No es una tarea fácil, tomando en cuenta que históricamente, la policía ha sido relacionada sólo a los hombres. Desde los puestos más básicos hasta los altos mandos, todos ellos estaban ocupados por varones, sin embargo, la posibilidad de alcanzar la igualdad de género, ya no se ve tan lejana como en los 1900. Eso lo tiene claro Marcela Figueroa, subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
Preceden muchos años de malas prácticas, pero hoy, en entrevista para La Razón, Marcela dice con seguridad que sí es posible reducir la brecha de género. Que la ciudadanía sepa que se está haciendo algo con perspectiva de género, desde la policía capitalina, para apoyar también a las mujeres que deciden proteger a los habitantes de la CDMX.
Un plan de desarrollo eficiente para las policías
Marcela Figueroa habla de la policía en masculino y no lo hace por casualidad. Sabe que desde hace muchos años los mandos se han referido siempre en masculino, básicamente desde hace 90 años. Es por eso que se decide, desde la Subsecretaría, trabajar un plan de desarrollo para las mujeres. Reducir la brecha de desigualdad es uno de los objetivos, sin embargo, instruirles para trabajar con perspectiva de género, es uno de los ejes principales.
“Este plan de desarrollo policial con respecto a la dignidad de los programas es el establecimiento de ciertas políticas, programas dentro de la institución, que tengan como meta final el desarrollo profesional y la carrera policial del personaje, con base en el mérito, que dejemos atrás esa época de eres mando porque eres amigo, compadre”, nos explica Marcela.
Las policías -y sí, estamos hablando de mujeres, no de los cuerpos policiales per se- tienen, igual de complicado que cualquier otra mujer en un país machista, su visión a futuro o desarrollo profesional. Los hombres tienen claras las oportunidades y a lo que pueden aspirar, las mujeres también, pero no es tan fácil llegar a esos puestos de liderazgo.
“En instituciones como son el Ejército o la Marina, desde el primer día que entra un militar o un miembro de la Marina a la institución, sabe cuál es su plan de vida, sabe que incluso un día podría llegar a ser secretario de la Defensa, de la Marina. Desgraciadamente en las policías civiles, de todos los niveles estatales y municipales en el país, eso no existe, o existe con ciertos esfuerzos y por lo general en cada gobierno cambian esas medidas que se buscan para fortalecer a la policía. Lo que identificamos es que éste plan tendría que tener una transversalización con perspectiva de género”, declaró la subsecretaria.
No había chalecos de mujeres para las policías
Marcela ejemplifica con un caso sencillo, que por serlo, no es menos impactante. A la llegada de Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno de la CDMX, las mujeres policía no sólo tenían que usar un mismo chaleco para intercambiarlos recién terminaran sus turnos, sino que los que tenían eran chalecos para hombres. Desde ese punto, comienza la transversalización de la que nos habló.
“Un mismo chaleco se lo compartían tres policías. Terminando tu turno se lo pasabas al siguiente, terminando ese turno se lo pasabas al siguiente. Eso es indigno, no tenían, las y los policías ni siquiera, un chaleco cada uno. Entonces vemos que es una condición en la que todos están en una mala condición. Pero las mujeres están aún peor, porque ellas no sólo tienen que compartir su chaleco, sino que es un chaleco para hombres. No había chalecos para mujeres. A eso me refiero cuando digo que todos estamos en un ambiente de desigualdad, pero las mujeres aún más desigual, con las oportunidades aún más lejanas”.
Fue entonces que en 2020 hicieron un cambio que daba, también, seguridad a las policías. “Hicimos una compra de miles de chalecos para que todo el personal policial tuviera su propio chaleco. Por primera vez se compraron chalecos para mujeres. Entonces ese es un mérito de la institución, a pesar de que las mujeres llegaron a la institución desde 1930, 90 años después de que las mujeres se empezaban a sumar a la policía. Esto de nuevo es solo un ejemplo de las condiciones que identificamos que había en la institución de una desigualdad entre hombres y mujeres”, agregó.
Los sesgos de género
La mujer policía tenía muchos obstáculos para llegar a puestos de mando. No era que fuera menos capaz o que tuviera menos ganas o que no pudiera ascender por mérito. Para eso, la subdirectora cuenta que se hizo un análisis con datos que se tenían desde el 2019.
“Cuando analizamos los datos, teníamos datos de 21 por ciento en 2019, el estado de fuerza estaba compuesto por 21 por ciento que eran mujeres. Pero sólo el 11 por ciento de los reconocimientos eran para las mujeres, y sólo el 17 por ciento de los ascensos eran para las mujeres. Cuando desmenuzamos un poco todo tiene que ver con muchos sesgos de género, mucho personal femenino, que por ese mismo estereotipo, sesgo, hace más funciones administrativas que operativas. Entonces claro, las mujeres tienen menos oportunidad de hacer una acción relevante que no conlleve un reconocimiento, una condecoración, es porque no está haciendo la función operativa, no es porque sea menos capaz, menos valiente, menos entrona, hay una condición”, reveló Marcela.
No. No es porque no quieran. Muchas de ellas son mamás, son jefas de familia. Sabemos entonces que es un trabajo doble. “Cuando revisas quiénes son las mujeres policías, te das cuenta que las dos terceras partes de las mujeres son mamás, y la mitad son jefas de familia, es decir, están 100 por ciento a cargo de los cuidados. Entonces, cuando muchas veces nos decían, es que no quieren, yo les he ofrecido que sean mandos, las mujeres no quieren, pero hay algo atrás de eso, o sea, no quieren porque no pueden. Entonces, primero es eso, debíamos hacer un diagnóstico de por qué estamos en esta desigualdad de condiciones”.
El Plan de Desarrollo Policial con Perspectiva de Género de la Secretaría de Seguridad Ciudadana con el que se reconoció a la subdirección que lidera Marcela Figueroa con el Premio Interamericano a la Innovación para la Gestión Pública Efectiva, no es una ilusión. Marcela dice que lo que no se nombra, no existe. Hoy se puede nombrar a la mujer policía como una figura de autoridad, que lucha desde su trinchera, para reducir la brecha de género.