En la Ciudad de México urge que se presente y se discuta una estrategia “post Ómicron” para atender la situación sanitaria una vez que cedan los contagios generados por esta variante -y por los que la capital retrocedió al amarillo en el semáforo epidemiológico a partir de este lunes-, consideró el científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Antonio Lazcano.
En entrevista con La Razón, el especialista destacó que es “lógico” suponer que habrá un abatimiento de este nuevo pico de contagios por la cantidad de personas inmunizadas, ya sea porque se infectaron o por la aplicación de vacunas, además de que el crecimiento de la pandemia no va a continuar de manera indefinida.
Sin embargo, advirtió que no se puede suponer que, una vez que se detenga este pico, se haya detenido la pandemia o que se llegue a una etapa de endemia, en la que el Covid-19 conviva como lo hacen otras enfermedades.
“Para tener una situación de endemismo, hay que tener presente que se va a tener siempre un nivel basal de casos que se van a ir dando; lo importante es que ese número basal se pueda atender sin que se saturen las instituciones hospitalarias. No hemos oído cuál es la estrategia post Ómicron en la ciudad ni en el país y eso urge que se discuta, pero de una manera honesta”, explicó.
Lazcano Araujo resaltó que si bien lo que se espera es que el virus SARS-CoV-2 siga un camino como el del coronavirus que tuvo lugar a finales del siglo XIX o la influenza, de tal manera que el número de casos realmente se abata y se vuelva manejable por la comunidad médica, no se trata de un proceso instantáneo que “de repente se dé y ya”, sino que en el transcurso se puede predecir “una serie de oscilaciones” y seguirán apareciendo variantes, de ahí que sea necesario mantener una vigilancia epidemiológica muy precisa.
Tras 14 semanas de permanecer en verde de riesgo bajo de contagio en el semáforo epidemiológico, a partir de hoy la capital regresa al amarillo, con un aumento exponencial del 525 por ciento de las hospitalizaciones en los últimos 23 días, aunque esta vez sin cierres obligados del sector comercial, con la finalidad de proteger la economía de las familias capitalinas, en palabras de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
De acuerdo con el informe diario del Gobierno capitalino, este fin de semana, por primera vez desde el 31 de diciembre del año pasado, no se registró un incremento importante en la cantidad de hospitalizaciones diarias.
Entre el 21 y el 22 de enero únicamente se registraron 20 hospitalizaciones más
—al pasar de mil 855 a mil 875—, cuando días antes se llegaron a registrar más de 100 en sólo 24 horas.
Sin embargo, la tarde de ayer, con mil 944 camas utilizadas, el sistema de salud capitalino alcanzó 32 por ciento de ocupación hospitalaria.
Respecto al cambio en el semáforo epidemiológico que se inicia este día en la capital del país tras la indicación de las autoridades sanitarias federales, Lazcano Araujo resaltó que, en el contexto de la pandemia, se deben reconocer las peculiaridades de cada región —ya que la expansión de Ómicron no creció con el mismo ritmo en todo el país— y además es “absolutamente indispensable” una coordinación nacional, la cual, hasta ahora, la Secretaría de Salud federal ha sido “incapaz de generar”.
El investigador emérito de la UNAM señaló que la aparición de Ómicron sorprendió a todo el mundo por la rapidez con la que se contagia, a pesar de que se trata de algo “perfectamente predecible desde el punto de vista evolutivo”, ya que, advirtió, seguirán apareciendo variantes de Covid-19, aunque no se pueda saber cuáles serán sus características, ya que la evolución biológica es complicada.
“Uno puede tener una idea de cómo van las tendencias de algunas poblaciones de virus una vez que se han establecido en la población humana, animal, vegetal, pero en este caso, ciertamente nos sorprendió.”
Ante el avance de esta variante que “venturosamente” ha demostrado no ser tan agresiva como Delta, pero que se transmite con mayor velocidad, el especialista consideró que mantener el semáforo verde en las últimas semanas implicó una desatención a la realidad.
“Lo que se trató de hacer fue decir: ‘vamos a mantenernos en verde’, pero la rapidez con la que están montando carpas para pruebas, la rapidez que decidieron darle al proceso de vacunación —que no se debió suspender en Navidad— es una demostración de que dicen una cosa, pero en la práctica están teniendo que actuar de otro modo”, dijo.
Ayer, la Jefa de Gobierno descartó la suspensión tanto de eventos masivos como de clases presenciales, pese al cambio a amarillo en el semáforo epidemiológico, y refrendó que la estrategia a la que se le apuesta es la vacunación.
“No se tiene pensado, es la actividad normal; pedirle a la gente que se cuide y la estrategia es vacunar lo más pronto posible”, expresó.