El ejemplar de ahuehuete que se plantó en la Glorieta de la Palma, sobre el Paseo de la Reforma, se encuentra “sumamente estresado” y en riesgo de morir, ya que aún no ha pasado el traumatismo de su trasplante, explicó el doctor Saúl Alcántara Onofre, especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
A casi un mes desde que fue plantado, (la madrugada del 5 de junio) el árbol no ha tenido ningún brote, por ello, el investigador advirtió que “si en 15 días o máximo a finales de julio, no revienta un brote, el árbol estará muerto”.
“Tiene que hacer una poda inmediata Medio Ambiente para quitarle todo lo muerto, a ver si alcanza a sobrevivir, ahorita le falta, con las lluvias afortunadamente ha mejorado, pero deben de ponerle nutrientes, seguramente le pusieron hormonas para el crecimiento de raíces, pero ahorita lo importante es su aparato radicular”, expresó.
En entrevista con La Razón, el especialista en arquitectura del paisaje destacó que, por las características de la especie de árbol, la realización de un trasplante es siempre “muy riesgoso”.
Sin embargo, advirtió que tanto la replantación como su traslado desde el vivero de Monterrey, de donde es originario, no se realizaron de la forma adecuada para el tipo de árbol que es.
“Antes de plantarlo, hay que retirar parte de las hojas, podarlo muy bien para que haya un equilibro de la fronda, con miras a que no pierda humedad; la otra cosa es que antes de traer el ahuehuete hubiera sido ideal tener el sistema de riego, que no se tuvo”, remarcó.
Y agregó: “En este tipo de trasplantes es muy importante el agua y estar cada momento removiendo la tierra para que entre oxígeno hacia las raíces y ocupan absorber nutrientes y agua”.
Alcántara Onofre comentó que plantar el árbol en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente fue “apresurado” pues en su opinión, se pudo esperar a una fecha posterior para colocarlo, una vez que se tuviera un sistema de riego apropiado y se adecuara mejor la glorieta para el ejemplar histórico.
“¿Por qué no esperaron por ejemplo para ahorita el Día Mundial del Árbol, al día 28 de junio?, en esos 28 días hubieran hecho las instalaciones, hubiera sido distinto porque habría tenido un sistema mecanizado de riego garantizado y se hubiera podido arreglar muy bien la glorieta porque ahorita está como una especie de jardín de autoconstrucción, removieron tierra, se pusieron unos mongotes de concreto y tiene unos tubitos que le acaban de poner”, explicó.
De acuerdo con el especialista en arquitectura del paisaje, quien también es presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, al menos un 60 por ciento de las ramas del ahuehuete plantado en Paseo de la Reforma está muerto, pero confió en que, en el mes en curso, con la temporada de lluvias, reverdezca; de lo contrario, insistió, podría correr el riesgo de morir, lo cual sería “una tristeza” al ser tan bonito ejemplar.
“Este árbol está sumamente estresado, aún no ha pasado el trauma del trasplante, porque es como un ser humano al que intervinieron quirúrgicamente”, indicó.
Preocupa a capitalinos que se seque
La Glorieta de La Palma, donde cada fin de semana cientos de capitalinos se reúnen para pasear o para disfrutar sus días de descanso, también se ha convertido en un símbolo de “preocupación” para quienes observan las ramas del ahuehuete con cada vez menos hojas verdes.
“Tiene cosa de 15 días que pasé y se veía un poco más frondoso que ahora, sería una pena que se secara, pero obviamente yo creo que todos deseamos que sí se dé bien”, aseguró a este medio, Rocío, una capitalina que frecuentemente pasa por la glorieta donde hasta hace unos meses se ubicaba una palmera canaria.
Y es que a escasos días que el nuevo ahuehuete cumpla su primer mes en la capital, apenas se observan unas pocas hojas verdes casi en la punta y bastantes ramas que tienen poco follaje o de color amarillo o café.
Para Antonio Jiménez, un citadino de 36 años, el cambio del ahuehuete ha sido “muy notorio”, pues recuerda que cuando fue colocado se veía “más de la mitad de follaje verde” pero ahora, apenas se alcanza a ver desde algunos ángulos.
“Se ve bien seco, pero nosotros como ciudadanos no podemos hacer otra cosa que ser pacientes y confiar en que se está adaptando, y en que después de un tiempo vuelva a agarrar color como dijeron las autoridades, que se estaba adaptando y, si vino de un vivero, con más razón, aquí es puro cemento, puro calor y contaminación”, explicó.
Para Antonio, “el mensaje que nos quisieron traer es muy importante y el ahuehuete pienso que sí es un árbol muy representativo de México”, por ello, afirmó que le daría “mucho gusto” que esa coloración realmente sólo sea una etapa “y le dé vida a la glorieta, porque, así como está se ve feo, la verdad, se ve abandonado”.
Al ahuehuete de doce metros de altura lo acompaña todavía el cerco de imágenes y fichas de búsqueda de personas desaparecidas que colocaron colectivos desde que fue colocado; además, está rodeado por cuatro pequeños tubos, así como tierra y plantas que fueron plantadas junto al árbol.
En un lado de la glorieta permanece un tinaco y en el lugar siempre hay personal encargado de hacer el riego del árbol de vigilar que los ciudadanos no se suban a él ni lo dañen.