GCDMX va por 501 cocinas

Los comedores comunitarios ya son un derecho de los capitalinos

El Jefe de Gobierno, Martí Batres, destaca reforma constitucional aprobada por el Congreso local; “es una comida sana, sin grasa y eso es benéfico para el cuerpo”, dice comensal

Ruth Córdova se alimenta en un comedor comunitario, ayer.
Ruth Córdova se alimenta en un comedor comunitario, ayer.Foto: Eunice Cruz, La Razón
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A partir de este martes los comedores comunitarios y públicos ya son un derecho en la Ciudad de México, por lo que el Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, prometió que al finalizar el año haya 501 sitios de este tipo para atender a grupos vulnerables.

En conferencia, el mandatario capitalino destacó que la aprobación de la reforma al artículo 9 constitucional en el Congreso capitalino el pasado 13 de junio garantiza la permanencia de este programa nacido en 2009, durante la administración de Miguel Ángel Mancera, y el acceso a una comida nutritiva de manera gratuita o a 11 pesos.

“Tenemos 64 comedores públicos, tenemos 414 comedores comunitarios, tenemos 478, y la orientación que hay para los compañeros de la Secretaría de Bienestar Social es que este año termine con 501 comedores, o sea, que al cerrar 2024 tengamos 501 comedores en la Ciudad de México”, mencionó ayer Batres Guadarrama.

La encargada de una cocina comunitaria, Elena Noriega, dijo en entrevista con La Razón que el 14 de diciembre cumplirá 15 años su comedor comunitario ubicado en la calle Sur 127, de la colonia Gabriel Ramos Millán, en Iztacalco, y expuso que ha sido gratificante el servicio a la comunidad.

Sostuvo que es una forma de convivir con los vecinos y percibir problemáticas en las colonias aledañas, por lo que indicó que ademas de ser lugares para alimentarse, los usuarios conviven y encuentran amistades.

La funcionaria capitalina sostuvo que los comedores son una forma de convivir con los vecinos y percibir problemáticas en las colonias aledañas, por lo que indicó que además de ser lugares para alimentarse, los usuarios conviven y encuentran amistades.

Ruth Córdova se alimenta en un comedor comunitario, ayer.
Ruth Córdova se alimenta en un comedor comunitario, ayer.Foto: Eunice Cruz, La Razón

“En mi comedor colaboran cinco personas para brindar servicio, llueven bendiciones, pero también se da uno cuenta de todo lo que sucede en la comunidad, se percibe si hay violencia intrafamiliar, dificultades en la escolaridad, etcétera.

“Los comedores comunitarios son espacios de socialización, comunicación, donde se hacen amistades”, dijo.

De acuerdo con el Gobierno, los comedores comunitarios y públicos han ayudado a combatir la pobreza alimentaria en la capital, pues el Consejo de Evaluación de la Política Social de la Ciudad de México destacó una reducción de 6.4 por ciento de esta problemática en la ciudad en 2023 gracias a este programa.

Mares Silva destacó que en su comedor a diario son entregadas cerca de 350 porciones alimentarias; es decir, mil 750 en una semana laboral y más de 104 mil en un año.

La Secretaría de Inclusión y Bienestar Social informó que entre 2019 y el 31 de mayo del presente año, al menos 109 millones 151 mil 320 comidas completas se cocinaron en los comedores y del total, nueve millones 506 mil 490 fueron preparadas entre enero y mayo.

Desde 2009 Ruth Córdova es usuaria de los comedores y el que más frecuenta es el ubicado en República de Argentina, en la colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc, consideró que estos lugares benefician a la ciudadanía y favorecen para ahorrar tiempo en cocinar o lavar trastes.

“Beneficia por la economía, el costo es mínimo, dónde se come por 11 pesos, es una comida sana, sin grasa y eso es benéfico para el cuerpo”, subrayó mientras comía un guiso de salchicha con calabaza y verduras, arroz y caldo de pollo, tortillas y un chocolate de postre.

Esperanza Herrera, quien tiene un comedor en la colonia Santa María la Rivera, alcaldía Cuauhtémoc, detalló que atiende a las personas de 13:00 a 16:00 horas y a pesar de que hay personas que no tienen dinero se les brinda el servicio.

La mujer señaló que es gratificante cocinar alimentos y ayudar a las personas; además, agregó que busca los mejores precios para que le alcance para 320 raciones diarias.

“Se lleva uno muchas experiencias, pero lo importante es darle un poco de nosotros a la gente que lo necesita y que vive en nuestras comunidades, ver cómo los chicos que van a la escuela y se alimentan en los comedores es una maravilla, porque sabemos que es primordial”, mencionó.

A estos sitios acuden personas de de distintos estratos sociales; no obstante, los principales comensales son aquellos en situación vulnerable como trabajadoras sexuales, desempleados, migrantes, entre otros. Para ellos, los comedores fueron una ayuda durante la pandemia por Covid-19.

Luz García, otra administradora de comedor social, comentó que durante la crisis sanitaria no cerró, lo que permitió ayudar a los sectores más vulnerables, como son los adultos mayores o personas en situación de calle.

“A pesar de que no había servicio en mesa, las personas llegaban con sus utensilios y se llevaban la comida necesaria, fue realmente un servicio que dimos todos nosotros de todo corazón en la comida casera”, explicó.

Mencionó que los administradores de los comedores sostienen pláticas con nutriólogos para asesorarse, pues las comidas son a tres tiempos, tienen una buena porción de verduras y son balanceadas y nutritivas.

Las encargadas de cocinas mencionaron que en ocasiones no son suficientes las raciones que se preparan, que son entre 150 y 350 dependiendo dónde se localicen, por lo que guisan otros alimentos como huevo para no dejar a nadie sin alimento.

Teresa, quien es encargada del comedor de la calle Manuel J. Tello, de la colonia Adolfo López Mateos, prepara 150 raciones diarias, pero cuando alguien no alcanza improvisa con otro alimento fácil de preparar.

“Es muy común que se terminen las 150 raciones, pero normalmente hacemos un poco más de arroz y frijoles para a veces poderles dar (a los usuarios) un huevo, o si tenemos bistec, salchichas o lo que tengamos.

“A veces la gente no tiene los 11 pesos y nos dejan ocho, siete, a veces hay personas que no tienen nada, pero con mucho sacrificio se les da, porque todo está muy caro, pero procuramos que no se vayan sin comer”, sostuvo.