Luis Gustavo es un hombre de 50 años. Antes de la pandemia, trabajaba como chofer de transportes escolares, empleo que perdió cuando la contingencia comenzó.
Él ayuda al sustento de sus padres, tiene tres hijos y 11 nietos, y tras perder su empleo se dedicó a ser chofer de la plataforma Didi y a su vez de un taxi “pirata” en la Ciudad de México.
El pasado lunes, Luis se encontraba a bordo de uno de los vagones accidentados en la Línea 12 del Metro. Su destino era la estación Tezonco, una antes de Olivos, lugar en el que ocurrió el accidente.
“Nosotros vivimos en Tezonco, una estación antes de Olivos; él tenía que haberse bajado, pero queremos pensar que se quedó dormido y se pasó una estación, pero ya no llegó”, fueron las palabras de Ana Josefina, hermana de Luis.
Hoy se encuentra internado en el Sanatorio Durango, donde fue intervenido debido a una severa hemorragia cerebral a causa de los golpes que recibió.
La madrugada de este jueves, médicos pidieron a su hija, hermanas y hermanos que pasaran a despedirse.
“Al parecer ya no hay nada que hacer; ya estamos esperando ahora sí que lo peor, el fallecimiento de mi hermano”, contaba Ana, mientras sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas al mismo tiempo que estallaba el llanto de una de las hijas de Luis.
Familiares de Luis esperan noticias afuera del sanatorio, con la esperanza de que su estado de salud mejore, aunque los pronósticos apuntan lo contrario.
TRAS PRESIONES, XOCO PAGARÁ
En otro punto de la capital, Sergio está en terapia intensiva tras el accidente de la Línea 12 del Metro.
El hombre de 48 años tiene siete costillas rotas, fractura en la columna y también sufrió un paro cardiaco del cual logró salir, pero se mantiene delicado en el Hospital General de Xoco.
Al inicio, el hospital le pidió a los familiares comprar el material para la operación, ya que no tenían los recursos.
Sin embargo, tras la presión mediática y en redes sociales, autoridades del nosocomio informaron a sus familiares que el Gobierno de la Ciudad de México se hará cargo de todos los materiales necesarios para la cirugía.
Otra de las preocupaciones de la familia es que su hermano es el sustento económico de su esposa y cuatro hijos.
“Mi cuñada es la que está padeciendo, no tenemos para ayudarla”, comentó a La Razón su hermana Patricia.