Actualmente, buena parte de los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) —Ciudad y algunos municipios del Estado— están acostumbrados a descansar sus vehículos un día a la semana, lo cual los obliga a permanecer en casa o, en su defecto, cambiar su rutina y usar el transporte público o compartir automóvil con algún compañero.
Esta situación, que hoy es parte de la cotidianeidad de los capitalinos y algunos mexiquenses, es parte de los objetivos del programa Hoy No Circula, el cual originalmente buscaba la reducción de la circulación para mitigar el impacto de los contaminantes al medio ambiente.
Pero, ¿de dónde salió este programa? Sobre todo, a más de 30 años de su implementación, ¿ha resultado efectivo? En La Razón te contamos sobre el calendario de circulación conocido por todos los habitantes de la ZMVM.
Hoy No Circula. ¿Cómo surgió este programa?
A finales de los años 80, las autoridades mexicanas estimaron que la huella contaminante de México se encontraba creciendo a un ritmo preocupante. Para esa época, se colocaron en la agenda pública términos relacionados con el cuidado al medio ambiente, como “inversión térmica” y “ozono” o “partículas suspendidas”.
Así, al mismo tiempo de unidades de medición de contaminación ambiental como los “imecas” (Índice Metropolitano de Calidad del Aire), los gobiernos federal y del entonces Distrito Federal (encabezados por Carlos Salinas de Gortari y Manuel Camacho Solís, respectivamente) comenzaron a implementar medidas específicas para mitigar el impacto de los contaminantes.
De esta forma, surgieron la red Automática de Monitoreo Atmosférico, renovación de motores de ruta y parque vehicular de transporte, implementación de la gasolina magna, extensión de periodos vacacionales, ampliaciones del Metro capitalino y, por supuesto, el Hoy No Circula.
En realidad, cuando se implementó el programa por primera vez, en 1989, llevaba el nombre de “Mejora tu ciudad” y era temporal, además de voluntario. Consistía en que los automovilistas se inscribían a éste con el objetivo de dejar de usar su coche un día, para lo cual eran identificados con una estampa.
Según datos del gobierno, se alcanzó a reunir a 400 mil personas, sin embargo, el verdadero impacto del mismo se alcanzó cuando, un año después, se le dio su carácter obligatorio y se le cambió el nombre a “Hoy No Circula”, donde adquirió el reglamento que prevalece hasta hoy.
Hoy No Circula. ¿Cómo funciona el programa?
De esta forma, el programa Hoy No Circula ha permanecido hasta la década actual con pocos cambios —entre ellos, el de cambiar los lineamientos para otorgar excepciones—.
Así, el reglamento general de Hoy No Circula dicta que los automóviles deben ser llevados a verificación, con el objetivo de recibir una calcomanía, la cual, en conjunto con los últimos dígitos de la placa, dicta qué días se debe descansar su uso.
Hoy No Circula, ¿ha funcionado?
Existen posturas contrarias en torno a la verdadera efectividad que ha tenido el programa Hoy No Circula a lo largo de los más de 30 años que lleva implementándose en la ZMVM.
Un estudio de Centro Molina, publicado en 2014, estimó que el programa sí logra una reducción de entre 25 y 70 por ciento de emisión de contaminantes, además de que promueve la renovación de la flota vehicular y fomenta el uso de otras formas de movilidad en contingencias ambientales.
Por el contrario, un estudio publicado por la revista ‘Ciencia’ de la Academia Mexicana de Ciencias años antes, en 2009, destacó que, en realidad, la contribución era ínfima: “un análisis de la información disponible hace dudar de esta interpretación [de las reducciones] e incluso puede considerarse que los resultados son muy pobres comparados con los costos incurridos”, se lee en el análisis.
Sin embargo, el programa se ha convertido en parte fundamental de la cultura vial de la Zona Metropolitana e, incluso, se ha considerado su aplicación a otras entidades de la República.
AM