Desde las primeras horas del día, los padres de las víctimas de la tragedia del New’s Divine acudieron al lugar que hoy es un memorial y que antes fue una discoteca, en la que murieron nueve adolescentes y tres policías durante un operativo policial el 20 de junio del 2008.
A pesar de los 15 años que han pasado, la muerte de los jóvenes sigue doliendo como el primer día, aseguró Patricia Domínguez, la madre de una de las víctimas, quien llegó desde las 9:00 horas al lugar en donde estaba la discoteca y en donde, entre lágrimas, colocó una fotografía de su hijo en medio de un arreglo floral.
Otras de las madres colocaron mantas con los rostros de sus hijos y leyendas como: “Isis Gabriela no debió morir a manos de un gobierno represor”.
El lugar donde bailaban los jóvenes y se divertían ahora está rodeado de veladoras blancas, flores, crucifijos y las fotografías de los rostros inocentes que fueron víctimas de esta tragedia.
A las 17:00 horas fue cerrada la avenida Eduardo Molina con una carpa para celebrar una misa en memoria de las personas que perdieron la vida en ese lugar hace 15 años. Durante la ceremonia religiosa, con violines y cantos fueron recordados los adolescentes.
Hilda Barragán es la madre de Isis Gabriela Tapia Barragán, uno de los nueve jóvenes que perdieron la vida aquella tarde. Llegó ayer al memorial con el corazón roto, pero con espíritu de lucha y colgó una lona en honor a su hija. “¡No tendré paz hasta que haya justicia!”, decía la lona que tenia el rostro joven de Isis, quien ahora tendría 31 años.
La madre de Isis compartió con La Razón: “Me siento muy decepcionada de la justicia de las autoridades mexicanas, porque aunque sabía que iba a ser muy difícil obtenerla para nuestro caso, confiaba en la rectitud de algunas personas que eran clave para ayudarnos a conseguirla”.
El coraje de Hilda se debe a la serie de injusticias que han ocurrido desde la tragedia, pues a 15 años de distancia no hay nadie en la cárcel.