Luego de la suspensión de operaciones de la Línea A por las lluvias, los pasillos de salida del Metro lucieron abarrotados y sin posibilidades de que la gente pudiera tomar su distancia.
Debido a las lluvias, también se registraron severos encharcamientos en algunas otras zonas, por lo que la circulación vial fue muy lenta en calles y avenidas de la Ciudad de México.
