La Ciudad de México vivió un regreso a clases y actividades laborales caótico durante la mañana de este lunes, debido al cierre de cuatro estaciones de la Línea 3 del Metro, así como en otros puntos de la capital.
En las primeras horas del día, se vieron tumultos y largas filas en el paradero de Indios Verdes por los cientos de capitalinos en busca de rutas alternativas para llegar a sus destinos.
Ante la falta de las estaciones Indios Verdes, 18 de marzo, Potrero y La Raza, cientos hicieron filas para abordar una unidad del RTP o Trolebús, lo que ocasionó congestión vial y tumultos en los alrededores.
Aunque desde las 4:30 de la mañana comenzaron a operar 100 unidades de RTP desde Tlatelolco, la última estación en servicio, el apoyo emergente se volvió insuficiente para contener a la cantidad de usuarios que abarataron los autobuses y sitios de espera.
El secretario de Movilidad, Andrés Lajous, afirmó que la afluencia en esta zona fue "importante" por lo que la salida de los vehículos era continua.
En el interior del Metro también se reportaron aglomeraciones y retrasos en la llegada de trenes en el tramo que va de Tlatelolco a Universidad. Desde las 6:00 de la mañana, el Metro anunció tiempos de espera de hasta ocho minutos entre la llegada de un tren y otro; estaciones como Guerrero -que de por sí se llenan en horas pico- estuvieron abarrotadas.
Usuarios del medio de transporte, contaron a La Razón que el retorno a actividades además de "pesado" por los tumultos y avance lento de trenes, se sintió "difícil" a escasos dos días del accidente que dejó más de un centenar de heridos y una joven muerta.
Yesenia, de 29 años, quien viajaba junto a una pequeña de primaria, se dijo "molesta" por los retrasos en el servicio que "además implican vidas humanas, no es solo ya que viene lento, que es pesado viajar en Metro, como siempre ha sido, ahora es el miedo, la incertidumbre, hasta sentirse mal uno por subirse donde hubo gente que ya no salió".
El caos en la Línea 3 se sumó a otros cierres en el medio de transporte más utilizado por los capitalinos, como fueron la estación Zócalo-Tenochtitlán en la Línea 2 y la estación Auditorio, en la Línea 7, por la Cumbre de Líderes de América del Norte.
También se vieron aglomeraciones y largas filas en otras partes de la ciudad, entre ellas, en vialidades de los alrededores del Centro Histórico, así como el Fray Servando y la Merced, en la Venustiano Carranza, donde el flujo de autos se quedó parado por varios minutos hasta hacer filas de varios kilómetros.