido de tardanza en el tiempo de atención “porque decían que la mujer se quejaba o gritaba mucho”, con un 10.3 por ciento de las mujeres que han sufrido este tipo de violencia.

En tercer término se encontró la falta de información respecto a la necesidad de practicarles cesárea, situación que han padecido 10.2 por ciento de las mujeres afectadas.

En el 9.9 por ciento, las afectadas fueron ignoradas cuando preguntaron ya fuera por su parto o por su bebé; mientras que 9.2 por ciento refirió haber sido presionada para aceptar una operación o colocarse algún dispositivo.