A pocos días de la celebración de las fiestas decembrinas, los mercados de la Ciudad de México lucen repletos de artículos de temporada que los comerciantes buscan vender en la que para algunos es su “mejor temporada” del año.
Decenas de árboles de Navidad de distintos tamaños, colores y decorados son exhibidos a las afueras del Mercado de Jamaica, sobre las banquetas de la avenida Congreso de la Unión, para que los compradores elijan el árbol que decorará su hogar este año.
El flujo de personas aún es modesto. Los comerciantes esperan la mayor demanda, incluso con aglomeraciones, a partir de la próxima semana, cuando estará cercano el inicio de las posadas.
Aquí, los precios pueden alcanzar hasta los dos mil 300 pesos si se trata de árboles naturales muy grandes; sin embargo, algunas personas consultadas por La Razón dijeron tener en su presupuesto un máximo de mil o mil 500 pesos para un árbol natural “de buen tamaño, que dure todo el mes”.
Roberto Galicia visitó este lugar junto con su esposa y su pequeño de ocho años, con la esperanza de encontrar el árbol “ideal” para su casa. Tras cotejar precios con los vendedores, se decidió por uno de aproximadamente 1.60 metros de altura.
Para él, elegir un árbol natural en lugar de uno de plástico es “una forma de ayudar a la economía de la ciudad, de los que se dedican a esto, aparte de que siempre es grato tener un compañero en casa”, contó, mientras lo ataba con ayuda de los vendedores al toldo de su automóvil.
Entre los puestos también hay comerciantes que venden decoraciones naturales; por ejemplo, figuras de reno de árbol natural que cuestan 200 pesos y 250 si le ponen luces.
A unos metros de los árboles comienzan los pasillos en donde se exponen las piñatas. Su elaboración, de acuerdo con una comerciante, “es un trabajo que lleva todo el año, pero que deja muy satisfechos a quienes las hacen, por tratarse de un producto mexicano”.
Este año, además de las tradicionales con picos, también se ofrecen piezas con formas peculiares para atraer a los compradores. Destacan los burros de papel maché, muñecos de nieve, renos y personajes como El Grinch, Mickey Mouse y Spiderman.
Los precios varían desde los 20 pesos por una pieza pequeña de un solo color, pasando por algunas más grandes de entre 100 y 300 pesos, hasta las más elaboradas y decoradas, que pueden costar hasta 900 pesos.
En el Mercado de Sonora, la romería de esta época desborda los pasillos y alcanza las banquetas y puestos ambulantes de los alrededores.
Aquí se puede observar a decenas de comerciantes ofreciendo diversos productos, como luces navideñas, adornos de papel, esferas decoradas, manteles y carpetas de tela, nochebuenas, árboles de plástico, coronas de adviento, veladoras y demás artículos para decorar el hogar.
Entre los locales más visitados por la gente que empieza a acudir a este lugar destacan los que venden luces y árboles de plástico, una opción “más económica y duradera” según los propios comerciantes, quienes le apuestan a vender este producto porque “es de lo que más busca la gente... quieren hacer un gasto por algo que dure varios años”.