Llevan flores y hasta “un traguito” a las tumbas

Miles acuden a panteones a convivir con sus madres

Familias enteras se reúnen alrededor de las criptas para recordar a sus mamás; Teresita visita el Sanctorum para ”echarse un cigarro” junto a su difunta

A las 10:00 horas ayer se ofició una misa en el panteón Sanctorum, en memoria de las madres que ya no están.
A las 10:00 horas ayer se ofició una misa en el panteón Sanctorum, en memoria de las madres que ya no están. Foto: Especial

Miles de capitalinos aprovecharon este 10 de mayo para ir a llevar flores y limpiar las tumbas de sus madres difuntas en los panteones de la Ciudad de México.

Desde las primeras horas del día, en el panteón Sanctorum, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo, se vio a decenas de familias que ingresaban con arreglos florales y globos para pasar la fecha.

Familias enteras se reunieron en los alrededores de las tumbas de sus madres y abuelas para recordarlas, tomarse “un traguito” o incluso “echarse un cigarro” en nombre de su difunta, como fue el caso de doña Teresita, quien pasó la mañana junto a dos de sus hermanos sentada en la tumba de su madre.

Para esta capitalina de 63 años de edad, “es muy importante” ir a visitar a su madre en esta fecha, una tradición que sigue desde hace “muchos años”, la cual, dice, “ojalá no se pierda”.

“Los más chavos ya no vienen a seguir estas tradiciones; mis nietos, por ejemplo, que ya son de otras generaciones más jóvenes, ya qué van a querer venir a visitar a la bisabuela, en cambio nosotros lo hacíamos año con año y aquí seguiremos mientras tenga vida”, contó a La Razón.

Entre los visitantes se vio a adultos mayores, a quienes la dificultad para caminar o el uso de bastón y silla de ruedas no les impidió ir a visitar a sus “jefecitas” o abuelas, pero también a niñas, niños y jóvenes que acompañaron a sus familias a seguir esta tradición.

Renato, de 45 años, viajó desde el Estado de México al panteón ubicado cerca de la estación Cuatro Caminos para ver a sus familiares y disfrutar de “un ratito” junto a su madre, quien fue enterrada en este cementerio hace casi diez años.

“Cada año venimos, hubo unos cuantos años que no se pudo por la pandemia, que no se podía salir, pero ya ahorita, mira, la pasamos muy bien, nos volvemos a reunir, volvemos disfrutar todos juntos de lo que es esta celebración tan bonita para todos los mexicanos”, contó.

En punto de las 10:00 horas, en la capilla del panteón se ofreció una misa colectiva en honor a todas las madres difuntas que se encuentran enterradas en este espacio.

Por la tarde, sin importar la llovizna, grupos de mariachis entonaron las tradicionales “Mañanitas” y otras canciones populares mexicanas.

En los alrededores de los panteones, comerciantes hicieron su agosto con la venta de ramos de flores, globos decorados y alimentos para los visitantes.

El fervor de celebrar a la mujer más importante de la casa se vio en los panteones de las 16 alcaldías, principalmente en el de Dolores, en la Miguel Hidalgo, y en el de San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa, dos de los más grandes de la ciudad.

En Xochimilco, al sur de la capital, las autoridades estimaron la llegada de alrededor de 30 mil visitantes en sus panteones a lo largo de la jornada.

Para resguardar a los visitantes, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) desplegó un operativo con seis mil 891 elementos de la corporación, quienes vigilaron los principales accesos a los cementerios de las 16 demarcaciones. Los elementos también resguardaron las colonias más concurridas de la Ciudad, en las que se vio a miles de ciudadanos salir a celebrar a sus madres.

Al final de la jornada, la SSC reportó saldo blanco.