En la Ciudad de México existen alrededor de unas 50 empresas dedicadas al negocio de publicidad a gran escala, con espectaculares y grandes anuncios, de acuerdo con datos de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU).
Algunas de estas empresas, como Publirex o ATM Espectaculares, ofrecen sus servicios por medio de Internet, donde ponen a disposición de los clientes distintas zonas para la colocación de publicidad, como espectaculares, puentes, muros y pantallas, con el objetivo de que las marcas lleguen a “millones de usuarios”, según se puede ver en sus páginas.
La nueva Ley de Publicidad Exterior de la Ciudad de México indica que en sustitución de la publicidad “espectacular” de gran formato en azoteas, únicamente se permitirá a las empresas la colocación de anuncios autosoportados siempre y cuando se encuentren en el Padrón Oficial de Anuncios publicado en el 2015, así como vallas situadas en lotes baldíos, estacionamientos públicos y en obras en proceso.
Asimismo, se autoriza la colocación de publicidad en mobiliario urbano únicamente “de nuevo diseño”, siempre que no afecte la movilidad peatonal, que difunda mensajes informativos a la ciudadanía y que cumpla una función social, además de que genere beneficios a los transeúntes y al espacio público, utilizando tecnologías limpias.
En el caso de la publicidad en tapiales, ésta se permite si está instalada en el perímetro de un predio para cubrir una obra en proceso de construcción o remodelación, o bien si la lona, malla, manta u otro material flexible, está colocado en torno a la obra.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, aún hay algunas alcaldías que han otorgado autorizaciones para la colocación de espectaculares en la ciudad, pese a la entrada en vigor de la Ley de Publicidad Exterior, entre ellas Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc. En esta última, la alcaldesa Sandra Cuevas incluso se pronunció en contra e interpuso una controversia constitucional.