Estaban en el arroyo vehicular y banquetas

Retiran 7 mil tarimas que invadían Coltongo

El Gobierno de la CDMX informa que, tras varios meses de diálogo, se logró un acuerdo para liberar la vialidad de Azcapotzalco; propietarios se llevan 99% y el resto, la autoridad

Vista de la Calzada Coltongo, en Azcapotzalco, tras su retiro.
Vista de la Calzada Coltongo, en Azcapotzalco, tras su retiro.Foto: Especial
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El Jefe de Gobierno, Martí Batres, informó que en respuesta a la petición de los habitantes de Azcapotzalco se retiraron más de siete mil tarimas que invadían la Calzada Coltongo, las cuales estaban en la zona vehicular y banquetas.

“Comparto una buena noticia para los vecinos de Azcapotzalco: Después de varios meses de diálogo, se lograron retirar más de siete mil tarimas que estaban sobre la calzada Coltongo, en el arroyo vehicular y banquetas”, publicó en Twitter.

A través de un video, el mandatario especificó que las acciones se llevaron a cabo en coordinación con las secretaría de Gobierno, de Obras y Servicios y de Seguridad Ciudadana, así como Protección Civil y la alcaldía Azcapotzalco.

“Desde hace algunos meses, habitantes de Azcapotzalco que viven a los costados de la avenida Coltongo manifestaron sus quejas por la presencia de miles de tarimas; contabilizamos hasta siete mil ubicadas en banquetas, en los carriles sobre el arroyo vehicular y hoy se retiraron las últimas cien tarimas”, comentó.

Además, resaltó que el 99 por ciento de las tarimas fueron retiradas voluntariamente y en el transcurso de la mañana las autoridades realizaron un operativo en el cual retiraron las últimas 100.

“Me da mucho gusto comentarles a los habitantes de Azcapotzalco que hemos cumplido con su petición ciudadana para el disfrute de las calles y banquetas”, dijo.

Cabe resaltar que los vecinos de la zona habían lidiado con este problema durante más de diez años, ya que se trataba “de un problema heredado”, les dijo la alcaldía en una ocasión.

Las tarimas significaban un riesgo para los habitantes, ya que se prestaban a que se cometieran asaltos, debido a la altura de las torres de bases de madera, en donde los agresores se escondían, además de que las mujeres eran acosadas por los tarimeros, quienes, de acuerdo con los testimonios, se la pasaban consumiendo drogas y alcohol.

Por otro lado, las maderas dieron pie a fauna nociva, traducida en plagas de cucharachas y ratas y provocaban accidentes viales, por la invasión de carriles.

En su edición del pasado 12 de junio, La Razón difundió la situación que prevalecía en la zona y puso de manifiesto las quejas de los vecinos, quienes dijeron vivir con miedo, ya que los vendedores de tarimas habían tomado represalias con anterioridad por exponer el clima de molestia e inseguridad.

Uno de los vecinos afectados compartió ayer con este medio que espera que permanezca la zona libre de tarimas por mucho tiempo.

“De verdad agradecemos las labores realizadas, esperando que las autoridades continúen vigilando, ya que en muchas ocasiones sólo se quitan por unos días y vuelven a plantarse en la avenida, incluso en operativos anteriores pareciera que alguien les daba el pitazo porque disminuían las tarimas y al otro día ya estaban nuevamente las torres de hasta cinco metros de altura”, enfatizó el vecino.