Uno de los puntos en los que hubo más coincidencias durante el diálogo “Mujeres de América por los derechos y el bienestar”, fue la necesidad de que haya más presencia de mujeres en el sector privado.
Al respecto, la directora regional de ONU Mujeres en América Latina y el Caribe, María-Noel Vaeza, hizo hincapié en que los gobiernos no reconocen las labores domésticas de las mujeres como una contribución a la economía de los países.
“El trabajo no remunerado de las mujeres representa un 20 por ciento del Producto Interno Bruto”, afirmó.
Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, dijo que el gran desafío es lograr transformaciones para las comunidades históricamente excluidas y marginadas para colocar agendas de transformación social.
En su participación, Beatriz Argimón, vicepresidenta de Uruguay, externó que América Latina es de las principales afectadas por la pobreza, por lo que propuso una alianza para poner en marcha un proyecto que genere la independencia económica de las mujeres.
Mencionó: “Llegó la hora de impulsar un plan concreto para que sin lugar a dudas podamos lograr la independencia económica de las mujeres; debemos dar un paso juntas para realizar este plan”.
A su vez, la vicepresidenta segunda del Gobierno de España y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, comentó que la Ciudad de México, Colombia y España ahora tienen gobiernos que quieren construir un contrato social y democrático a la altura de las promesas redistributivas contenidas en las constituciones de 1917, 1978 y 1991.
Expuso: “Las mujeres reivindicamos un papel protagonista, somos nosotras las que tenemos la responsabilidad de llevar a cabo las transformaciones pendientes ante la emergencia climática, los ataques a la democracia o la pandemia de feminicidios. Somos nosotras las que tenemos un papel protagonista en la transformación de nuestros países”.