INAH corrobora nuevas afectaciones

En 10 años, 80% de las momias de Guanajuato presenta daños graves

La restauradora del instituto, Julieta Cabriada, alerta a La Razón que los movimientos continuos ocasionarían pérdidas totales; el brazo que se desprendió de uno de los cuerpos fue unido con materiales inadecuados

Ahora se exhiben de esta manera los cuerpos momificados.
Ahora se exhiben de esta manera los cuerpos momificados.Foto: @ANavarroMX
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En la última década, 80 por ciento de los 117 restos que conforman el acervo de las momias de Guanajuato presenta graves afectaciones, aseguró ayer en entrevista con La Razón Julieta Cabriada, restauradora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien alertó que los constantes movimientos de los cuerpos, sin supervisión, podrían ocasionar que se pierda por completo este importante patrimonio.

“Son 117 cuerpos que conforman la serie de momias de Guanajuato, que está divida entre el Panteón de Santa Paula y el Parador Turístico Sangre de Cristo, sabemos que algunas se han movido incluso al Museo ex-Convento Dieguino, pero no sabemos si ya regresaron a su sitio o siguen ahí en exhibición, de estas momias es un aproximado del 80 por ciento que presenta deterioros, es extenso el daño.

“La colección se ha mantenido más o menos junta, pero a partir de los últimos 10 años se han hecho movimientos muy continuos y eso es lo que preocupa, sin quererlo se puede provocar la rápida descomposición o deterioro de estos cuerpos momificados lo que equivaldría a perderlos por completo”, advirtió Julieta Cabriada, quien forma parte del equipo de especialistas del proyecto encaminado a realizar la dignificación de los restos y un análisis detallado de las afectaciones.

Los últimos daños que se han registrado fueron durante la reciente modificación de la museografía del Museo de las Momias de Guanajuato, anunciada por el presidente municipal de Guanajuato, Alejandro Navarro, el pasado 30 de abril en su cuenta de X. El brazo de uno de los restos sufrió un desprendimiento y fue intervenido, pero con materiales inadecuados y sin supervisión del instituto dirigido por Diego Prieto.

“La momia es la mal llamada El ahogado, en 2017 el brazo derecho ya se encontraba deteriorado, pero no estaba suelto, para 2020 ya se había desprendido del cuerpo. Ahora en 2024, cuando se hace esta denuncia (tras la modificación de la museografía), uno de los restauradores del Centro INAH de Guanajuato reporta que el brazo fue nuevamente unido al cuerpo a través de hilos de nylon que no son los más recomendables y también tiene unos parches de papel. La siguen manipulando y se están trabajando sobre ellas sin conocer realmente quiénes y cuáles son los lineamientos que están llevando a cabo”, especificó la experta.

Julieta Cabriada, explicó que el hilo de nylon “por la tensión causada al momento de tratar de unir los fragmentos puede generar roturas o cortar parte del tejido, el cual es muy frágil por estar seco. Si se aprieta de más el hilo se puede ir generando una rotura a corto o mediano plazo”.

Acerca de estas afectaciones derivadas de la nueva museografía del recinto y que el INAH ha condenado, el instituto pidió un informe; sin embargo, hasta el momento, el gobierno municipal no ha detallado las condiciones en que se realizaron estos trabajos ni los expertos que participaron en dichas labores.

En la ficha informativa que entregó la autoridad al INAH, “no hay algo más específico de cada una de ellas, quiénes hicieron los traslados, en qué momento, con qué materiales, quiénes apoyaron y auxiliaron, cuál fue el protocolo de este movimiento, no existe, no está detallado en el documento”, aseguró la especialista.

De acuerdo con un comunicado de la dependencia, en los próximos días un equipo de especialistas realizará un nuevo diagnóstico que permita evaluar con mayor detalle la condición actual de los cuerpos momificados.

“Este estudio está próximo, es parte de lo que desde el año antepasado hemos pedido hacer; sin embargo, ha sido un camino un poco complicado, entendemos que no es fácil acceder a los restos momificados como quisiéramos, porque el museo no pertenece al instituto y no es la intención que pertenezca, pero por eso se firmó este convenio de colaboración para poder acceder a los cuerpos momificados”, puntualizó Julieta Cabriada.

Entre los análisis que se harán, añadió, están la identificación del estado de conservación, “cómo al día de hoy llegan los restos momificados, con desgarres, con roturas, intervenciones anteriores, piezas faltantes y demás”.

Dijo que, hasta el momento, no se ha definido si la comisión que está encargada de realizar dichos estudios se mantendrá para poder atender de manera directa los restos afectados o el INAH tomará otras decisiones.

Como parte de los trabajos, también se realizará la identificación de los restos momificados, para redignificarlos, abundó la restauradora.