Compone Mario Lavista obra electroacústica luego de 40 años

Notimex

Luego de casi 40 años de alejarse del ámbito electroacústico, el reconocido compositor mexicano Mario Lavista estrenó la obra "Plegarias" para fagot y sonidos electrónicos, un encargo del V Festival Internacional de Música y Nuevas Tecnologías "Visiones Sonoras".

Lavista es uno de los pioneros en México de la composición electroacústica. Durante los años 60 y 70 se dedicó a esta actividad en laboratorios de música electrónica en México, Japón y otros países.

"Dejé de hacer música electroacústica porque me concentré en explorar nuevos sonidos en los instrumentos tradicionales, entonces trabajé durante años con flautistas, clarinetistas y oboístas, para tratar de encontrar esos nuevos sonidos.

"Además, no tenía a mi disposición un estudio de música para trabajar, así que cuando surgió la invitación del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS), que está al día en cuestiones tecnológicas, me pareció una oportunidad inigualable para poder hacer una obra con instrumentos acústicos y con cinta", explicó el compositor.

La obra "Plegarias" fue estrenada durante el primer concierto del Festival "Visiones Sonoras", en el que participaron el Ensamble Onix y la fagotista Wendy Holdaway, quienes interpretaron piezas creadas por Joao Pedro Oliveira, Rodrigo Sigal, Francisco Colasanto, Pablo Furman y Mario Lavista.

"Me pareció un reto maravilloso poder juntar el mundo acústico con el electroacústico. Mi idea fue utilizar en el fagot lo que se llaman las nuevas técnicas instrumentales o extendidas, que consisten en emplear multifónicos, cuartos de tono, en lugar del sistema atemperado, en utilizar varios registros para que se produzcan otros colores", adujo.

"Y todo esto tratar de integrarlo a la música electroacústica, de tal manera que se pudieran confundir los dos mundos. Intenté lograr un diálogo muy estrecho entre el mundo acústico y la electrónica", dijo Lavista.

"Plegarias" (2009) reveló el compositor, tiene como punto de partida una pieza titulada "Salmo", compuesta en 2007, para soprano, cuatro crótalos y un contrabajo, para honrar la memoria de su amigo pianista Ramón Montes de Oca.

Una buena parte de ese material original fue el que utilizó y sufrió cambios significativos en cuanto a los registros, la textura polifónica y la duración, añadió.

"Conservé, sin embargo, el carácter ritual de índole religioso de que está impregnado el Salmo. La obra idealmente debería ser tocada y escuchada en un espacio sagrado, esto es, en un templo", manifestó.

VMZ

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