Inaugura Sheinbaum la L2 del Cablebús

Cablebús, desde Iztapalapa para el mundo: Sheinbaum

La Jefa de Gobierno vive día de fiesta en la apertura de la L2: gritos de júbilo y de ¡presidenta, presidenta!; esta línea, con 10.6 km, es la más grande del mundo

El recorrido conecta Constitución de 1917 con Santa Marta.
El recorrido conecta Constitución de 1917 con Santa Marta. Foto: Eduardo Cabrera / La Razón

La Ciudad de México estrenó ayer el teleférico más grande del mundo. Se trata de la Línea 2 del Cablebús, sistema de transporte público que recorre en 36 minutos los 10.6 kilómetros del trayecto entre Constitución de 1917 y Santa Marta, con un impacto de 100 mil pasajeros beneficiados al día.

La línea, que es el segundo teleférico en la CDMX y el tercero a nivel Valle de México, cuenta con 305 cabinas donde caben 10 personas en cada una, aunque por motivo de la emergencia sanitaria puede ingresar ahora un máximo de seis personas.

Durante la inauguración, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, señaló que la Cuarta Transformación entró a la Sierra de Catarina con esta línea del Cablebús, donde ningún otro Gobierno hubiera realizado una inversión de tres mil millones de pesos.

Además, la mandataria capitalina manifestó que ahora, “desde Iztapalapa, ya no será solamente para el mundo los Ángeles Azules, sino el Cablebús, las utopías, los Pilares, los senderos para mujeres libres y seguras”.

Entre decenas de habitantes de la alcaldía, quienes la vitoreaban al grito de “Presidenta”, reacción frecuente en sus eventos masivos, destacó que el Cablebús dignifica a la población que históricamente no había sido vista. Es un proyecto que se hace con amor a los demás, a la naturaleza y a la patria, afirmó durante el evento, que se desarrolló en un ambiente festivo, con la presencia de cientos de vecinos que al final se desbordaban para hacer uso de la nueva línea.

Con la presencia de funcionarios del gabinete local y federal, diputados y gobernadores, la Jefa de Gobierno comentó que este sistema de transporte se inspiró en el proyecto “Mi Teleférico”, realizado en La Paz, Bolivia. En ese sentido, anunció que se hermanará el Cablebús con su símil boliviano, como un proyecto conjunto de América Latina.

Asimismo, destacó que, con los proyectos realizados en Iztapalapa se muestra que la atención a la inseguridad no sólo es con policías y con procuración de justicia, sino con la atención a las causas, lo que permitió a la alcaldía salir del listado de los municipios más violentos del país.

Andrés Lajous, titular de la Secretaría de Movilidad local, señaló que el Cablebús de Iztapalapa desbanca al de Cuautepec como el más grande a nivel mundial.

Destacó que en cada una de las siete estaciones hubo una intervención con impacto comunitario. Por ejemplo, en Quetzalcóatl se construyó un mercado; el parque Patolli, en San Miguel Teotongo; un centro Pilares, en Lomas Estrella, así como diversas áreas verdes.

Resaltó que, en términos de tiempo, la reducción en los viajes es del 50 por ciento, pues se pasa de hora 15 minutos a viajes de 36 minutos en el recorrido entero.

“Es un sistema seguro en dos sentidos: seguro en términos de incidencia delictiva; pero es seguro también por todas las certificaciones que tiene para operar; es rápido y, adicionalmente, igual que en la Línea 1, tenemos WiFi gratis en las estaciones y cabinas”, declaró.

Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, declaró que el Cablebús resume el lema del Presidente de la República: “Por el bien de todos, primero los pobres”, pues operará en la sierra de Santa Catarina, una zona que concentra los mayores índices de pobreza.

“Hoy tenemos Cablebús en Iztapalapa (...) pero, además, tenemos a la doctora Claudia Sheinbaum, la mejor gobernadora del país, con una visión transformadora”, dijo.

José Abed Rouanett, presidente de la constructora Alfa, encargada del proyecto, agradeció a la población por la paciencia, tras los 18 meses de trabajo intenso en los que los vecinos incluso ayudaban a controlar el tránsito, para continuar la obra.

“Realmente es increíble la cantidad de personas que nos ayudaron y la amabilidad que tuvimos de parte de todos ustedes; estamos profundamente agradecidos por el trabajo que hicieron ustedes porque, realmente, una gran cantidad de los trabajadores que tuvimos fueron gente que estuvo, vive aquí; muchos soldadores, muchos albañiles, gente técnica que estuvo trabajando con nosotros; queremos agradecer muchísimo su ayuda”, manifestó.

Durante el evento de inauguración, decenas de habitantes provenientes de la capital del país y del Estado de México se enfilaron en las estaciones, para entrar al teleférico, a pesar de la lluvia que azotó a Iztapalapa alrededor de las 13:30 horas.

Uno de los usuarios fue Alberto González Pérez, habitante de Tlalmanalco, Estado de México. El pasajero manifestó que el Cablebús ofrece una opción segura de transporte y felicitó a la administración local por la funcionalidad del sistema. Además, pidió a los jóvenes cuidar de las cabinas y no rayarlas.

La señora Patricia también acudió a conocer el Cablebús. La iztapalapense opinó que habrá que ver cómo opera el teleférico al pasar de los días, pues en el estreno notó desorganización. “Vivo en Acatitla y pues sí sería más fácil en Cablebús. Ahorita venimos un niño y tres adultos; se siente un poquito el juego del momento, pero hay que ver cómo funciona con los días”, señaló.

En la inauguración, alumnos de escuelas de Iztapalapa, integrantes de Pilares y del Instituto de la Juventud local amenizaron el evento desde los techos de varios inmuebles, visibles desde las cabinas del Cablebús.

El proyecto conllevó poco más de año y medio de obra; la pandemia retrasó su arranque unos meses.

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. ı Foto: Gráfico: La Razón de México