María y Sergio, víctimas

Sugar transas: personas mayores ofrecen dinero… pero nada es gratis

Daddys o mommys enganchan a jóvenes, les ofrecen apoyo y al final los roban, defraudan o extorsionan; ya hay alerta de la SSC

María muestra un mensaje que le llegó en redes sociales de una propuesta económica para que sea una sugar baby,
María muestra un mensaje que le llegó en redes sociales de una propuesta económica para que sea una sugar baby,Foto: Eduardo Cabrera, La Razón
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A María un hombre la contactó por redes sociales y le ofreció dinero por fotos, videos y videollamadas. Él le propuso ser su sugar daddy (dulce papi) y ella aceptó ser su sugar baby (dulce bebé), pero después la situación cambió por seguridad.

La joven contó en entrevista con La Razón que hace seis años, aproximadamente, tuvo la interacción con el supuesto sugar daddy. Ella tenía entre 24 y 25 años de edad y el sujeto dijo tener 40 años de edad y una familia, pero quería sólo diversión virtual.

“Se me acercó justo a alguien a decirme que quería ser mi sugar daddy y me ofreció pagarme unas cantidades muy jugosas. Se inflan (los supuestos interesados) por ese lado: ‘Yo estoy en el extranjero, la verdad nada más quiero que seas mi novia virtual y que, de vez en cuando, me mandes fotos o videos’, dicen.

“Te van enganchando, te van endulzando y te empiezan a pedir cosas a cambio”, contó la también creadora de contenido erótico, quien aclaró que este tipo de relaciones no tienen nada de malo, pero es necesario tener precauciones.

María mencionó que el supuesto sugar daddy le pidió fotos y otro tipo de contenido en el cual le instruía cómo debía verla y cómo debía posar. También, dijo, le solicitó tener algunas videollamadas eróticas.

De acuerdo con la joven, el individuo le pidió pruebas para, según él, corroborar que María era quien decía ser y que no se trataba de un fraude. El sujeto recibió material gráfico y tuvieron videollamadas en las que nunca activó su cámara.

La víctima explicó que el hombre nunca pagó lo prometido, aunque insistía que sí tenía el dinero, pero necesitaba “más pruebas”, que fuera una “buena chica” y confiar en ella, porque, afirmaba, ya había sido defraudado por otras jóvenes.

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“Lo que quieren es sacar contenido. De mí no pasó más, porque sí tuve cuidado de decir: ‘esto ya me suena raro’. Sí les ha pasado a varias conocidas. Con este contenido luego te empiezan a chantajear y caes en una extorsión”, dijo la también creadora de contenido en OnlyFans.

El pasado 19 de marzo, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que la Policía Cibernética detectó una nueva modalidad de fraude llamada sugar daddy y sugar mommy.

La SSC advirtió que este fenómeno en el que un hombre o una mujer mayor tiene acuerdos financieros con jóvenes, a quienes les ofrece ayuda económica y regalos, puede ser una práctica riesgosa, pues hay quienes lo aprovechan para delinquir.

La suboficial de la Policía Cibernética, Fátima Colín, detalló en entrevista que, en este tipo de engaño, los falsos sugar daddy y sugar mommy suelen robar imágenes de otras personas para hacer perfiles falsos y acercarse a sus víctimas.

Los sospechosos, explicó, crean perfiles falsos con contenido multimedia de otras personas para generar confianza, acercarse a sus víctimas y hacer fraude.

La funcionaria resaltó que, al momento, la Policía Cibernética ha detectado seis casos de falsos sugar que tuvieron cuatro víctimas mujeres y dos hombres, quienes sólo reportaron los hechos y no denunciaron.

Fátima Colín dijo que la policía analiza los perfiles para determinar si se trata de un robo de identidad y, de ser así, lo da de baja.

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En respuesta a una solicitud de información, la SSC detalló que el año pasado registró tres mil 300 incidentes cibernéticos por acoso y amenaza; siete mil 541, por extorsión; cinco mil 654, por fraude y cuatro mil 89, por suplantación de identidad. En el primer trimestre de 2024 la autoridad registró 607, mil 353, 966 y 745 casos, respectivamente, de esos ilícitos.

María consideró que en los últimos años incrementaron los casos de víctimas de fraude y extorsión por supuestos sugar daddy, principalmente, pero las víctimas no denuncian debido a la revictimización de las autoridades, por lo que sólo se queda en acusaciones en grupos de redes sociales.

“He visto en aumento (los fraudes) e incluso en incremento las consecuencias, pues ya no queda en ‘me sacaron los datos de la tarjeta de crédito’ o ‘me sacaron mi contenido gratis’, sino que ya escala al grado de extorsiones, amenazas y acaban hasta con la familia involucrada.

“Muchas veces se quedan en denuncias en redes sociales y en grupos de apoyo. Pocas (víctimas) son las que llegan al Ministerio Público (MP), por lo mismo de que éste no siempre facilita los procesos, porque vas a caer en una revictimización, porque al hablar de esto en voz alta te vas a quemar de que andabas buscando un sugar daddy, entonces se queda en lo privado”, mencionó.

La joven, quien es profesionista, recordó el caso de un sugar baby que denunció en un grupo de apoyo que su supuesto sugar daddy sólo con la clave de transferencia bancaria rastreó sus datos personales y obtuvo información sobre su hija. El caso escaló a acoso y extorsión.

María comentó que la víctima no denunció por miedo a una supuesta revictimización por parte de las autoridades y que ella, por el contrario, pudiera ser demandada por ofrecer servicios sexuales.

“La chica decía: ‘Yo no quiero ir al MP, porque le ofrecí compensaciones sexuales. Tengo la custodia de mi hija y si yo voy al MP quien va a perder voy a hacer yo, porque me van a denunciar por servicios sexuales, por prostitución, por trata y voy a perder la custodia de mi hija’”, contó María.

La psicoterapeuta y sexóloga, Ana Franco Márquez, dijo en entrevista que, en el caso de las mujeres, no sólo no se denuncia por la revictimización, también porque hay quienes consideran estas relaciones como trabajo sexual, a pesar de que éste “no tiene nada de indigno”.

La experta aclaró que la relación entre sugars no necesariamente tiene que estar ligada a encuentros sexuales o a intercambios de material erótico o pornográfico, ya que puede ser también sólo para hablar.

“Muchas veces no nos atrevemos a hacer estas denuncias por esta etiqueta que por adelantado nos ponen: ‘estás haciendo un trabajo sexual’, cuando en ocasiones ni siquiera en estos vínculos, a veces no es necesario que exista este vínculo sexual.

“A veces no es necesario que exista este vínculo sexual, esta interacción sexual, a veces únicamente lo que necesita la persona es platicar”, mencionó.

CONFIANZA ENGAÑOSA. Sergio de 26 años de edad, es otra víctima de un supuesto sugar daddy. Pasó por una ruptura amorosa, pues los celos de su pareja lo llevaron a tomar la decisión de dejarlo, entonces, en un arranque de coraje, aceptó las solicitudes de amistad pendientes que tenía en Facebook, entre ellas la de Jesús Arrieta.

El joven contó a este diario que aquel hombre, de cerca de 45 años, aparentemente era adinerado, pues subía fotos de viajes por el mundo, con autos lujosos y comiendo en restaurantes de cinco estrellas, pues tenía una supuesta agencia de viajes.

“No acostumbraba a aceptar personas que no conocía, pero lo hice por despecho, él (Jesús) empezó la interacción con reacciones, luego a hacer la plática, me decía que su trabajo le permitía viajar y conocer el mundo y con el tiempo me contaba hasta sus problemas personales”, recordó.

Ambos hablaron alrededor de tres meses. Las conversaciones giraron sobre el conocerse en persona e ir a lugares juntos, salir de compras; se recomendaban películas, series, libros y música, pero Jesús se aprovechó para beneficiarse económicamente. Todo inició en una llamada.

“Ese día estaba muy callado y distante, le pregunté si le pasaba algo a lo que me dijo que no. Después de insistirle que me contara me explicó que tuvo un problema en su trabajo y tenía que juntar una cantidad de dinero muy fuerte”, dijo Sergio, sin precisar la cifra.

El joven le ofreció tres mil 500 pesos, los cuales aceptó Jesús “con trabajos”, pues decía sentirse apenado, pero prometió devolverlos en el transcurso de ese día.

“Él estaba tranquilo, porque supuestamente había resuelto el problema y hasta me volvió a pedir dinero (tres mil 500 pesos) que me depositaría al día siguiente cuando le cayera su pago”, dijo.

Tras la segunda transferencia platicaron y en la noche se llamaron. Jesús reiteró que le pagaría los siete mil pesos.

“Todavía el cínico me reiteró que me depositaría, colgamos, me dormí y al otro día me había bloqueado de Facebook y de WhatsApp, no había rastro de él, fue como si se lo hubiera tragado la tierra”, dijo.

Sergio afirmó que no denunció, porque no consideró que fuera un delito, sino un descuido de su parte.

María explicó cómo es el modus operandi de supuestos sugar, no sólo mexicanos sino de otros países que mandan mensajes en inglés. En ambos casos el mensaje introductorio es similar: “Hola guapa, encantado de conocerte. Vi tus fotos de perfil y me gustaría que me devuelvas el mensaje. Me encantaría ser tu <>, mientras tú seas mi <>, mi <>, yo estaré aquí para cuidarte y pagarte semanalmente. Si te interesa, pago a partir de 5000 (sic.)”.

La joven mencionó que son pocos casos de éxito de sugars y si bien consideró que una relación de este tipo es válida, es necesario tomar medidas de seguridad como ocultar el rostro, aceptar sólo transferencias vía Oxxo y no compartir contenido sin previo depósito económico.

“Creo que es válido (tener sugar), pero sí es tener mucho cuidado.

“Muchos tipos que están en esto de los sugar también son personas controladoras que por alguna razón no pueden tener una relación funcional con sus pares, entonces también es darte cuenta del tipo de perfil al que te acercas. Es como estar bien consciente que es jugar con fuego, nada en este mundo es gratis”, aclaró.

Hacer match en redes sociales, un riesgo de hoy

La psicoterapeuta y sexóloga, Ana Franco Márquez, consideró que quienes quieran tener una relación de sugar, swinger, de amistad o de cualquier otro tipo, es mejor hacerlo por aplicaciones especializadas para ello, pues brindan más seguridad.

En entrevista con La Razón, la experta explicó que si bien las apps especializadas tienen una versión gratuita, es mejor pagar por la premium debido a los filtros de identidad que tienen para asegurar a los usuarios que son personas reales.

“Las aplicaciones de alguna manera tienen ciertos candados que permiten brindar esta seguridad, yo invitaría a las personas a que, si van a incursionar en este formato de relación, paguen la versión premium, en las que puedas asegurarte que las personas son reales, porque tienes que dar datos y en ocasiones que validar tu identidad”, comentó.

Algunas de las aplicaciones para la búsqueda de sugar, ya sea dado, momo o baby, son Sugar Daddy, Seeking, Sugar Mommy o SugarBook.

En algunos casos la inscripción es gratuita, pero para desbloquear algunas funciones es necesaria una validación por medio de la grabación del rostro y, posteriormente, para acceder a todo el contenido es necesario hacer un pago mensual, por seis meses o por un año.

María y Franco Márquez coincidieron en que hacer match por este tipo de aplicaciones es mejor que hacerlo por X, Facebook o Instagram en las que el riesgo aumenta, pues alguien podría no ser quien dice ser.