La Ciudad de México ocupa el quinto lugar a nivel nacional en transfeminicidios con 43 casos registrados entre 2007 y 2023, de acuerdo con el Centro de Apoyo a las Identidades Trans. En lo que va del presente año la asociación identificó tres crímenes de odio.
La directora de la asociación civil calificó como irónico que la capital del país sea de las entidades con más transfeminicidios, pues es donde más políticas públicas y acciones legislativas o normativas a favor de las poblaciones de diversidad sexual y de género.
“Es importante generar herramientas para la vida ante la muerte de las personas trans. Hay dos indicadores importantes: el primero es que México es el país con el mayor número de personas trans asesinadas en el mundo, por otro lado, hay un dato incorrecto que señala que la edad promedio de la gente trans es de 35 años.
“El promedio de muerte de las personas trans no es de 35 años, ese dato indica que la mayoría de las víctimas fueron asesinadas en esa edad, pero no habla de su esperanza de vida, sin descartar que cualquier asesinato es condenable””, comentó en entrevista con La Razón.
Se debe respetar la identidad de género para que no haya actos de repetición en contra de los derechos humanos. Buscamos que haya una Fiscalía para profesionalizar estos crímenes que suceden en el paísKenya Cuevas<br>Fundadora de la Casa de las Muñecas Tiresias
De acuerdo con los registros de la asociación civil, en este periodo la entidad donde más asesinatos de personas trans registra es Veracruz, con 80; Guerrero con 80; Estado de México, 58; y en Chihuahua, 57.
Sobre la capital del país, el año con más casos fue 2019, año en el cual el Centro de Apoyo registró nueve transfeminicidios, cinco en 2012, cuatro en 2012 y la misma cantidad en 2016.
Rocío Suárez consideró que estos cinco estados deben activar alertas de género para plantear a los gobiernos la necesidad de implementar acciones policiacas, en materia de bienestar, así como de oportunidades.
Entre los casos más recientes de transfeminicidios está el ocurrido el 25 de septiembre de 2022 en Guerrero cuando Luna Flores fue asesinada. Cuatro días después las autoridades de León, Guanajuato, hallaron el cuerpo de Isabella Álvarez.
Otro crimen de odio fue el ocurrido el 18 de enero del año en curso cuando dos hombres de Veracruz mataron a golpes a Denisse Cabaly, de 29 años de edad.
En abril pasado, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México publicó en la Gaceta Oficial local la oferta de recompensa de 500 mil pesos para quien brinde informes que ayuden a detener a Arturo Felipe Delgadillo Olvera, presunto asesino de la trabajadora sexual Paola Buenrostro, el 30 de septiembre de 2016.
El sospechoso, identificado como un exmilitar, es acusado por homicidio calificado. Las autoridades capitalinas lo detuvieron luego de cometer el crimen sobre Puente de Alvarado.
El 2 de octubre, el juez de Control adscrito a la Unidad de Gestión 5 del Tribunal Superior de Justicia, Gilberto Cervantes Hernández, liberó a Delgadillo Olvera, quien está prófugo.
La fundadora de la asociación civil, Casa de las Muñecas Tiresias, la activista, Kenya Cuevas, mencionó a este diario los crímenes de odio concentrados en la Ciudad de México se debe a que es donde más se ejerce el trabajo sexual.
La defensora de los derechos humanos explicó que, en muchos casos, los transfeminicidas son los clientes de las trabajadoras sexuales o el mismo crimen organizado que explota sexualmente a sus víctimas.
“Además del machismo, los asesinatos los provocan clientes sexuales o el crimen organizado que cobra cuotas y sino, te levantan, también influyen los padrotes que enamoran a las mujeres y se vuelven sus disque parejas, pero al ya no proveer llegan a agresiones hasta la muerte”, explicó.
CAUSAS Y DESAFÍOS. Kenya Cuevas comentó que las autoridades deberían tener apertura para brindar calidad de vida, además, capacitar a las instituciones públicas y crear conciencia sobre las leyes que ya existen.
“Se debe respetar la identidad de género para que no haya actos de repetición en contra de los derechos humanos. Buscamos que haya una Fiscalía para profesionalizar estos crímenes que suceden en el país”, dijo.
En tanto, Rocío Suárez mencionó que las normas y leyes no funcionan sino se erradica el machismo y se promueven cambios culturales.
La activista ejemplificó que se debe implementar educación para todos los sectores en materia de educación sexual y diversidad a través de escuelas, medios de comunicación, entre otras vías.
Rocío Suárez añadió que en la metrópoli urge implementar acciones para favorecer a los grupos de atención prioritaria como son los trans, personas discapacitadas, entre otros.
“Uno de los espacios donde las personas trans son discriminadas es en el trabajo, el gobierno podría dar un mensaje de inclusión al dar oportunidades laborales a una persona trans para normalizar la presencia del sector en la Ciudad de México”, expuso.
Datos del Centro de Apoyo a las Identidades Trans indican que de 219 mujeres trans entrevistadas en 2021, 82.6 por ciento consideró que fue discriminado, principalmente en los sectores de salud, educativos, atención policiaca, transporte público, entre otros.
De acuerdo con la encuesta de la asociación, 61 mujeres trans fueron agredidas por familiares, 22 por clientes sexuales, 31 por instituciones de procuración de justicia, 24 por la iglesia y 48 por instituciones de seguridad.
Rocío Suárez consideró necesario crear un programa de inclusión permanente y masivo que sea dirigida a todos los sectores y en distintos espacios como Centros de Salud.