Anoche fueron localizados los cuerpos de Paola, de 22 años, y su pequeño hijo Dilan, de cinco, quienes quedaron atrapados tras el deslave en el cerro del Chiquihuite, en Tlalnepantla, Estado de México.
Hasta el cierre de esta edición, los cuerpos aún no eran sacados, pero elementos de rescate realizaban las labores en la zona, con ayuda de perros.
A 11 días del desastre en el cerro, se declaró emergencia en el municipio, luego de que autoridades de los tres órdenes de Gobierno reconocieron que el sitio es una zona de “alto riesgo” y anunciaron el desalojo de más de 170 viviendas de los alrededores de la zona cero.
Las autoridades se mantenían a la espera del rescate de los cuerpos de Paola y Dilan para emprender las acciones de reubicación de las familias, las cuales inician con un censo de los afectados, que hasta la tarde ayer ascendió a 227 familias, de las cuales 214 están dentro de la zona afectada, de acuerdo con información del municipio.
La zona donde se hallaron las dos víctimas fue localizada desde hace varios días, gracias a los trabajos de limpieza y remoción de escombros que realizaron elementos de Protección Civil y autoridades, por lo que la tarde de ayer se esperaba que el hallazgo de ambos cuerpos ocurriera entre la noche del martes y hoy miércoles, explicaron fuentes del municipio de Tlalnepantla a La Razón.
Ayer, el ayuntamiento de Tlalnepantla dio a conocer que el Gobierno federal activó la declaratoria de emergencia para hacer uso de recursos extraordinarios y atender las necesidades de los ciudadanos cuyos hogares resultaron dañados.
“La declaratoria de emergencia extraordinaria permitirá a las autoridades correspondientes contar con los recursos para atender las necesidades alimenticias, de abrigo y salud de la población afectada”, explicó la administración local.
Por la mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció a los afectados reubicar los domicilios de los afectados en otros sitios, para brindarles “tranquilidad”, e indicó que instruyó la realización de un estudio de valoración de riesgos en la zona.
“Hemos dado la instrucción de que se haga un estudio a fondo para hacer una valoración de riesgo. Hay casas que ya no pueden estar ahí, que es muy peligroso. ¿Qué les ofrecemos?, sus casas en otras partes, donde no corran riesgos, donde puedan vivir con tranquilidad”, indicó.
López Obrador agregó que las viviendas que se les ofrecerían a los habitantes del cerro serían en donde se consiga el terreno y las que sean necesarias, pues lo primordial es que no corran riesgo.
“Lo más importante de todo es la vida. Vamos a ponernos de acuerdo para que tengan casas como ellos lo merecen y lo requieren, y no van a salir perjudicados, para que también tengan el estímulo y que puedan tomar la decisión, porque a veces tienen que estar ahí corriendo los riesgos. Todo lo que se requiera, se está terminando el estudio, ya se dio la instrucción para tener los terrenos y las casas, y así en todos los casos”, expuso.
Más tarde, el gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo, tras sostener una reunión con el titular del Ejecutivo y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, detalló que serían 178 las casas desalojadas, ya que el riesgo de un nuevo desgajamiento es latente por la caída de lluvias.
Aunque explicó que no se sabe aún a qué sitio serán trasladadas las familias, adelantó que ya se realiza el censo para conocer las necesidades de los afectados.
Por su parte, la Jefa de Gobierno capitalina detalló que si bien el deslave ocurrió en una zona del Estado de México, también hay una parte de “alto riesgo” que corresponde a la capital, por lo que se comunicará con autoridades de Protección Civil y la Secretaría de Seguridad Pública federales, para ubicar dichas zonas de riesgo e informar a la ciudadanía sobre los apoyos que se brindarán.
- El dato: El Gobierno municipal prevé destinar a los habitantes del cerro del Chiquihuite una bolsa de 10 millones de pesos para las familias damnificadas.