Al menos cinco gremios afectados por los cierres del semáforo rojo en la capital del país mantienen el pulso contra las autoridades de la CDMX para que se les permita operar en sus instalaciones, aun mientras sigue vigente la alerta máxima.
Por segunda ocasión, y después de varios desafíos contra las restricciones a inicios de mes, restauranteros volvieron a instar al Gobierno con cacerolazos para que ahora se extienda el horario —con límite a las 18:00 horas— en el que se les permite abrir al público.
A ellos se sumaron integrantes de la Asociación de Hoteles de la CDMX, que agrupa a 600 inmuebles bajo este giro; ayer participaron en el cacerolazo, para pedir que se les permita ampliar su servicio en alimentos y bebidas; la operación de sus salones de reuniones, spa y restaurantes y la ampliación de ocupación de 30 por ciento que tienen permitido a un aforo de 50 por ciento.
Además, solicitaron incentivos fiscales, pues muchos hoteles al inicio de la pandemia operaron con cortesías para médicos sin tener alguna retribución.
En las últimas semanas, los dueños de bares y antros apelaron a la misma consigna, un relajamiento de restricciones que les permita recuperar al menos un porcentaje de sus ganancias.
A inicios de este mes hizo lo propio la Cámara Nacional de Gimnasios y Clubes (Canagym); si bien ya se les otorgaron algunas concesiones para reabrir, sólo pueden hacerlo al aire libre, pero a la fecha, argumentan, no hay manera de que puedan recuperarse bajo esta modalidad, ya que la mayoría de sus clientes demanda el uso de aparatos, que sólo funcionan en espacios interiores.
Aunque se prevé que este viernes la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anuncie nuevos desahogos, las autoridades siguen firmes en que hay un riesgo latente de contagio en espacios cerrados. En esta idea coinciden expertos consultados por La Razón, quienes a pesar de que han celebrado una desescalada en el cambio diario de contagios de Covid, así como en la saturación hospitalaria del Valle de México, advierten que un relajamiento de restricciones en espacios cerrados podría derivar en otro repunte.
Guadalupe Soto, epidemióloga de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que los efectos de las reactivaciones económicas pueden ser muy variables, ya que no hay uniformidad en el comportamiento de la población; es decir, hay zonas de la capital que insisten en no usar cubrebocas y en no guardar distancia, eso se reflejará en si es o no peligroso que haya más reactivaciones.
“Conforme vamos abriendo estos espacios comerciales hay que ir monitoreando su comportamiento, si se sube, se tendrá que regresar a las restricciones. Sé que lo que se busca es un equilibrio entre la salud y la actividad económica. Si se mantienen todas las medidas de prevención, está bien; el problema ocurre en zonas donde la gente no usa cubrebocas, no mantiene el distanciamiento social y no nada más en los establecimientos formales, sino en los informales”, dijo.
A pesar del riesgo, Soto Estrada consideró que las condiciones actuales de la pandemia son más benevolentes que a inicios de mes, porque hay mejores condiciones del clima, además de que comenzó la aplicación de las vacunas.
Los mejores aliados del sector económico, dijo, son los lugares abiertos y la distancia entre usuarios, porque es más probable que el contagio ocurra de persona a persona, por las razones ya conocidas del virus en la saliva, que de persona a objeto.
Malaquías López, experto de la máxima casa de estudios, opinó que en este nivel de la pandemia “es necesario considerar extender el uso del cubrebocas también en interiores, donde hay un alto riesgo de contagio”.
BATEAN OFERTA
De acuerdo con algunos restauranteros, tras reuniones con el Gobierno, este viernes se dará a conocer que se les permitirá ampliar su horario hasta las 20:00 horas, bajo las mismas condiciones al aire libre.
Sin embargo, Canirac, la Asociación de Directores de Cadenas Restauranteras (Dicares) y la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR) rechazaron la propuesta, pues buscan que la ampliación sea hasta las 22:00 horas.
El sector asegura que la viabilidad de su petición se respalda en que una apertura más extendida “contribuirá a evitar aglomeraciones en horas pico, periodo en el que el transporte llega a colapsarse”.