En México el 15 de septiembre es una de las fechas más importantes ya que se conmemora el legendario Grito de Dolores: suceso trascendente que da inicio al movimiento de Independencia de México. Durante este acontecimiento, el cura Miguel Hidalgo y Costilla hizo un llamado a la población para sublevarse y tomar las armas en contra del Virreinato de la Nueva España. Sin embargo, este glorioso acto histórico tuvo lugar en la madrugada del 16 de septiembre.
¿Cómo festejamos los mexicanos el 15 de septiembre?
Entre bailes, música tradicional, grandes eventos y mucha fiesta: México se viste con los colores de la patria (verde, blanco y rojo) cada 15 de septiembre para conmemorar la historia y rememorar a los héroes que nos dieron libertad hace 212 años. Grupos de mexicanos en otros países se unen a las conmemoraciones de septiembre, conocido como el mes patrio. La celebración se extiende hasta el 16 de septiembre.
Todo tiene su origen en el año de 1840: la gente acostumbraba comenzar los festejos con discursos y fiestas que terminaban la noche del 16 con fuegos artificiales. La Alameda Central de la Ciudad de México se convierte en uno de los sitios más concurridos para convivir en las fiestas patrias desde esos tiempos y hasta la fecha. Además del Zócalo, donde este año se presentarán Los Tigres del Norte.
Además de la colorida decoración en luces y adornos de papel maché con figuras y acabados referentes a las fiestas patrias (preferentemente en verde, blanco y rojo) también están las pancartas con imágenes o dibujos de las personalidades de la Independencia de México, no faltan quienes se personifican como los héroes de la nación.
El 15 de septiembre la comida mexicana se presenta en todo su esplendor: deliciosos platillos tradicionales como el pozole se unen con las bebidas espirituosas de México, como el tequila, el pulque y el mezcal. Puestos de fritangas se instalan en cada esquina y la gente sale a saborearlos en medio de la algarabía festiva.
¿Qué ocurrió realmente el 15 de septiembre?
En 1896, el presidente Porfirio Díaz ordena traer la campana con la que el cura Miguel Hidalgo había llamado al pueblo de Dolores para levantarse en armas, y la sitúa en el Palacio Nacional de la Ciudad de México; desde entonces, los jefes del poder ejecutivo (los presidentes mexicanos) siguen la tradición de conmemorar el Grito de Dolores, a través de un llamado a los mexicanos a celebrar la libertad y a los héroes que nos dieron patria.
Una leyenda cuenta que el verdadero motivo por el que la Independencia de México comienza su festejo el 15 de septiembre y termina el 16, es porque Porfirio Díaz lo ordenó, pues él festejaba su cumpleaños en esta fecha: dato que no ha sido avalado de manera oficial.
El 15 de septiembre y los cambios en sus conmemoraciones
Durante el siglo XIX se produjeron varias mudanzas en los eventos del 15 de septiembre: se establecen diferencias entre las celebraciones civiles y las oficiales, las cuales se apoyaban en un carácter militar y tenían verificativo el 16 de septiembre.
Se decreta que, en la noche del 15 de septiembre a las 23 horas, el Presidente de México, en una ceremonia que remeda las acciones del cura Miguel Hidalgo, sale al balcón del Palacio Nacional y da el grito de Independencia. El pueblo congregado en el Zócalo —como lo hiciera el pueblo de Dolores en 1810— corea las aclamaciones del mandatario en turno en una muestra fervorosa de orgullo y patriotismo. En cada estado/comunidad da su grito de Independencia y suceden al mismo tiempo. No hay un protocolo establecido en cuanto al discurso, pues cada ejecutivo puede modificarlo.
Cada estado de la Federación hace lo mismo: el gobernador da el grito de Independencia. No hay un protocolo esquemático con referencia al discurso: cada ejecutivo puede modificarlo. Por lo general, la conmemoración del 15 de septiembre se aprovecha para transmitir las intenciones del gobierno en turno al pueblo de México. Después, se procede a comenzar la fiesta, que termina hasta la noche del 16.
AG