María Ortíz, enfermera del ISSSTE en la clínica de Tacuba en la alcaldía Álvaro Obregón cumplirá este 24 de diciembre un año de la aplicación de la vacuna contra Covid-19, sin embargo, pide a las autoridades un refuerzo urgente por la amenaza que representa la llegada de la variante ómicron.
En entrevista con La Razón recordó que al aplicarse la dosis sintió nervios ya en ese momento tenía muchas alergias, pero después de la vacuna pudo estar mucho más tranquila.
“En realidad no cambió nada en mi vida, solo no me dio Covid-19 y he estado bien, pero de alguna manera me tranquilicé y bajé un poco las medidas sanitarias, porque ya me puedo quitar el cubrebocas en algunos espacios. Yo me la puse el 24 de diciembre de 2020 en el Hospital General de México”, explicó.
La enfermera comentó que les dijeron que la vida máxima de la vacuna era de 8 meses y por ello, “ya necesitamos de manera inmediata el refuerzo, porque hay que recordarle a nuestro organismo que debe crear defensas para luchar contra la nueva variante”, aseveró.
Además aseguró que su dosis disminuyó la inmunidad al paso de los meses, y ahora tiene miedo de la variante ómicron, así como la llegada de nuevos contagios que colapsen su hospital que no cuenta ya con medidas para una nueva oleada. “En caso de que nuevamente haya un desborde de contagios no estamos preparados, porque no hay insumos y el personal quedó muy afectado”, dijo.